Las diez mejores películas de Pedro Almodóvar
‘Dolor y gloria’ opta este año a dos Oscar, una hazaña que Almodóvar no lograba desde ‘Hable con ella’. Hacemos un repaso a su filmografía
Pedro Almodóvar vuelve a Hollywood, a la Champions del cine, a los Oscar, a la gloria. Y no ha habido nada de dolor en lo que respecta a la última película del manchego. Una de las favoritas para la Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes (que finalmente recayó en la surcoreana Parásitos), se fue de la ciudad francesa con el premio al mejor actor para Antonio Banderas. El éxito de Parásitos y de Joaquin Phoenix hace difícil que Dolor y gloria logre las estatuillas de mejor película internacional y mejor actor (para Antonio Banderas) a las que opta en el Dolby Theater el próximo 9 de febrero. En cualquier caso, el éxito en los Feroz (seis galardones, incluyendo mejor película dramática) hace prever un resultado similar en los Goya, que se celebran este sábado y adonde Dolor y gloria llega con 16 nominaciones. El momento perfecto para repasar las 10 mejores películas de Pedro Almodóvar. De peor a mejor. Más bien, de buena a extraordinaria.
10. La ley del deseo (1987)
Es un tema fetiche de Pedro Almodóvar: hacer películas sobre directores de cine. En este caso, el manchego presenta un triángulo amoroso con personajes interpretados por Eusebio Poncela, Miguel Molina y Antonio Banderas. La ley del deseo se llevó el Teddy Award a la mejor película de temática LGTB en el Festival de Cine de Berlín. Era la primera vez que el certamen entregaba estos premios. Es historia de nuestro cine aquella inolvidable escena en la que el personaje de Carmen Maura le suplica a un limpiador urbano que la empapara de arriba abajo.
9. Dolor y gloria (2019)
Uno de los mayores éxitos del pasado Festival de Cannes, Dolor y gloria le ha proporcionado a Pedro Almodóvar dos nominaciones a los premios Oscar, una hazaña que no repetía desde Hable con ella. De nuevo, una película sobre un director de cine. En este caso, presenta a un realizador entrado en años y aquejado de afecciones físicas y psicológicas que hacen que pierda las ganas de trabajar. Se siente demasiado enfermo para hacer cine y, si no hace cine, empeora su estado de ánimo. La pescadilla que se muerde la cola. Aunque Salvador Mallo está basado en el propio Pedro Almodóvar, el realizador ha asegurado que se trata simplemente de un alter ego y que el personaje es ficticio.
8. ¡Átame! (1990)
Una película imposible de hacer hoy en día. Un hombre recién salido de una institución mental está obsesionado con una actriz porno toxicómana así que decide secuestrarla hasta que se enamore de ella. Una suerte de La bella y la bestia española donde Bella es la siempre sublime Victoria Abril y la bestia es un Antonio Banderas que ofrece una de las mejores interpretaciones de su carrera. Nada menos que 15 nominaciones en los premios Goya. Eso sí, se fue de vacío. Es la película con más candidaturas y sin ninguna estatuilla en la historia de los premios de la Academia española (la que barrió aquel año fue ¡Ay, Carmela!). Fue el principio de la tensa relación entre Pedro Almodóvar y la Academia de Cine.
7. Tacones lejanos (1991)
Pedro Almodóvar estaba un día en un bar cuando vio que, en la televisión del local, una presentadora daba la noticia de un asesinato cuyo culpable todavía se desconocía. En aquel momento, se le ocurrió que sería un puntazo que la periodista dijera en directo: «¡La culpable soy yo!». Esta anécdota, contada por el propio director en distintas entrevistas, es el germen de Tacones lejanos, una película en la que, de nuevo, Victoria Abril hace un trabajo impecable. La tormentosa relación de una madre y una hija que Almodóvar presenta en su novena película le valió, entre otros reconocimientos, el César (el Oscar francés) a la mejor película extranjera y una nominación al Globo de oro como mejor película de habla no inglesa.
6. La piel que habito (2011)
Un cirujano con escasos escrúpulos pierde a su mujer en un incendio y, desde entonces, se obsesiona con crear una piel artificial inflamable que habría podido salvarle la vida. Años más tarde, en la remota casona en la que solía tener su clínica, mantiene cautiva a una misteriosa mujer. Con La piel que habito, Pedro Almodóvar no pudo optar al Oscar a la mejor película en lengua extranjera (galardón que hoy se conoce como mejor película internacional) porque la Academia de Cine de España no la seleccionó para representar a España en estos premios, pero sí obtuvo una nominación al Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa e incluso ganó el BAFTA en la misma categoría (y eso que competía con la respetadísima Nader y Simín, una separación, de Asghar Farhadi).
5. ¿Qué he hecho yo para merecer esto!! (1984)
De nuevo, una película imposible de hacer en 2020. ¿Una madre que consiente que su hijo pequeño se acueste con hombres adultos? ¿Y, encima, en tono de comedia? Complicado de ver hoy en día. ¿Qué he hecho yo para merecer esto!! supuso que, por primera vez, la crítica española se tomara en serio el cine de Pedro Almodóvar. Especialmente tronchantes son los tres personajes femeninos principales: el ama de casa desesperada interpretada por Carmen Maura, la prostituta de gran corazón a la que da vida Verónica Forqué y la abuelita entrañable que colecciona palos (sí, palos, tal cual) y que desea volver a su pueblo encarnada por Chus Lampreave.
4. Hable con ella (2002)
La crítica internacional suele considerar este melodrama sobre una mujer en coma y el enfermero que la cuida como la obra maestra de Pedro Almodóvar. Una nominación al Oscar al mejor director y, además, la estatuilla en la categoría de mejor guion original, un galardón que se le resistió al mismísimo Luis Buñuel, nominado en 1973 en esta categoría por El discreto encanto de la burguesía. Hable con ella es una de las pocas películas en lengua extranjera en recibir semejante reconocimiento en Hollywood, pero, de nuevo, no pudo optar al premio a la mejor película en lengua extranjera porque la Academia española no la seleccionó.
3. Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)
Hilarante. Un diáfano ático es el escenario de la desesperación de Carmen Maura, María Barranco, Rossy de Palma, Julieta Serrano y un vaivén de personajes que viven en el apartamento de Pepa (el personaje al que interpreta Maura) un día surrealista mientras la pobre inquilina del piso solo quiere que su exnovio vaya al piso a recoger una maleta con los últimos restos de su relación. Mujeres al borde de un ataque de nervios supuso la entrada de Pedro Almodóvar en Hollywood (su primera nominación al Oscar, a la mejor película de habla extranjera). Jane Fonda se interesó en comprar los derechos para hacer una versión estadounidense de esta comedia, pero el proyecto no llegó a buen puerto. Finalmente, se estrenó en 2010 una adaptación musical del filme en Broadway.
2. Volver (2006)
Una madre muerta que sale del maletero del coche de su hija para convertirse en peluquera y un crimen cuyas pruebas se ocultan en un congelador. Penélope Cruz ofreció en Volver una de las mejores interpretaciones de su carrera, pero todo el elenco de este drama familiar con tintes cómicos recibió el aplauso de la crítica. De hecho, Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Yohana Cobo y Chus Lampreave ganaron ex aequo el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes, que también le dio a esta película el premio al mejor guion. Volver marcó la primera colaboración entre Maura y Pedro Almodóvar desde que se enemistaran durante el rodaje de Mujeres al borde de un ataque de nervios, 18 años atrás.
1. Todo sobre mi madre (1999)
Una madre pierde a su hijo y va a Barcelona en busca de su padre, un misterioso personaje del que huyó al saberse embarazada y al que nunca le dijo que habían tenido un hijo juntos. La magistral interpretación de Cecilia Roth como Manuela, la madre en duelo, no hace creíble, sino tangible, un guion surrealista que, en manos de otra actriz, habría dado al traste con toda la película. Todo sobre mi madre marcó la consolidación definitiva de Pedro Almodóvar en Hollywood al ganar el Oscar a la mejor película en lengua extranjera. Además, ganó en Cannes el premio al mejor director y el premio del jurado ecuménico. Según el propio realizador, fue la vez que más cerca estuvo de llevarse la escurridiza Palma de Oro.