Vale, no queríamos que volviera, pero ya que no hay opción hacemos el ejercicio de elaborar una lista de deseos: ¿qué pasará con estas mujeres?
Ha pasado lo que se temía: Big Little Lies, esa joya con principio y final que se emitió este año originalmente como una miniserie, tendrá una segunda temporada. Como ya se argumentó, también en The Objective, la serie protagonizada por Reese Whiterspoon y Nicole Kidman tuvo un final brillante y culminó su historia de una forma a la vez satisfactoria y abierta, pero el dinero es el dinero y estos tiempos de hacer televisión como churros producen decisiones de este tipo. Sí, se ha dicho que no tiene que ver con el dinero, que Reese y Nicole (productoras también y las responsables de aprobar o no una nueva entrega) se decidieron a hacerlo cuando luego de muchas conversaciones se dieron cuenta de que la historia podía tener más que contar y, si ya no existe la opción de venerar este finito número de episodios, pues habrá que imaginarse qué queremos que nos cuenten en los capítulos que vendrán.
Big Little Lies, como ya dijimos, no es la primera en alargar un relato que parecía finalizado. Stranger Things lo hizo y llenó de pánico a unos fanáticos que este otoño vieron calmadas sus angustias con una segunda temporada excelente (obviando el absurdo episodio de los punks… todos sabemos cual) y otra arriesgada, por no decir completamente inviable y absurda, continuación es la 13 razones, una serie hecha, hasta su propio nombre lo dice, para contar una historia con un principio, un final y trece razones que ya se abordaron. Pero Big Little Lies no es 13 razones, estas mujeres y David E. Kelly tienen mucho más pedigrí y experiencia, por ende, tenemos esperanzas de que ya que continua, lo que viene sea bueno. Pero ¿qué es lo que estamos esperando?
El primer error que podría cometer una segunda temporada de la serie es seguir obsesionada con la responsabilidad del asesinato (si recuerdan bien la detective no está convencida de que haya sido un accidente o un caso de defensa propia) y convertir la historia de estas interesantes mujeres en un juego de gato caza ratón. Lo ideal sería que, tiempo después de los traumáticos (y catárticos, no lo vamos a negar) eventos de la primera temporada, volvamos a ver las vidas cotidianas de las protagonistas.
Celeste
Una de las cosas más interesantes será ver la vida de Celeste (Kidman) ahora que su abusivo esposo ha muerto y vuelva a trabajar. Como sabemos en esta comunidad las mujeres profesionales no son bien vistas (sólo miren a la pobre Renata), pero Celeste tiene el apoyo Madeline (Whiterspoon), la abeja reina de las madres del colegio, y además cuenta con los puntos a favor de que está recuperando su vida, su autonomía y su autoestima… y si podemos seguir viendo sus sesiones con la excelente terapeuta que tiene pues es un bonus.
Otro punto que requiere desarrollo es cómo los gemelos van a manejar la muerte de su padre, la vuelta de su madre al trabajo y sus conductas abusivas, por lo menos de uno de ellos, aprendida de su padre. Celeste tendrá que navegar aguas complicadas en una nueva temporada y eso, tomando en cuenta el brillante trabajo de Kidman, es un regalo para los espectadores.
Madeline
Puede que sea la reina abeja del panal de las madres de Monterey, pero Madeline está al borde de un verdadero colapso. Tras la muerte de Perry (Alexander Skarsgard), puede que sus tendencias a desmoronarse hayan empeorado. Su matrimonio no va bien, no tiene una idea clara de qué quiere de su vida y hay todavía un affair que cuelga como espada de Damocles sobre su cabeza.
La historia de Madeline puede ser la más simple y por ende la más complicada de continuar. Witherspoon ha hecho un trabajo impresionante construyendo a una persona capaz de enganchar, seducir y repeler, pero los dramas de la vida de Madeline, en comparación con otros, son menores y más difíciles de explorar si no se maneja bien.
Un punto a tomar en cuenta: ¿Alguien recuerdas las miradas furtivas de su esposo a su hija adolescente? Sutiles, pero presentes, pueden significar un gran problema en el futuro de este personaje.
Jane
Bueno, Jane (Shailene Woodley) puede decir que vivió literalmente sus fantasías de venganza con el hombre que la violó, que resultó ser Perry. Pero ¿qué pasa ahora? ¿Su muerte cambia el estado de estrés postraumático de la chica? ¿Y qué pasa con su hijo, hermano de los gemelos de Celeste? La suposición es que veremos a Jane intentar lidiar con su trauma de formas más constructivas y navegar el tener que contarle a un niño cada vez más mayor y más perspicaz el secreto de cómo fue concebido… y luego tener que lidiar con el horror que eso implica.
Y en una nota más ligera, probablemente la veamos salir con el chico de la cafetería… Jane se merece una relación feliz.
Bonnie
Bueno, bueno, bueno… Bonnie (Zoe Kravitz), esa belleza zen y joven resultó ser la que empujó a Perry por las escaleras (no se lo reprocha nadie, la verdad) y la serie insinuó que en su pasado hay algo que puede haber colaborado a que su reacción fuese tan intensa en defensa de mujeres que casi no conoce. El libro en que está basada la serie lo expresa claramente: Bonnie tuvo un padre que abusaba de su madre y eso ha marcado su vida y quién es. No es de extrañar que esto salga a la luz en nuevos episodios, asi como una nueva visión de un matrimonio abusivo y sus traumáticas consecuencias.
Renata
Laura Dern es un placer haga lo que haga y Renata es un gran personaje. Sí, su historia tiene poco a dónde ir (aunque suponemos que seguirá explorando sus diferencias con su marido a la hora de criar a su hija y la intimidación que le genera a él que sea ella la más exitosa de la casa) pero definitivamente tendremos Renata intensa (se dice que habrá otra trama con su hija y una maestra) para rato y eso siempre es un placer.