'Fascismo', el perfume de la ministra de Justicia de Israel para su campaña electoral
En blanco y negro, con aires sensuales, y simulando un anuncio publicitario. Así es el vídeo en el que la ministra de Justicia de Israel, Ayelet Shaked, sale rociándose con un perfume llamado Fascismo, arremete contra el sistema judicial y promete un cambio ante las elecciones generales del próximo 9 de abril.
En blanco y negro, con aires sensuales, y simulando un anuncio publicitario. Así es el vídeo en el que la ministra de Justicia de Israel, Ayelet Shaked, sale rociándose con un perfume llamado Fascismo, arremete contra el sistema judicial y promete un cambio ante las elecciones generales del próximo 9 de abril.
La ministra no ha dudado en lanzar esta polémica campaña electoral ante unos sondeos que anuncian la posibilidad de que su partido Nueva Derecha no obtenga el número de votos necesarios (3,25%) para estar en la Knésset, el Parlamento de Israel.
«Reforma judicial, reducción de activistas, nombramiento de jueces, gobernanza, separación de poderes y moderación de la Corte Suprema», son la esencia del perfume llamado Fascismo que para Shaked «huele a democracia». La ministra es candidata a las próximas elecciones israelíes junto al titular de Educación, Naftalí Benet, al frente de la reciente formación Nueva Derecha.
Shaked enumera algunas de las propuestas que ha hecho durante sus años en el cargo, en los que se ha opuesto en numerosas ocasiones a las decisiones y funcionamiento del sistema judicial, y que le han valido varias críticas.
«La revolución está está por llegar», promete al final del vídeo que ya ha generado una gran polémica en el país.
La grabación sigue a la iniciativa de ayer de Shaked de adoptar pasos drásticos para reformar el sistema judicial, con un programa político de choque que propone llevar a cabo durante los primeros 100 días de gobierno para modificar las bases del funcionamiento de la Justicia israelí.
La ministra quiere anular el comité para el nombramiento de los jueces de la sala del tribunal y que el Ministerio de Justicia presente candidatos para la judicatura ante el Gobierno y la Knéset, que serían los responsables de aprobar su elección, con lo que se podría nombrar a un juez con una mayoría simple de votos en la cámara parlamentaria, recoge el diario Times of Israel.
Horas antes de presentar su propuesta, el Supremo prohibió participar en las elecciones del 9 de abril al ultraderechista Michael Ben Ari, acusado de racista e islamófobo, y permitió concurrir al partido árabe Balad-Raam y a un candidato de Hadash-Taal, cuya participación el comité electoral había vetado.
La ministra acusó a la corte de dar «un golpe» contra la democracia y el público, aseguró que «las elecciones se han convertido en una cosa casi sin sentido» y argumentó que la gente «ha sido reemplazada por el ‘público ilustrado'», dijo durante un discurso en una conferencia, en la que aseguró que «la revolución democrática está a medio del camino».
Como parte de su campaña, al comienzo de la semana se colocaron enormes carteles frente a la corte en Jerusalén que decían: «Shaked ganará el Tribunal Superior, Benet ganará a Hamas».