Qué visitar en los países que cumplen 100 años en 2018
En 1918 terminó la Primera Guerra Mundial, que por entonces conocían como la Gran Guerra y que se saldó con 22.477.500 bajas en el lado de los Aliados, y con 16.403.000 en el de las Potencias Centrales. Además del trauma que supuso una contienda de tales dimensiones, hubo otra serie de efectos colaterales. Uno de los principales fue que, terminada la guerra, el mapa de Europa sufrió un cambio sustancial dada la secesión de las provincias del Imperio austrohúngaro o, por ejemplo, que en la revolución rusa había comenzado tan sólo un año antes, en 1917.
En 1918 terminó la Primera Guerra Mundial, que por entonces conocían como la Gran Guerra y que se saldó con 22.477.500 bajas en el lado de los Aliados, y con 16.403.000 en el de las Potencias Centrales. Además del trauma que supuso una contienda de tales dimensiones, hubo otra serie de efectos colaterales. Uno de los principales fue que, terminada la guerra, el mapa de Europa sufrió un cambio sustancial dada la secesión de las provincias del Imperio austrohúngaro o, por ejemplo, que en la revolución rusa había comenzado tan sólo un año antes, en 1917.
El resultado de esto es que cien años después, en 2018, hay una buena lista de países que cumplen su centenario. Aprovechando esta circunstancia, recopilamos algunos lugares que visitar en estas naciones centenarias.
Islandia
Islandia se independizó de Dinamarca en 1918 y hoy en día es uno de esos destinos turísticos de moda. Esta nación centenaria es conocida como la isla del hielo y el fuego, y quienes la describen así no lo hacen por capricho. Entre sus 103.000 kilómetros cuadrados se esconden montañas, ríos, precipicios, cascadas, volcanes y glaciares increíbles. El país tiene cinco veces más turistas que habitantes. Su capital, Reikiavik, es una de las ciudades más limpias, verdes y seguras del mundo. Además, Islandia es referente mundial por su amplia lucha contra la desigualdad de género y por su inclusión de minorías. Este pequeño paraíso social tiene numerosas atracciones turísticas, sin olvidarnos del espectáculo que proporcionan sus auroras boreales, pero destaca sobre todas la ruta del Círculo Dorado (Gullni hringurinn). En este recorrido se agrupan tres de los parajes naturales más visitados y más conocidos de Islandia: la cascada de Gullfoss; el valle de Haukadalur, conocido por sus geiser; y el valle y la falla de Thingvellir.
Bielorrusia
Los territorios bielorrusos fueron adquiridos por el Imperio Ruso durante el reinado de Catalina II, y permanecieron en esa condición hasta su ocupación por el Imperio alemán durante la Primera Guerra Mundial. Bielorrusia se independizó en 1918, con el apoyo de Alemania, pero esta circunstancia duró muy poco, ya que al terminar la Gran Guerra y tras la derrota de los alemanes, la nueva república cayó bajo la influencia de los bolcheviques y el Ejército Rojo. De 1919 a 1991 formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), pero este año celebra sus cien años de independencia. Hoy en día, Bielorrusia esconde un buen puñado de tesoros que visitar. Y los esconde muy bien: durante muchos años, entrar en Bielorrusia no era fácil ni habitual. Para ingresar en el país, y según los motivos del viaje, era necesario solicitar un visado especial. Esto ha hecho que el país se haya mantenido como un lugar cargado de misterio. Desde 2017, Bielorrusia ha comenzado a abrir sus puertas. A destacar está Minsk, la capital bielorrusa. A pesar de que quedó poco en pie tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, parece que los trabajos de reconstrucción y restauración han sido muy eficientes. La ciudad cuenta con una veintena de edificios oficiales, así como museos, bibliotecas, teatros y todo tipo de monumentos que contienen una vida cultural activa durante todo el año. Durante los meses de verano se puede disfrutar de su famoso festival de poesía.
Azerbaiyán
En 1918 se estableció la República Democrática de Azerbaiyán, que se separaba de Rusia y se convertía en la primera república secular y democrática en el mundo islámico. Como en el caso de Bielorrusia, esta situación no duró demasiado, ya que pasó a formar parte de la URSS desde 1920 hasta su independencia total en 1991. El nombre de Azerbaiyán se ha hecho notar mucho en los últimos años, especialmente gracias a que fue sede del festival de Eurovisión en la edición de 2012 y a que ha patrocinado a un equipo grande de la primera división española, el Atlético de Madrid. El turismo es una parte importante de la economía azerbaiyana, especialmente aquel relacionado con la salud. Gracias a su diversidad geográfica, en Azerbaiyán es posible encontrar nueve de los once climas existentes en la clasificación climática de Köppen. Como monumentos históricos destacan el Palacio de los Shirvanshahs, la Torre de la Doncella y el resto de recinto amurallado de su capital, Bakú, que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
Lituania
Lituania ya había sido un país independiente antes de 2018. A mediados del siglo XIII las tribus lituanas se unieron y nombraron como rey a Mindaugas, lo que supuso un ducado que se unió a Polonia en 1385. A lo largo del siglo XVIII Lituania terminó bajo dominio ruso. Al igual que en el caso de los otros dos países bálticos, su independencia duró hasta la Segunda Guerra Mundial, y en 1940 el país pasó a ser parte de la URSS, hasta que en 1991 volvió a proclamar su soberanía. Lituania, que ya es miembro de pleno derecho de la Unión Europea, tiene una vasta historia detrás. Su capital, Vilnius, es una ciudad pequeña y manejable para los turistas, y que puede recorrerse todo su centro a pie en un par de horas. La ciudad destaca por sus edificios de estilo barroco, especialmente sus iglesias, la Plaza de la Catedral es el punto neurálgico de la ciudad de Vilnius. En ella destaca especialmente la catedral de San Stanislaus y San Vladislav.
Estonia
La República de Estonia, que también recuperó su independencia en 1918, forma parte desde 2004 de la Unión Europea (UE) y de la OTAN. Este país báltico mantuvo su independencia y su democracia hasta 1934, cuando tras la Gran Depresión se disolvió el parlamento y se instauró un régimen autoritario. No fue hasta 1940 cuando Stalin depuso el gobierno de Tallin y Estonia pasó a componer la URSS. En Tallin, su capital, hay un gran número de monumentos históricos. Destaca la Catedral de Alexander Nevski, un templo ortodoxo de 1895 construido por el ruso Mikhail Preobrazhensky y que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1997.
Letonia
Letonia, que se independizó en 1918 y fue anexionada por la URSS en 1940 – y muy disputada por los soviéticos y los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial –, cierra nuestra lista de países que cumplen 100 años en 2018. A destacar está el Palacio de Rundāle, uno de los dos palacios barrocos más importantes construidos por los Duques de Curlandia, que data de 1768, y que ahora es un museo y una de las principales atracciones turísticas en Letonia.
