THE OBJECTIVE
Cultura

Entre libros y series: Literatura que se maquilla para la televisión

Las nuevas series de TV revisitan la literatura y a grandes clásicos de Margaret Atwood, Shirley Jackson o Lucy Maud Montgomery.

Si el siglo XVIII fue la ópera y el XIX la novela, al filo del siglo XXI, la llamada Edad de Oro para la televisión, impulsada por canales como HBO o las producciones originales de Netflix ha preparado el ritmo de la realidad ante una nueva cultura que revive los géneros y vanidades de antaño para su reinterpretación en un formato: las series de televisión.

La cantidad de producciones y ficciones que se estrenan cada año son casi imposibles de rastrear, los dilemas éticos y estéticos antes reservados para el cine y los libros hoy se exponen en los guiones de series como Juego de tronos, House of Cards, Mad Men y Westworld. No obstante, los proyectos audiovisuales, especialmente los recientes, se inspiran en relatos ya escritos en tinta por otros cuentacuentos. Y si, la gran mayoría de estas producciones increíbles que invaden la televisión se aferran a lo pretérito de palabras selladas en clásicos de la literatura; es precisamente en los libros en donde se puede entender su naturaleza sin maquillaje.

Un ejemplo de muchos es el de las sagas literarias de ficciones como Harry Potter y Juego de tronos, o adaptaciones de cómics como The Walking Dead y Outcast. Producciones más frescas y virales como 13 Reasons Why o Big Little Lies son también adaptaciones de historias recientes que no pudieron ser contenidas en sus páginas originales. Directores, productores y guionistas recurren a sentimientos pretéritos para reconstruir clásicos ya olvidados, pero clásicos al fin.

Este año, un puñado de series reviven historias imprescindibles para la literatura que tal vez las nuevas generaciones no conocerían de no ser por la televisión. Las criadas distópicas de Margaret Atwood, la casa encantada de Shirley Jackson, la serie de encuentros desafortunados de Lemony Snicket -Daniel Handler- y el mundo encantado del Mago de Oz son algunas de las fábulas que cambian de formato. Antes vale la pena recordarlas en su estado original: el de las hojas de papel.

Entre libros y series: Literatura que se maquilla para la televisión 6
Portada de «The Handmaid’s Tale» de Margaret Atwood, en castellano editado como «El Cuento de la Criada».

Las mujeres distópicas de Margaret Atwood:

En 1985 la escritora canadiense hizo una extravagante e inteligente crítica a la vida de la mujer en la sociedad cuando escribió El cuento de la criada o The Handmaid’s Tale, una de las comunas ficticias de género noveladas más incómodas e incisivas. Atwood creó un cuento de hadas antagónico en donde las mujeres viven y existen para reproducirse, a cualquier costo. En el libro, tras el asesinato del presidente de los Estados Unidos, y la mayoría del Congreso, se instaura un régimen teocrático en los Estados Unidos conocido como la república de Gilead. La mujer y sus ovarios son ahora un objeto de valor indispensable para la nueva República, cuya historia es contada por Offred, una criada que revive el escalofriante cambio del mundo occidental en donde las mujeres pasan de poder manejar sus propios carros y tener su propia habitación, como diría Virginia Woolf, a ser propiedad de unos pocos privilegiados que las clasifican con vestidos de colores según el estado de su aparato reproductivo, por decir algo. Un cuarto propio, una cama, una ventana, unas cortinas blancas y una puerta, nada más lejos de la verdad que quiso explicar Woolf en su época cuando decía que “una mujer debe tener dinero y una habitación propia si desea escribir ficción”.

Esta es una de esas distopías en donde el mundo parece retroceder en el vértice de su propia evolución. Su característica de cuento de hadas no es más que una ilusión para una premisa que reza algo así como: “había una vez una mujer que tuvo nombre y libre albedrío”; ahora las caras cubiertas con velos pasean miradas que solo apuntan al suelo. El perfume y los cosméticos son un lujo reservado para otros, leer escribir o comunicarse está prohibido, al igual que la televisión; las compras se hacen por cupones en tiendas donde filas de mujeres intentan no diferenciarse entre ellas, de nuevo los castigos son públicos y los que no siguen las reglas desaparecen sin preguntas.

 

En 1990 The Handmaid’s Tale fue llevada al cine por Volker Schlöndorff, además tiene una adaptación dramática para la BBC Radio y una adaptación operística realizada Poul Ruders. Esta vez Bruce Miller y Warren Littlefield la versionan para la televisión con Elisabeth Moss (Mad Men) como protagonista.

En un futuro cercano, escenificado en lo que fue una vez Boston, el inconveniente de la infertilidad se resigna a las piernas de las pocas mujeres capaces de dar a luz, ahora un ritual tan impersonal como cepillarse los dientes. El mundo presentado por Miller, una plataforma hermética en donde la religión solo recuerda la pérdida de la humanidad y la estratificación cultural regresa a esquinas bárbaras y retrógradas, es protagonizado por un elenco que incluye a Samira Wiley, Joseph Fiennes, Yvonne Strahovski y Max Minghell. La serie estrena el 26 de abril con un antecedente de críticas impresionadas por el trabajo de los productores.

 

Entre libros y series: Literatura que se maquilla para la televisión 1
Ilustración de portada de «The Haunting of Hill House». Imagen vía BookLovers

La casa encantada de Shirley Jackson:

The Haunting of Hill House es una de las historias de fantasmas más icónicas de la literatura del siglo XX. Escrita en 1959 por Shirley Jackson, la historia se declara desde el inicio con una de esas frases que cuando aparecen te revelan un libro que no querrás dejar para después: “No live organism can continue for long to exist sanely under conditions of absolute reality; even larks and katydids are supposed, by some, to dream. Hill House, not sane, stood by itself against its hills, holding darkness within; it had stood for eighty years and might stand for eighty more.”

La clásica historia de la casa embrujada se defiende al ritmo de Jackson en una combinación de puntos tan comunes como especiales que hacen del libro de todo menos predecible. Hill House es una casa erigida en las inmediaciones de un pequeño pueblo silente ante decenas de historias sobrenaturales, en donde los objetos se mueven solos y las puertas no siempre se abren cuando las necesitas. El investigador de lo “oculto”, el Dr. John Montage, aparta un verano para invitar a tres desconocidos con previas experiencias inexplicables para que acampen en aquel laberinto en donde nadie permanece más de una noche seguida por voluntad propia.

La casa se convierte en un ente separado, con las mismas visiones protagonistas de sus visitantes, la prosa de Jackson lleva hacia un camino en donde los ruidos y las alucinaciones se mezclan con el círculo de personajes que comienzan a depender de sus paredes.

Es inevitable que Poe y Lovecraft no interfieran en el estilo del relato, pero Jackson crea un equilibrio propio en donde el sentido de pertenencia se vuelve el factor más peligroso de la historia. Y si la casa Hill suena como una más entre el montón de lugares embrujados en la literatura es porque lo es; fue Jackson quien popularizó la esencia de este tipo de relatos que han sido reproducidos miles de veces tanto en los libros como en el cine y la televisión.

 

El libro ha sido adaptado a la pantalla grande dos veces en 1963 y en 1999  -con las actuaciones de Liam Neeson, Catherine Zeta-Jones y Owen Wilson- bajo el título de The Haunting. Esta vez su adaptación para la televisión viene de la mano de Netflix y Mike Flanagan en diez episodios que todavía no tienen fecha de estreno.

Entre libros y series: Literatura que se maquilla para la televisión 4
Imagen de portada de «El Maravilloso Mago de Oz» con ilustraciones de Antonio Segura Donat, editado por Alfaguara clásicos

El maravilloso Mago de Oz y las zapatillas de Dorothy

Pocas películas son tan conocidas como el musical de 1939 El Mago de Oz,  considerado por la UNESCO como memoria del mundo, pero de nuevo, la película no existiría de no ser por Lyman Frank Baum y W.W. Denslow. Ambos son el escritor y dibujante original de El maravilloso Mago de Oz, publicado en Chicago en 1900 como uno de los libros de literatura infantil más vendidos y posteriormente editados en el mundo.

L. Frank Baum escribió trece libros más sobre la tierra de Oz, pero fue el relato de Dorothy el que se impuso entre el público. Dorothy, la Bruja del Norte, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata, el León y el Mago de Oz son algunos de los personajes más representativos de la literatura norteamericana, además de ser el origen de muchísimas historias posteriores inspiradas en este mundo de fantasía para niños como las Crónicas de Narnia o la trilogía de La Materia Oscura de Philip Pullman, en donde es difícil no ver las similitudes.

La historia es la de Dorothy Gale, una niña huérfana que vive en una granja con sus tíos en algún lugar de Kansas y que es arrastrada por un ciclón junto a su perro Toto hasta el mundo de Oz. Equipada solo con el beso de despedida de la Bruja del Norte, su perro, su cesta y unos Zapatos Plateados Dorothy debe seguir el camino de ladrillos amarillos mientras intente regresar a su casa y supera todo tipo de aventuras y retos en el camino. La historia no es tan infantil como se cree, ya que entre líneas sigue siendo una alegoría directa a la lucha política y económica en Estados Unidos a fines del siglo XIX, entre otras metáforas más profundas que se pueden explicar en otro texto.

 

Se han montado innumerables adaptaciones teatrales en todas partes del mundo. Judy Garland inmortalizó a Dorothy en el cine en 1939 y en 1974 Liza Minnelli hizo la voz protagonista en una película animada. En el año 1975 se presentó como musical en Broadway y entre comics, series y videojuegos la historia nunca ha dejado de ser versionada.

Esta vez, la nueva adaptación viene de la mano de la NBC bajo el título de Emerald City. El proyecto previsto para la temporada 20142015 fue cancelado y retomado por la cadena en abril del 2015 con una temporada inicial de 10 capítulos.  Desarrollada por Matthew Arnold y dirigida por Tarsem Singh la serie fue estrenada el 6 de enero del 2017 con Oliver Jackson Cohen como Lucas y Adria Arjona como Dorothy en los papeles principales. Esta nueva versión es mucho más “oscura” que el musical, tal vez aferrándose a las ideas escondidas entre las líneas de los libros originales, y adaptándolas a los conflictos sociales que el presente predice para el futuro.

Entre libros y series: Literatura que se maquilla para la televisión
Imagen via Juniper Books.

La fortuna de los huérfanos de Lemony Snicket’s

Al igual que el Mago de Oz, el título de Una Serie de Eventos Desafortunados es públicamente relacionado con Jim Carrey y la película del mismo nombre estrenada en el 2004. Pero de nuevo, la verdadera historia permanece en los libros, publicados entre 1999 y el 2006 por Daniel Handler bajo el seudónimo de Lemony Snicket, e ilustrados por Brett Helquist, esta es una serie de trece libros que relata la vida de los hermanos Baudelaire. De por sí los libros son tan misteriosos como sus relatos, y encierran decenas de referencias literarias y de acertijos que se apoyan en la excusa de las lecturas infantiles para liberarse con un humor negro e inteligente sobre la niñez y sus paredes.

Violet, Klaus y Sunny son tres jóvenes que enfrentan la muerte de sus padres mientras son llevados a vivir con el Conde Olaf, un primero tercero o sobrino cuarto de la familia cuya existencia desconocían. Los libros siguen una especie de rutina en donde Olaf a menudo se disfraza para estar cerca de los huérfanos con la esperanza de robar su fortuna. Los huérfanos intentan entonces pedir ayuda a algún adulto que normalmente los ignora hasta que las pruebas son irrefutables.

Cada uno de los tomos consta de 13 capítulos, excepto The End, que tiene un capítulo extra titulado: «El libro decimocuarto». Existe también el libro de Lemony Snicket: The Unauthorized Autobiography (Lemony Snicket: La autobiografía no autorizada) que narra los eventos de vida del atormentado Lemony Snicket, escrito por el mismo Handler. Por otro lado, el personaje de Beatrice está basado en un amor infantil del propio Handler, y el apellido Baudelaire lo tomó del poeta francés Charles Baudelaire. Se ha dicho que su verdadero hijo, ahora adolescente, Otto Handler, se ha negado a leer los libros escritos por su padre.

El primer tomo en la serie, Un mal principio (The Bad Beginning), fue publicado en 1999 y el decimotercer y último libro, The End (El fin), fue publicado el viernes 13 de octubre de 2006.

En la contraportada de cada libro se muestra una nota de advertencia de las cosas terribles descritas en cada volumen, y se recomienda leer otro libro en vez de ese. Cada volumen comienza con una dedicatoria a la memoria del único amor de Lemony Snicket «Beatrice»:

«Este libro, como en el diccionario, contiene la palabra «nervioso» que significa «preocupado por algo» – podrías sentirte nervioso, por ejemplo, si te sirvieran helado de pasas como postre, porque te preocuparía que te supiese horrible- mientras que la palabra «ansioso» que significa «consternado por una terrible preocupación,» es lo que sentirías si te sirviesen un cocodrilo vivo como postre, porque estarías consternado por una terrible preocupación al no saber si podrías comerte tu postre antes de que él te comiera a ti. Pero contrario a este libro, el diccionario también contiene palabras que son mucho más agradables de contemplar. La palabra «burbuja» está en el diccionario, por ejemplo, al igual que la palabra «pavo real,» la palabra «vacaciones,» y las palabras «La» «ejecución» «del» «autor» «ha» «sido» «cancelada,» las cuales forman un enunciado siempre agradable de escuchar. Así que si llegas a leer un diccionario, y no este libro, podrías saltarte las partes sobre «nervioso» y «ansioso» y leer cosas que no te mantengan toda la noche despierto, llorando y tirándote de los pelos.»

El 13 de enero del 2017 Netflix estrenó su adaptación a la televisión con una serie titulada bajo el mismo nombre y protagonizada por Neil Patrick Harris, Patrick Warburton, Malina Weissman, Louis Hynes y Presley Smith. Por ahora cuenta con una primera temporada de ocho capítulos.

Entre libros y series: Literatura que se maquilla para la televisión 7
Imagen vía Simon & Schuster.

 

Anne of Green Gables o Ana, la de Tejas Verdes es un libro escrito por la canadiense Lucy Maud Montgomery y publicado por primera vez en 1908. La historia es la de Anne Shirley, una niña huérfana que vive en un pequeño pueblo pesquero ficticio en la Isla del Príncipe Eduardo, donde se desarrolla la historia a principios del siglo XX. Considerada un tesoro nacional por el pueblo canadiense, la novela  ha vendido mundialmente alrededor de 50 millones de copias.

En el momento en el que transcurre la historia las mujeres todavía se dedicaban a ser amas de casa y esposas, los cánones de belleza se expresaban bastantes distintos a los de la actualidad, al igual que el valor de la mujer en la sociedad y sus limitaciones graduales. La vida de Ana Shirley continuó en una secuela de ocho libros ordenados según la edad de Ana por la escritora.

Existen varias versiones audiovisuales, entre ellas una miniserie televisiva que se rodó en 1985, con el nombre de «Ana de la pradera», además de una versión animada.

En el 2016 Netflix se unió a la cadena canadiense CBC y la productora Northwood Entertainment para grabar una nueva miniserie inspirada en el libro. «Anne» se producirá bajo la dirección de Niki Caro con una primera temporada de ocho episodios que sería grabada en Ontario, Canadá.

Save

Save

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D