Un refugiado sirio que perdió una pierna en la guerra portará la llama olímpica
Ibrahim entrenaba duro como nadador profesional. El río Eufrates era su piscina. Durante la guerra perdió una pierna intentando ayudar a un amigo que estaba gravemente herido. Una bomba alcanzó su pierna derecha, que tuvo que ser amputada. Ahora Ibrahim vive en Atenas, donde sigue nadando, y más rápido que antes de perder la pierna. Él portará la llama olímpica “por los sirios, los refugiados de todas partes, por Grecia, por el deporte y por mis equipos de natación y de baloncesto”, ha asegurado.