Condenado a siete años de cárcel un exejecutivo de Volkswagen por los motores trucados
El exejecutivo había sido arrestado en Miami a comienzos de año cuando terminaba sus vacaciones.
El exejecutivo había sido arrestado en Miami a comienzos de año cuando terminaba sus vacaciones.
La Comisión Europea ha confirmado este lunes que ha llevado a cabo nuevas inspecciones a varios fabricantes automovilísticos de Alemania dentro de una investigación por presunto cártel y prácticas restrictivas al comercio. “La Comisión Europea puede confirmar que el 23 de octubre de 2017 sus funcionarios llevaron a cabo inspecciones en las instalaciones de fabricantes automovilísticos en Alemania”, ha informado la Comisión Europea en un comunicado.
La Comisión Europea ha impuesto este miércoles una multa de 880 millones de euros al constructor de camiones sueco Scania por fijar precios durante 14 años mediante un cártel con otros cinco fabricantes, y repercutir los costos de la adaptación ecológica a los usuarios. «Estos camiones representan casi tres cuartas partes del transporte interior de mercancías en Europa», ha indicado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, quien ha lamentado que «en lugar de entenderse», «los constructores deberían haber competido entre ellos».
El país que vio nacer al automóvil moderno quiere ahora verlo desaparecer. O al menos esos son los pasos que parece estar dando la canciller de Alemania, Angela Merkel, que ha dejado caer que el coche con motor diésel tiene los años contados en su país. En una entrevista con la revista berlinesa SUPERillu, Merkel ha dicho, sin especificar fechas, que se avecina un cambio para el sector automovilístico de la primera economía de la Unión Europea. «Todavía no puedo decir un años exacto, pero en enfoque es correcto porque si invertimos rápidamente en más tecnología e industria de carga para coches eléctricos, estructuralmente será posible un cambio general».
El grupo automovilístico francés Renault utilizó durante 25 años «estrategias fraudulentas» para falsear los tests de contaminación de algunos de sus motores y la gerencia estaba implicada, según ha afirmado la agencia francesa antifraude en un informe.
La Comisión Australiana de Competencia y Consumo ha anunciado este miércoles que ha denunciado a las filiales de la empresa automovilística Volkswagen, Audi AG y Audi Australia por las emisiones contaminantes de sus vehículos diésel.
El grupo francés PSA ha anunciado un acuerdo con la norteamericana General Motors para comprar su filial europea de automóviles, propietaria de Opel y Vauxhall, por 1.300 millones de euros, lo que creará el segundo constructor de automóviles europeo, por detrás de la alemana Volkswagen.
olkswagen indemnizará con 1.200 millones de dólares a los clientes de los últimos 78.000 coches afectados en Estados Unidos por el caso de los motores trucados, el llamado ‘dieselgate’, ha anunciado el constructor alemán. La compensación afecta a los motores de tres litros, instalados principalmente en coches de la marca Audi, Porsche y en algunos modelos Touareg de la marca Volkswagen, indica el comunicado.
El grupo también se ha comprometido a revisar gratuitamente a unos 58.000 vehículos vendidos entre 2013 y 2016. Volkswagen también ha propuesto comprar o hacer una oferta de compra para otros 20.000 coches vendidos entre 2009 y 2012. El grupo alemán espera ahora el aval de las autoridades estadounidenses para poner en marcha este programa de indemnizaciones, algo que ocurrirá probablemente en mayo, según el comunicado. «Todos nuestros clientes que tienen los vehículos afectados en Estados Unidos tendrán una solución a su alcance», ha asegurado Hinrich Woebcken, el responsable de la filial estadounidense de Volkswagen. El acuerdo sobre los motores de tres litros llega tras otro similar firmado en 2016 pero mucho más importante, de cerca de 15.000 millones de dólares, para compensar 500.000 vehículos con motores de dos litros.
En total Volkswagen pagará 23.000 millones de dólares en Estados Unidos para indemnizar a los vehículos afectados por el caso de los motores trucados. En septiembre de 2015 Volkswagen reconoció haber puesto en 11 millones de sus coches —600.000 de ellos en Estados Unidos— un programa informático que falseaba los resultados de los tests de emisión de gases contaminantes. Desde el escándalo, el grupo se enfrenta a numerosas denuncias judiciales en todo el mundo y varios de sus dirigentes y ex dirigentes están siendo investigados.
La empresa admitió oficialmente este miércoles su culpabilidad en el escándalo. La compañía enfrenta además una demanda de inversionistas y una pesquisa penal en Alemania. En total, 11 millones de vehículos en el mundo estaban equipados con el software.
El Departamento de Justicia explicó que «VW está imputada y ha acordado declararse culpable de participar en una conspiración para defraudar a los Estados Unidos y los clientes estadounidenses de VW», explicó el Departamento de Justicia. Las autoridades estadounidenses añadieron que la empresa alemana también ha sido imputada por «obstrucción a la justicia y por destruir documentos relacionados con la conspiración».
El caso se destapó en septiembre de 2015, cuando se detectó que Volkswagen utilizaba un software ilegal para falsear los datos de las emisiones. Desde entonces, el proceso judicial que investiga el asunto ha avanzado lentamente y sin demasiados resultados. En Estados Unidos parecía haberse llegado a una solución cuando Volkswagen se comprometió a pagar una multa de más de 13.000 millones de euros, pero el organismo de defensa de los consumidores ha vuelto a demandar a la compañía, que aún no ha asumido responsabilidades en Europa. El Ejecutivo comunitario carece de competencias directas para sancionar a la firma de automóviles, pero sí puede exigir a los Estados miembros que actúen. España tiene ahora dos meses para aplicar las medidas exigidas o el caso podría acabar en manos del Tribunal de Justicia de la UE.
El juez ha cursado este viernes una comisión rogatoria a Alemania para que la empresa designe a la persona que deberá representarla. Para el titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional procede investigar la conducta de Volkswagen una vez la compañía haya reconocido públicamente la manipulación de motores diesel de 4 cilindros.
En efecto, la compañía desveló el año pasado a la Junta de Recursos el Aire de California y a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos que los vehículos con motores diésel de cuatro cilindros fabricados entre 2009 y 2015 contenían un «recurso de anulación en forma de programa informático oculto que reconocía si un vehículo estaba funcionando en una prueba de laboratorio o en la carretera». Se estima que este sistema fue instalado en 10 millones de vehículos en todo el mundo.
El diario New York Times desglosa la multa según el concepto al que corresponde cada montante. Unos 10.000 millones de dólares estarán reservados para que Volkswagen compre los vehículos trucados a los precios que existían antes del estallido del escándalo en el otoño de 2015. Otros 2.700 millones de dólares irían para la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en compensación por el daño medioambiental provocado por los vehículos trucados. A estas cifras se sumaría una contribución de 2.000 millones de dólares para que la automovilística desarrolle proyectos de nuevos vehículos limpios.
Por su parte, la Unión Europea ha pedido a Volkswagen el mismo trato a los clientes europeos que a los estadounidenses.
Ulrich Eichhorn, responsable del área de Investigación y Desarrollo de Volkswagen ha afirmado que «los coches eléctricos son uno de los pilares en el avance hacia el futuro de la industria; sin embargo, para llegar a ellos es importante construir puentes que nos permitan perfeccionarlos, como seguir trabajando en un mejor combustible ‘verde'». Sin embargo, a su declaración se opone un estudio del desarrollo de combustibles que expone los altos costes que podría traerles un coche eléctrico.
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