El peor incidente lo protagonizó un ferry, el MV Startlight Atlantic, que naufragó en la provincia costera de Batangas, provocando un muerto y dejando dieciocho miembros de la tripulación del barco desaparecidos, informó la guardia costera. Otras cinco personas murieron en las inundaciones o golpeadas por objetos arrastrados por la corriente o derrumbados a causa de vientos que alcanzaron los 235 kilómetros por hora, según las autoridades locales.
Nock-Ten dejó sin corriente eléctrica varias provincias orientales del país, dijo la portavoz de la Agencia de Supervisión de Desastres de Filipinas, Mina Marasigan, sin que las autoridades fueran capaces de decir cuándo se restablecerá el suministro. Más de 429.000 personas fueron evacuadas y 330 vuelos fueron cancelados por el tifón.