'Cecilia Valdés', una zarzuela cubana que mira a los conflictos raciales del siglo XXI
El Teatro de la Zarzuela programa por primera vez en sus 163 años de historia una zarzuela no española, la cubana Cecilia Valdés.
El Teatro de la Zarzuela programa por primera vez en sus 163 años de historia una zarzuela compuesta y estrenada fuera de España, concretamente en el Teatro Martí de La Habana en 1932: Cecilia Valdés. Carlos Wagner dirige esta nueva producción donde la trágica historia de amor de la protagonista sirve para reflexionar sobre los conflictos étnicos y raciales de su época, 1830, y de hoy.
Un simple vistazo al escenario del Teatro de la Zarzuela, rebosante estos días de cañas de azúcar, revela un viaje. El del género lírico español que, después de cruzar el charco e inspirar a sus gentes, regresa transformado. El próximo viernes 24 de enero debuta en este escenario Cecilia Valdés, una zarzuela cubana estrenada en 1932 en el Teatro Martí de La Habana, basada en la novela homónima, también cubana, de 1882 y un referente en el país. Carlos Wagner dirige esta nueva producción donde la trágica historia de amor de la protagonista sirve para reflexionar sobre los conflictos raciales que todavía persisten hoy en día. Y su formidable partitura, de inspiración afrocubana, descubre una nueva paleta de ritmos y sensaciones que no decepcionará a nadie.
“La zarzuela ha viajado al otro lado del Atlántico no solo gracias al éxito de las compañías, sino porque, en un momento de un gran éxodo, los españoles llevaron su propia tradición”, explica Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela. “Cuando llega a América se extiende y esos pueblos se inspiran en sus propias melodías y versos para generar una zarzuela nueva. Y de todo el continente Cuba es la zona más fértil con más de 3.000 partituras registradas”, continúa diciendo. “Me parecía que era el momento de que la zarzuela hiciera el viaje de vuelta porque este teatro, el único en el mundo dedicado a la producción de zarzuela, en 163 años nunca estrenó una zarzuela que no fuera española. Y Cecilia Valdés está basada en una gran novela cubana sumamente popular, bebe de la música popular cubana y es una obra con un lirismo realmente imponente musicalmente”, añade.
La soprano cubana Elizabeth Caballero interpretará a la hermosa criolla Cecilia Valdés, hija ilegítima del rico terrateniente español Don Claudio. Separada al nacer de su madre y criada por una esclava, Cecilia se enamora años después de Leonardo, hijo reconocido de Don Claudio, sin saber ambos que son hermanastros. Más allá del melodrama, ambientado en la década de 1830, “lo interesante es que esta historia habla de los tiempos coloniales sin ocultar la esclavitud y los conflictos raciales y, aunque esté basada en una época pasada, podemos pensar en cuál es la esclavitud que sufre uno mismo, qué nos esclaviza hoy y cómo podemos enfrentarnos a ello”, afirma Caballero, cuya experiencia incluye zarzuelas cubanas como María de la O y El cafetal.
Wagner, director de escena nacido y criado en Venezuela, de padres alemanes y residente desde hace años en Barcelona, explica su aproximación a Cecilia Valdés diciendo: “A mí lo que me gusta mucho, sobre todo en Europa, es subrayar el tema de la esclavitud, el racismo y los conflictos raciales, el día a día de la convivencia de diferentes etnias y razas. Porque hay una tensión, que no es abierta como sí lo fue en Estados Unidos donde sí hubo segregación. Pero está latente. Entonces hemos sacado estos temas un poco más a la superficie”, afirma sobre una cuestión tan presente hoy como cuando se publicó la novela de Cirilo Villaverde o se estrenó la zarzuela compuesta por Gonzalo Roig.
“La esclavitud es quitarle la libertad a una persona y hacerla dependiente de ti para sacar mérito de esa situación. Y esclavitud existe hoy aquí, en África, en Sudamérica, en La India o en Bangladesh. Creo que es un tema del que quizá se debería hablar más: cómo la clase rica está explotando a los indefensos. Pero es que todos los temas de esta zarzuela son súper actuales: el amor, la envidia, los celos, los conflictos raciales o los conflictos de clases sociales. El público se va a sorprender de lo moderna que es”, asegura Wagner.
En lo que respecta a la partitura, donde suenan habaneras, guarachas o guajiras, el director de escena destaca: “hay un coro de esclavos, un palo puramente rítmico con una coreografía impresionante”. Y traza otra conexión con el presente: “Le va a encantar a todos los jóvenes a los que les gusta la música que viene de Latinoamérica, el reguetón y todo eso, porque muestra sus raíces”. Bianco, por su parte, asegura que “hay un lirismo muy arrebatador” en esta zarzuela, con contará con una abundante presencia de percusión en la orquesta. Y añade: “Es una música accesible, placentera, que te incita a moverte en la butaca”.
En un dramón trufado de incestos, traiciones y asesinatos, Wagner ha trabajado especialmente el desarrollo de personajes con el doble elenco, en su mayoría de artistas cubanos, que interpretarán Cecilia Valdés hasta el 9 de febrero: entre ellos, Elaine Álvarez, Martín Nusspaumer, Enrique Ferrer, Homero Pérez-Miranda, Eleomar Cuello, Cristina Faus, Yusniel Estrada o la célebre Linda Mirabal. “Creo que tenemos una mezcla muy bonita entre escenas realistas y psicológicamente coherentes y el lado espectacular de la zarzuela que es baile, música y alegría”, afirma el director.
En la escenografía, de Rifail Ajdarpasic, brilla un impresionante campo de caña de azúcar formado por 700 plantas hechas a mano y fijadas al suelo con tornillos. “Como la obra se mueve entre el campo y La Habana, hay indicaciones de su arquitectura, inspirada en los años 50, igual que el vestuario” de Christophe Ouvrard, apuntó Wagner. Para rematar, la función del miércoles 7 de febrero será retransmitida en directo a través de la página web del Teatro de la Zarzuela y sus cuentas de Facebook y YouTube.
Así presentamos hoy #CeciliaValdés_TZ a los medios.
📻 📸🎥 pic.twitter.com/t1wiNzWFsE— TeatrodelaZarzuela (@TeatroZarzuela) January 20, 2020
En resumen, Cecilia Valdés es una oportunidad para descubrir que la zarzuela no solo viene de España –o como algunos de sus títulos más populares, de Madrid– y disfrutar de una exuberante fiesta de luz y color con ritmo tropical. Además, continúa diversificando la programación de este Teatro, que en la temporada 2019-2020 ya ha subido a sus tablas dos zarzuelas vascas, El caserío en castellano y Mirentxu en euskera; del 2 al 7 de marzo representará Agua, azucarillos y aguardiente en una nueva edición del Proyecto Zarza, zarzuela hecha por y para menores de 30 años; y el 26 de marzo acogerá el estreno absoluto de un título nuevo: Policías y ladrones.