El Supremo sentencia que TV3 apoyó a los independentistas en las últimas elecciones
El tribunal comprende que la radio y la televisión pública debieron velar por la «neutralidad informativa»
El tribunal comprende que la radio y la televisión pública debieron velar por la «neutralidad informativa»
«Uno de los grandes enemigos de la libertad, el nacionalismo, se siente impune, otra vez»
La actriz y directora de teatro gerundense Cristina Cervià ha fallecido este domingo a los 53 años como consecuencia de un cáncer, tal y como han confirmado fuentes próximas a su familia.
La república no existeix, idiota, pero el nacionalismo violento actúa con tal impunidad en Cataluña que parece que el Estado tampoco. Ataques a las sedes de los partidos de la oposición, intentos de asalto al Parlament, amenazas a jueces, ataques a agentes policiales, totalización del espacio público con simbología partidista y ocupación de infraestructuras, vulnerando el derecho a la movilidad e, incluso, provocando heridos, son acciones de radicales.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ya se ha intercambiado «mensajes» con el recién investido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con quien ha quedado ya para verse y hablar «lo más pronto posible» y de quien no espera «gestos», sino «soluciones».
Algo sabe de psicología revolucionaria Gero von Randow, quien en su juventud fue un excitado radical izquierdista. Sabe, y lo explica bien en Revoluciones (Ed. Turner), que éstas son una forma de vivir que siempre acaba en decepción. Sabe que “todavía no se ha producido ninguna revolución cuyo resultado no haya sido una nueva dominación”. Nunca consiguen la igualdad prometida, sino un nuevo reparto de privilegios. Así, no es de extrañar que sea una constante que, tras su triunfo, el revolucionario profesional se apropie del más bello o imponente palacio para ejercer su nueva rutina. El chalé con piscina y casa de invitados es un simple aperitivo que nos demuestra que tras la apariencia de sentimientos igualitarios solo hay esa envidia que don Quijote despreciaba como “carcoma de las virtudes”.
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont cree que hay que proponer «otro candidato» si se confirma que el número dos de JxCat, Jordi Sànchez, en prisión preventiva, no puede ser investido president. «Nuestra obligación es buscar las fórmulas para que no haya elecciones», ha dicho.
Entre finales de los noventa y principios de los diez tuve la oportunidad de conocer la cárcel Modelo de Barcelona. Mi primo estaba preso y solía ir a verlo cada quince días, casi siempre en compañía de mi abuela, que también era la suya, y su hermano menor.
La portavoz de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, ha dicho este lunes que su grupo parlamentario busca la fórmula para que Carles Puigdemont, detenido este domingo en Alemania, sea un presidente “de verdad” y «no simbólico». “Con los elementos que tenemos, tenemos que ver cómo hacemos presidente a Puigdemont. Presidente no solo simbólico, presidente de verdad”, ha dicho Artadi en una entrevista en TV3.
Una de las falacias que utiliza el nacionalismo catalán para defender el modelo de inmersión lingüística en las escuelas es que son solo “cuatro familias” las que están en contra. Que goza de un consenso muy mayoritario en la sociedad catalana, ¡como el derecho a decidir!
En los últimos tiempos, los medios públicos catalanes han redoblado su misión propagandística provocando, por ejemplo, la deserción de sus programas –ya de por sí carentes del más elemental pluralismo- de aquellos tertulianos no alineados con el pensamiento dominante: o sea aquellos catalanes que no comulgan con el minoritario y lastimero independentismo.
Uno de los espectáculos más asombrosos al que hemos asistido en esta campaña electoral ha tenido como insólito protagonista al director de la televisión pública catalana. Y digo insólito porque en cualquier entrevista, y más aún en un medio sufragado por el contribuyente, el protagonismo debería recaer única y exclusivamente en el entrevistado.
La semana clave del independentismo catalán, vista desde la única lectura posible: el absurdo. En manos del Parlament de Cataluña y del Senado español quedan dos decisiones atadas e irreconciliables: la ruptura unilateral de Cataluña o la intervención total de la autonomía, por parte del gobierno central. Esta semana, en Barcelona, la vida siguió hasta que el artículo 155 decida lo contrario. El humor se alza como “enanos en hombros de gigantes”, para ver más y más lejos. No sabemos si los politólogos también, pero los guionistas, seguro, necesitaron binoculares.
La cadena de televisión catalana TV3, la Agència Catalana de Notícies (ANC) y Catalunya Radio han transmitido su rechazo al control del Gobierno de los medios de comunicación públicos catalanes tras la aplicación del artículo 155 en una rueda de prensa común. “El solo hecho de que un Gobierno pretenda interferir y controlar estos medios es una prueba de su involución”, han dicho los trabajadores en un manifiesto común, transmitiendo las ideas de estos medios en varios idiomas.
La expresión más delirante de este fenómeno se cifra en el hecho de que uno de los comentaristas parlamentarios de la edición local del periódico, Manel Lucas, sea el mismo Manel Lucas que, disfrazado de Francisco Franco, protagonizara hace una semana un sketch en TV3 en que, a ritmo de rumba, acusaba a la policía nacional de apalear ancianas bajo los efectos de la cocaína.
El Parlamento de Cataluña aguarda este miércoles una jornada particularmente destacable en el día en que puede aprobar dos leyes decisivas para la independencia de Cataluña respecto a España: la Ley del Referéndum y la Ley de Transitoriedad jurídica.
Parece ser (no tengo tele) que TV3 pergeñó una promoción de la final de la Champions en la que se desgañitaba catódicamente a favor de la Juve. Sorprende en una televisión pública española teniendo en cuenta además que el Real Madrid es, según todas las encuestas populares, y nos consta que a los responsables de la CCMA (Corporació Catalan de Mitjans Audiovisuals) les gustan mucho las hacinadas consultas puerta a puerta, el segundo equipo de fútbol con más seguidores en Cataluña. Esto es: el Madrid mueve más pasiones que el Español o el Girona o el Nàstic. Es un dato. Un hecho. Una realidad que ningún medio de comunicación público debe pasar por alto a la hora de promocionar sus contenidos. Porque, Sanchis, aquí pagamos todos.
Los venezolanos ven TV3. Sólo así se explica que el 49% de los que han participado en las elecciones municipales de ayer hayan apoyado a las candidaturas del PSUV
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