Festival de Cannes 2021: las joyitas y todo lo que podemos esperar

El Festival de Cannes, la auténtica gran meca del cine –a pesar de lo que digan en Hollywood–, echa a andar esta semana y lo hace en condiciones raras pero con la misma ambición de siempre: marcar la tendencia de la temporada en el Séptimo Arte. Con el ánimo de dejar la pandemia atrás, los organizadores esperan una asistencia de 30.000 personas, 10.000 menos que en 2019 pero que ya saben a vieja normalidad. Mucho mejor que una edición cancelada, como la de 2020.

El certamen se celebra en esta ocasión dos meses después de sus fechas habituales y con todas las esperanzas puestas en la vacunación, las restricciones todavía vigentes, pero con el glamour por bandera –de nuevo y como siempre– en La Croisette. Más allá de la maldita e incesante pandemia, es hora ya de hablar de cine. Estas son algunas de las joyitas y lo que nos espera en Cannes 2021.

Sin representantes españoles ni latinoamericanos por la Palma de Oro

En la lista de aspirantes a la Palma de Oro no busques un título español o latino, porque no hay. Bueno, hay una excepción a medias: la película Memoria, dirigida por el realizador tailandés Apichatpong Weerasethakul y coproducida por Colombia, Tailandia, Reino Unido, México y Francia. En la película, Tilda Swinton interpreta a una horticultora de orquídeas que viaja a Colombia para visitar a su hermana y empieza a oír sonidos extraños. Más allá de esta cinta con algunos toques latinos, la presencia iberoamericana en la Sección Oficial es nula.

Donde sí encontramos representantes latinos es en la sección Un certain regard (Una cierta mirada), en la que se proyectarán dos películas mexicanas, Noche de Fuego de Tatiana Huezo y La civil de Teodora Ana Mihai.

Por otro lado, en cuanto a los españoles, la película Libertad, de la directora Clara Roquet, estará en la Semana de la Crítica; Buñuel: un cineasta surrealista y la versión restaurada de El Camino de Ana Mariscal, en Cannes Classics; los cortometrajes Sycorax, de Lois Patiño y Matías Piñeiro; y The Windshield Wiper, de Alberto Mielgo, en la Quincena de Realizadores; y La caída del Vencejo, de Gonzalo Quincoces, en Cinéfondation. No obstante, en la Sección Oficial olvidémonos. En los últimos 12 años sólo un director español ha competido por la Palma de Oro. Su nombre, claro: Pedro Almodóvar.

Netflix, en fuera de juego

Si bien entre las 24 películas para competir seleccionadas por el jurado presidido por Spike Lee no hay ninguna en lengua hispana, las producciones originales de Netflix siguen brillando por su ausencia.

Las películas del gigante del streaming siguen estando excluidas, a pesar de que esta haya sido una de las vías principales para poder ver películas en pandemia. La polémica sobre las producciones de Netflix persiste en La Croisette, y es que el festival que no acepta que salgan antes en la plataforma que en las salas de cine.

Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes, aseguró recientemente que actualmente mantienen «un diálogo abierto y sincero», pero que ambas entidades están «en desacuerdo». Netflix «da trabajo a la gente del cine», dijo, pero apuntilló: «Denme un nombre de un joven director que haya descubierto. Nuestra misión es hacer emerger a los jóvenes talentos», prosiguió el responsable. No sabemos si con «jóvenes talentos» se refería a Wes Anderson, François Ozon o Nanni Moretti, en liza este año. Talento tienen, la juventud queda en el aire.

Jodie Foster, Palma de Oro de Honor 45 años después de Taxi Driver

La primera gran protagonista de la edición ya ha hecho su aparición en la alfombra roja. Jodie Foster recogía el martes la Palma de Oro de Honor de manos de Pedro Almodóvar, quien en la ceremonia de entrega dejó la siguiente reflexión sobre la actriz californiana: «Quién hubiese pensado que esa niña se convertiría en la artista excepcional que es ahora». Esa niña de la que hablaba Almodóvar no era otra que la jovencísima Jodie que en Taxi Driver, de Martin Scorsese, interpretaba el personaje de Iris «Easy» Steensma. De esa película hace ya 45 años.

Foster dio un emocionado discurso en un francés perfecto –estudió en el Liceo Francés de Los Ángeles–. En él, la actriz –que acudió al acto junto a su mujer, la fotógrafa Alexandra Hedison– mostró su «orgullo de pertenecer a la comunidad» del cine. Cuando Jodie Foster apareció por ahí, el retorno del glamour estaba confirmado.

Las joyitas cinéfilas que nos esperan

Ahora que hemos perfilado lo que supone esta edición del Festival de Cannes, la del retorno del glamour y la ausencia de español y nuevos formatos, vamos con lo importante: el cine. De las películas en competición, y siguiendo las previsiones de la crítica y un criterio propio y particular, entre estas cinco películas estará el relevo de los Parásitos de Bong Joon-ho:

Annette, de Léos Carax: la primera película en proyectarse esta edición suena ya como una de las grandes favoritas. El enfant terrible del cine galo regresa a la gran pantalla con una comedia musical un tanto turbia. En ella, cuenta la historia de Henry (Adam Driver), un monologuista cómico de humor incisivo y de Ann (Marion Cotillard), una cantante de renombre internacional. Centro de todas las miradas, juntos forman una pareja feliz rodeada de glamour. El nacimiento de su primogénita, Annette, una niña misteriosa con un destino excepcional, les cambiará la vida. Carax regresa nueve años después de su última película, Holy Motors.

Benedetta, de Paul Verhoeven: lo nuevo del director de Instinto básico y Showgirls, entre otras tantas, es otra de las joyitas que nos va a dejar la presente edición del Festival de Cannes. La película, que hará las delicias del público lésbico –como ya hizo, hace dos años, Retrato de una mujer en llamas de Céline Sciamma– cuenta la historia real de Benedetta Carlini (Virginie Efira), que se convirtió en abadesa de un convento toscano en el siglo XV y tuvo un romance con otra de las hermanas. Se cuenta que el guionista Gerard Soeteman, colaborador habitual de Verhoeven, rechazó participar en la película por considerarla «demasiado sexual». Y esto en Francia gusta mucho.

La crónica francesa (del Liberty, Kansas Evening Sun), de Wes Anderson: Benicio del Toro, Frances McDormand, Jeffrey Wright, Adrien Brody, Tilda Swinton, Timothée Chalamet, Léa Seydoux, Owen Wilson, Mathieu Amalric, Lyna Khoudri, Steve Park, Bill Murray, Saoirse Ronan. Hay muchísimas razones con nombre propio para pensar que La crónica francesa (del Liberty, Kansas Evening Sun) –en inglés, más sencillo, The french dispatch–, lo último de Wes Anderson, estará peleando hasta el final en Cannes. La película es una carta del amor al periodismo, según el propio Anderson, y para saber más hay que verla.

Red rocket, de Sean Baker: Mikey Saber (Simon Rex) regresa a su ciudad natal de Texas tras años de carrera como estrella del porno en Los Ángeles. Pero no recibirá la más calurosa de las bienvenidas. La sinopsis parece muy apropiada para el público francés. Es lo más reciente de Sean Baker, el artífice de The Florida Project, que irrumpió con fuerza en Cannes 2017. En aquella ocasión, Baker no pudo estar en competición oficial, pero ahora sí, por lo que se ha colado directamente en la lista de lo más esperado del certamen.

Bergman Island, de Mia Hansen-Love: la directora francesa –no podía faltar una mujer, cuatro de ellas están en competición oficial– regresa a Cannes cinco años después de El porvenir, la cinta protagonizada por Isabelle Huppert. Una película que gustará mucho al jurado por su homenaje cinéfilo. La cinta nos sitúa en un verano en el que una pareja de cineastas se instala en la isla sueca de Fårö, donde vivió Ingmar Bergman, para escribir. A medida que sus respectivos guiones toman forma y, en contacto con los paisajes salvajes de la isla, la frontera entre realidad y ficción se desdibuja.