5 interesantes anécdotas sobre el Pompidou
El icónico Centro Georges Pompidou cumple 40 años y sobran los motivos para celebrar su existencia. Si eres amante del arte, la arquitectura o de la ciudad de París, el protagonista de este artículo te resultará familiar pero, ¿por qué no conocerlo más a fondo? Como regalo por su cuadragésimo cumpleaños, desvelamos curiosas anécdotas que no conocías sobre uno de los centros de arte más queridos, odiados, curiosos e interesantes del siglo XX.
El icónico Centro Georges Pompidou cumple hoy 40 años y sobran los motivos para celebrar su existencia.
Si eres amante del arte, la arquitectura o de la ciudad de París, el protagonista de este artículo te resultará familiar pero, ¿por qué no conocerlo más a fondo?
Como regalo por su cuadragésimo cumpleaños, desvelamos curiosas anécdotas sobre el Pompidou, uno de los centros de arte más queridos, odiados, curiosos y romperdores del siglo XX.
1. Muy probablemente, el museo con más apodos del mundo
Hace 40 años, Renzo Piano y Richard Roger sembraron un caos arquitectónico que aún permanece latente. El descomunal armatoste de aspecto tecnológico que de repente aterrizó en París parecía una nave espacial procedente del futuro, y cuatro décadas después, sigue suscitando todo tipo de opiniones y originales sobrenombres.
El radiador, Nuestra Señora de la Cañería (Notre Dame de la Tuyauterie), la Refinería de Petróleo, La Fábrica de Gas, el Hangar… El singular lenguaje formal del edificio, de estética maquinista y contrapuesto al contexto urbanístico del que se rodea, reflejaba las ideas tecnológicas de los proyectos utópicos; arquitecturas ambiciosas, desmontables y transformables, flexibles, lúdicas, móviles y ligeras que a simple vista, a muchos pueden parecerle un montón de chatarra.
La lista de «motes» del Pompidou es casi tan interminable como su colección, y por más que pasen los años, siempre seguirán apareciendo nuevos y originales apelativos con los poder referirse de forma cariñosa o insultante al edificio.
2. Un escenario de cine
En la película Moonraker (Lewis Gilbert, 1979), James Bond se encuentra con el Doctor Goodhead en un sofisticado centro de investigación espacial. ¿Dónde se rodaron estas escenas? Teniendo en cuenta el título de este artículo no resulta demasiado difícil adivinar la incógnita.
Efectivamente, se trata del Pompidou, cuya luminosa arquitectura futurista hace posible que, además de un espacio para el arte, también se convierta en el creíble escenario de una fábrica de transbordadores espaciales.
3. Vandalismo (o arte)
En 2016, el francés Pierre Pinoncelli atacó con martillo el famoso urinario de Duchamp ubicado en el Centro Pompidou. Ya en el 1993, Pinoncelli había orinado en otra versión de La Fuente durante una exposición en Nimes, en el sur de Francia.
«La hice fresca y renovada, creé algo nuevo, algo que Duchamp habría aprobado», aseguró el francés. Según su visión, la acción destructora tenía como objetivo «extraer el urinario de Duchamp de la pompa fúnebre», refiriéndose al museo como contenedor de artefactos inertes.
4. Robo en forma de regalo navideño
El cuadro de Picasso La coiffeuse (La peluquera), pintado en 1911 por el artista malagueño, desapareció del Pompidou en 2001. Valorado en varios millones de dólares, la obra fue localizada en Estados Unidos en el 2014.
Según la policía neoyorquina, la pintura había llegado en un paquete que decía contender una regalo de Navidad de 30 euros.
5. La exposición más exitosa tiene bigote
Las dos exposiciones temporales más visitadas en la historia del Pompidou tienen el mismo protagonista: Salvador Dalí.
En 2013, la retrospectiva Dalí reunió a 790.000 personas, convirtiéndose en la segunda exposición más vista del museo, solo superada por la primera monografía dedicada al pintor catalán en 1979, que atrajo a 840.000 visitantes.