'Shica & Gutman', el álbum que acorta las distancias entre Ceuta y Buenos Aires
Unos 9.569 kilómetros separan a Ceuta de Buenos Aires, pero esa distancia desaparece en Shica & Gutman. No, no es una película de detectives, sino el nombre de un nuevo proyecto musical, fruto de la unión entre Elsa Rovayo, La Shica (Ceuta, 1976) y Didi Gutman (Buenos Aires, 1968).
Unos 9.569 kilómetros separan a Ceuta de Buenos Aires, pero esa distancia desaparece en Shica & Gutman. No, no es una película de detectives, sino el nombre de un nuevo proyecto musical, fruto de la unión entre Elsa Rovayo, La Shica (Ceuta, 1976) y Didi Gutman (Buenos Aires, 1968).
The Objective ha hablado con este dúo en un hermoso estudio de Música (MG Estudios) en el barrio de Guindalera de Madrid, perteneciente al distrito de Salamanca. Allí grabaron el disco. La Shica ha confesado estar encantada del momento que está viviendo. Acaba de ser madre y afirma que está “profundamente enamorada” (No de Didi, sino del padre de su hija). Esta es una de las principales razones por las que las letras de este disco han dejado al margen la nostalgia y están llenas de historias, aunque no todas alegres, algunas bastante graciosas (como Fondona). También hay un tema en el disco que busca ser un grito de guerra a favor del feminismo: Mujer rota.
La mezcla entre La Shica, cantante y bailarina (y bailaora) criada en el mestizaje del flamenco, rock, funk, rap… además de ganadora de dos Premios de la Música y conocida por desarrollar un lenguaje atípico a la hora de subirse al escenario con el argentino Didi Gutman, músico, teclista, compositor y productor, ganador de varios Grammy Latinos y conocido por sus incursiones en los géneros de la electrónica y el pop, dejan una una fusión muy original entre lo ibérico y lo electrónico.
La Shica y Didi se conocían desde hace unos años, coincidían en el Café Berlín cuando La Shica abría las noches de los jueves con sus Pequeñas Infidelidades y Didi las cerraba con sus DJ sets en el horario de los sepultureros. Afirman que trabajar juntos fue un proceso “orgánico y gradual». Cuando ya habían creado varios temas, unos seis para ser exactos, se dieron cuenta de que tenían un álbum casi completo. El concierto más importante que darán será en el recinto que los unió como pareja musical, el Café Berlín, el 22 de diciembre a las 9 de la noche.
Elsa, ¿las letras son todas tuyas?
La Shica (LS): Él también ha escrito…
Didi (D): Alguna coma, algún acento…
El humor entre ellos dos no solo es palpable en sus canciones, sino durante la conversación. Se respira optimismo.
Eres muy flamenca. Cantas y bailas. Suele ser un dilema tomar el camino solo del cante o del baile para personas así de talentosas. ¿Cómo lo hiciste?
LS: Yo siempre bailo en mis shows y hasta hace no mucho he trabajado en proyectos de danza, pero me tiene que apetecer mucho. Pero siento que hacer o saber las dos cosas suma. En vez de solo bailar, ahora bailo y canto.
Este es un disco tiene sonidos muy particulares. Hay mucha fusión, incluso en la canción ‘Adela tiene un cuchillo’ pareciera que hay influencia del Pedro Navaja de Rubén Blades.
D: No está lejos.
LS: Lo que está claro es que flamenco, flamenco no lo es. Hay detalles.
¿No es ni aquello que llaman ‘flamenco nuevo’?
D: Sobre los nuevos estilos que hay del flamenco y otras vertientes, es bueno que esté sucediendo. No hay una intención nuestra de ser parte de ningún movimiento porque nosotros hicimos la música que nos salió y, por otro lado, tampoco es nuevo lo que hacemos. Lo que hay nuevo es Rosalía que es una artista de puta madre.
LS: Pero el flamenco nuevo en realidad lo empezaron Kiko Veneno, Raimundo Amador, Camarón mismo. Creo que allí está el principio del flamenco nuevo.
La canción Mujer rota, ¿podemos considerarla como una canción feminista?
LS: Es como un grito de ‘Vamos señoras, salgan de los agujeros’. Es una invitación. Con el tema del maltrato, socialmente hay tantas cosas que hemos aceptado que debemos pensar a partir de cuándo se considera maltrato. ¿Cuando ya me asesinó? Yo entiendo por maltrato cuando un tipo viene a decirte con quién tienes que ir, de qué forma te tienes que vestir o te revisa el móvil. Eso es maltrato. Ahí comienza. Siento que todavía nos queda camino por aprender a identificar dónde empieza el peligro. Esta canción es una mano tendida a las mujeres.
¿Qué tienen en común Ceuta y Buenos Aires?
Se rien.
LS: Están muy lejos.
D: Yo estuve una vez en Ceuta porque fui a hacer un show. Están bastante lejos a nivel realidades, pero nos encontramos aquí. Y la música que también nos une.
Es que Argentina suena de una manera muy particular, al igual que el sur de España y son sellos, cada uno por su parte, de modo que unir eso es curioso.
D: También es verdad que los dos hemos salido de nuestras tierras.
LS: El desarraigo nos une.
D: Somos ciudadanos del mundo (vuelven a reír).
Shica & Gutman es un disco que cuenta historias. Uno puede ir en el metro escuchando cada canción como si fuesen micro cuentos. Y eso está pasando mucho, de hecho lo ha hecho Rosalía, y desde un punto de vista quizá más emocional, Marlango con su nuevo álbum Technicolor. La Shica comenta por qué han salido así las letras:
“A mi me ponen enferma los discos monotemáticos, y las cosas muy románticas me empalagan. No me gusta mucho lo azucarado. Sobre si las canciones son historias, no se me ocurría otra manera de escribir. Creo que tiene que ver con la música que a mi me gusta, como la copla. La copla son pequeños cortometrajes, cuentos cortos. Quizá me ha influido eso. Yo creo que las canciones tiene que hablar sobre algo”, dice con entusiasmo.
Entre las entrevistas que hemos hecho a grupos jóvenes, muchos han coincidido en que en España está en juego la libertad de expresión y artística tras el caso del rapero Valtonyc, hoy huido a Bélgica, quien ha sido condenado por el Tribunal Supremo a tres años y medio de prisión por el contenido de sus canciones que ha alegado injurias al rey ¿Consideran que la libertad de expresión en España corre peligro?
D: Siento que está mal que suceda lo que pasó con Valtonyc. No hay un miedo a que suceda eso, sucede.
LS: La censura otra vez. Está ocurriendo… Lo mismo con lo de la canción de Amaral aunque es por considerar que tenía letras machistas.
En cuanto a esa decisión del Gobierno de Navarra de calificar como machistas canciones de Amaral, Shakira, El Canto del Loco o Nena Daconte, ¿consideran que podemos ver con los ojos de hoy las letras del ayer?
D: Es complicado porque algo que se hizo antes puede caer en otro entendimiento y caer en una zona a la que no pertenece.
LS: A mi me parece ridículo ese puritanismo. ¡Por favor! son canciones. Entonces, ¿qué va a pasar? ¿Qué pasa con el punk? ¿Desaparece? ¿Cantamos todos el cocowawa y ya está? ¿O canciones religiosas? ¿Cómo va? De todas formas en tiempos de más censura la música siempre ha encontrado camino. Más bien si siguen este tipo de presiones, el arte va a ser más necesario.