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Del origen incierto de las Fortune Cookies a los Oscar

Pese a su fama, el origen de estas galletas es incierto y hay varias teorías a cada cual más curiosa. Según algunas versiones, se inventaron – como casi todo – en Estados Unidos. Aceptando esa premisa, hay quien asegura que las Fortune Cookies proceden de California pero existen intensos debates sobre a qué ciudad del Estado corresponde atribuir la paternidad.

Del origen incierto de las Fortune Cookies a los Oscar

Sabido es que hay días para todo, efemérides que van más allá del recuerdo de momentos históricos, nacimientos o fallecimientos de personajes más o menos conocidos. Sí, está el Día del Gato, el Día del Número Pi, Día del Inodoro…El 13 de septiembre es el Día de las Fortune Cookies, las famosas galletas de fortuna vinculadas tradicionalmente a la cultura china,

Estas pequeñas galletas en forma de media luna que, al abrirlas, contienen un diminuto trozo de papel con una frase escrita, desde el punto de vista culinario no son ninguna exquisitez, aunque para gustos, los colores. La esencia de estas pequeñas golosinas reside en realidad en los mensajes que esconden y que van, desde consejos prácticos hasta augurios de todo tipo o chascarrillos y frases sin sentido. A esas sentencias hay que sumar la presencia de unos misteriosos números.

Vayamos por partes porque esto tiene más miga de lo que parece. Pese a su fama, el origen de estas galletas es incierto y hay varias teorías, cada cual más curiosa. Según algunas versiones, se inventaron – como casi todo – en Estados Unidos. Aceptando esa premisa, hay quien asegura que las Fortune Cookies proceden de California pero existen intensos debates sobre a qué ciudad del Estado corresponde atribuir la paternidad.

 

'Ya era hora de abandonar esta galleta', es el mensaje.
‘Ya era hora de abandonar esta galleta’.

Una de las hipótesis que barajan los expertos en esta materia, si es que se puede hablar en esos términos, es que la idea original se le ocurrió en 1918 a un tal David Jung, un inmigrante chino que vivía en Los Ángeles y fundador de la compañía Hong Kong Noodle. Al parecer, al hombre le preocupaban los pobres que veía deambulando cerca de su tienda y decidió hacer unas galletitas para repartirlas por la calle. Cada galleta llevaba en su interior una fina tira de papel con una frase inspirada en la Biblia escrita para Jung por un ministro de la iglesias presbiteriana.

Otra teoría sobre el origen de las Fortune Cookies sostiene que fueron elaboradas por primera vez en San Francisco por un inmigrante japonés llamado Makoto Hagiwara, que fue el jardinero que diseñó el famoso Jardín de Té Japonés en el Golden Park de la ciudad. Su historia es también interesante, ya que un alcalde anti japonés le despidió a principios del siglo XX por lo que había hecho, dejándole en una situación bastante precaria. Con el paso del tiempo, ese alcalde fue sustituido por otro que volvió a contratar a Makoto. Como gesto de agradecimiento a las personas que le habían permitido seguir adelante durante ese duro periodo de su vida entre un trabajo y otro, al jardinero no se le ocurrió nada mejor que inventarse unas galletas en 1914 con notas de agradecimiento en su interior. Las llevó al Jardín de Té Japonés y comenzó a servirlas con regularidad y en el año 1915 eran ya tan conocidas que se exhibieron en la Exposición Panamá-Pacífico, en el marco de la feria mundial de San Francisco.

Una tercera teoría afirma que las modernas galletitas ya existían en China en el siglo XIV. Cuenta la leyenda que un sacerdote taoísta y sus seguidores mandaban mensajes secretos dentro de unos dulces con forma de media luna para informar a los rebeldes chinos sobre el mejor momento para atacar a los invasores.

 

La leyenda achaca a un sacerdote taoísta el origen de las galletas de la suerte al elaborar unas en forma de media luna donde escondía mensajes para avisar a los rebeldes chinos del mejor momentos para atacar a los invasores

 

Para otros, el origen hay que buscarlo en Japón. En los tradicionales tsujira senbei o pasteles de arroz que se elaboraban en el santuario Hyotanyama Inari durante el siglo XIX y que llevaban mensajes de la suerte en su interior.

Hay un grupo de entusiastas de estas galletas que cree que la idea comenzó en torno al siglo XIX también y que fueron los trabajadores chinos del ferrocarril en América los que hacían a mano pastelitos con buenos deseos en su interior, se supone que para sobrellevar mejor el duro trabajo al que eran sometidos.

Sea como fuere y sin que haya sido posible aclarar el origen de las Fortune Cookies, lo cierto es que se convirtieron en algo típico en los restaurantes chinos de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Los postres no eran parte de la cocina tradicional china y a los americanos les ofrecían algo que ellos conocían y les resultaba familiar, galletas, pero con un toque exótico.

 

Se avecinan cambios.
Se avecina un cambio, asegura este misterioso mensaje.

Lo que decida el tribunal

Con el paso de los años, su popularidad creció tanto que en 1983 se celebró una especie de juicio en el seudo Tribunal de Revisión Histórica de San Francisco para determinar los orígenes de las Fortune Cookies. Hay que decir que este tribunal ya había decidido sobre cuestiones tales como la veracidad o no de la frase “El invierno más frío que he pasado en mi vida fue un verano en San Francisco”, del escritor estadounidense Mark Twain, o sobre los orígenes del martini, por poner algunos ejemplos de la seriedad y enjundia de los temas tratados por dicha corte.

Respecto a la galletas de la suerte, el juez – un auténtico magistrado de San Francisco – dictó sentencia, como no podía ser de otro modo, a favor de la ciudad en la que él vivía. Entre las pruebas en las que basó su decisión incluyó una galletita que llevaba el siguiente mensaje: “El juez que dictamine a favor de L.A (Los Ángeles) no es muy listo”. No fue tampoco ninguna sorpresa que la ciudad de Los Ángeles criticara la sentencia.

Mensajes para todos los gustos y ocasiones

Si bien hay algunos casos aislados de personas que aseguran que les gusta la textura y el sabor de las Fortune Cookies, a la mayoría lo que les atraen son los mensajes. Ahí está la clave de su éxito. Al principio procedían de la Biblia pero también se incluyeron aforismos de Confucio, frases del famoso fabulista Esopo o del gran Benjamin Franklin. En la actualidad, los mensajes incluyen un abanico inmenso de posibilidades pero abundan las frases crípticas, sin sentido, o consejos para sentirse bien; también las hay sosas o de difícil comprensión. Con posterioridad se incluyeron números para jugar a la lotería que mucha gente usa, y caras sonrientes, bromas e incluso consejos eruditos muy de andar por casa. Su popularidad es tal que los políticos americanos han usado estos mensajes en sus campañas electorales. También, con el tiempo, se han personalizado para bodas y fiestas de cumpleaños. Y aunque la forma se mantiene, también se venden de colores y dibujos de lo mas diversos. Pero las clásicas, las de toda la vida, siguen siendo las preferidas del público.

 

Elaboración de Fortune Cookies en el Jardín de Té Japonés de San Francisco.
Elaboración de Fortune Cookies en el Jardín de Té Japonés de San Francisco.

Los mensajes, al principio se escribían a mano con palillos chinos, pero en 1964, la Compañía Lotus Fortune Cookie de San Francisco automatizó el proceso creando una máquina que introducía el mensaje de la suerte en la masa desplegada recién horneada antes de doblarla. En 1989, Yong Lee creó la primera máquina totalmente automatizada para estas galletas, a la que llamó Fortuna IIIHoy, la mayor empresa del mundo de fabricación de estas galletas, Wonton Food Inc., situada en Long Island, Estados Unidos, comercializa 60 millones de galletas al mes. Un negocio redondo.

Estrellas en el cine y la televisión 

Dado que Estados Unidos considera como propias las galletas de la suerte, no es extraño que hayan dado el salto al estrellato. Se las ha visto en Springfield, sí en la ciudad de los Simpson en algún que otro episodio. En películas de serie B, incluso. Pero donde realmente adquirieron fama mundial fue en la ceremonia de los Oscar, los premios de cine por antonomasia, en 1967.

Billy Wilder, director de películas tan famosas como ‘Con faldas y a lo loco‘, ‘Sabrina‘, ‘Primera plana‘, ‘La tentación vive arriba‘ y tantas otras, dirigió en el año 1966 una cinta titulada, nada más y nada menos, que ‘The Fortune Cookie‘ y que en España tuvo el curioso título de ‘En bandeja de plata‘. Una historia ácida y divertida a partes iguales interpretada por Jack Lemmon y Walter Matthau como actores principales, que marcó el comienzo de numeroso trabajos juntos de gran éxito en la gran pantalla.

Sin duda a Matthau le trajo suerte ‘The Fortune Cookie‘ porque se llevó el Oscar a mejor actor secundario por su papel de Willie Gingrich, un abogado sin escrúpulos y timador, que borda el papel.

 

Walter Matthau, junto al Oscar recibido por su papel en 'The Fortune Cookie' en 1967 (AP/ Foto:David Smith).
Walter Matthau, junto al Oscar recibido por su papel en ‘The Fortune Cookie’ en 1967 (AP/ Foto:David Smith).

Hay quien cree en las sentencias y mensajes que aparecen en las tiras de papel que esconden las famosas galletitas, mientras que para otros es solo un divertimento ver qué les ha tocado y especular en broma con las frases. Y hay quien usa los números que aparecen en esas mismas tiras para rellenar los boletos de la Bonoloto como un acto de fe. Y es que, como decía el famoso torero, ‘Hay gente pá tó’.

 

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