Casi 10 millones de niños sufren en Yemen las consecuencias de un conflicto que se intensificó en marzo de 2015 y necesitan protección y ayuda humanitaria urgente. Según la ONU, al menos siete millones de personas -un cuarto de la población- vive bajo los niveles de inseguridad alimentaria. Hasta el momento más de 900 niños han muerto en Yemen por culpa del hambre, las bombas y las balas. Y si el conflicto no cesa la cifras no dejarán de aumentar. Hay unos 320.000 niños menores de cinco años en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave, unos 2,2 millones de niños no van a la escuela y más de 7,4 millones de niños necesitan servicios de protección, alerta un informe de Unicef. Casi la mitad de las 22 provincias que forman Yemen, están por el momento al borde de la inanición y más de 13 millones de personas necesitan asistencia alimenticia, según el informe del Programa Alimentición Mundial de la ONU (PAM).
El Consejo de Seguridad de la ONU insta a las partes del conflicto a poner fin a todas las actividades militares y a cumplir con los términos de un cese de hostilidades acordado en abril. La guerra se intensificó en marzo de 2015, cuando una coalición de estados árabes encabezada por Arabia Saudí, con el apoyo de Estados Unidos y Reino Unido, comenzó una campaña de bombardeos en varias ciudades de Yemen controladas por los rebeldes hutíes que derrocaron al gobierno y tomaron el control de gran parte del país. Más de 6.600 personas, la mayoría civiles, han muerto desde entones.