Los datos de los pasajeros de aviones son una presa fácil para los hackers
En el centro de las debilidades de este sistema, conocido como Sistema de Distribución Global y creado en los años 60, está la identificación de las reservas a través de solo dos informaciones: un código de seis dígitos y el apellido del usuario. Este código de identificación (PNR) no es lo suficientemente seguro, según explican Karsten Nohl y Nemanja Nikodijevic, los investigadores que han revelado estas deficiencias en el Chaos Communication Congress de Hamburgo. “Si el PNR debe ser una contraseña segura, debería ser tratada como tal”, explica Nohl. “Pero no la mantienen en secreto: aparece impresa en cada maleta. Solía aparecer en las tarjetas de embarque, hasta que desapareció y lo cambiaron por un código de barras”, añade.
El código de barras tampoco es seguro, pues es fácil de leer a través de varias aplicaciones. Además, señalan que hasta 80.000 viajeros publicaron en redes sociales como Instagram fotografías de sus tarjetas de embarque, por lo que se encuentran en riesgo de robo.