Claves sobre la nueva directiva europea de derechos de autor
¿Censura o protección a los creadores? Así te afecta el nuevo marco normativo
Ya está aprobada. Para bien o para mal, la polémica reforma sobre derechos de autor en el entorno digital ya es una realidad al haber obtenido esta semana el visto bueno del Parlamento Europeo, que la ha respaldado con 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones. El controvertido texto ha recibido el aplauso de los creadores y el rechazo de distintos activistas y organizaciones.
El Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) considera que la normativa «es un texto que tiene en cuenta la contribución de los creadores al patrimonio inmaterial» y, por eso, los miembros de la entidad se han mostrado «muy satisfechos de que haya salido adelante». La asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual (Adepi), por su parte, cree que la Unión Europea ha dado «un paso de gigante en beneficio de creadores y ciudadanos europeos».
El @Europarl_EN ha aprobado la nueva Directiva de #propiedadintelectual con 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones. Europa ha dado hoy un paso de gigante en beneficio de #creadores y ciudadanos europeos #cultura #música #cine #libros #derechosdeautor #gestióncolectiva pic.twitter.com/kghZaGzOzJ
— Adepi (@adepi_es) March 26, 2019
Desde el bando opuesto, la eurodiputada alemana del Partido Pirata Julia Reda, una de las voces más contrarias a la reforma, ha hablado de «jornada negra para la libertad en internet».
Pero ¿en qué consiste esta nueva normativa? A continuación, algunas claves para entenderla.
¿Quién es el principal afectado?
El internauta medio no es el objetivo de esta normativa, según el propio Parlamento Europeo, que asegura que «la propuesta de directiva no se dirige a los usuarios particulares», sino que, «por el contrario, afectará sobre todo a las grandes plataformas de internet y a los agregadores de noticias -empresas como YouTube, Google News o Facebook- obligándoles a remunerar correctamente a artistas y periodistas, cuyas obras monetizan».
¿Por qué existe esta normativa?
La Eurocámara ha explicado que «la propuesta de directiva sobre los derechos de autor en el mercado único digital tiene por objeto garantizar que los creadores (por ejemplo, músicos o actores), los editores de prensa y los periodistas se beneficien de la difusión de su trabajo en internet igual que cuando se hace por otros canales». Esgrime que, «en la actualidad, debido a las normas obsoletas sobre derechos de autor, son las plataformas en línea y los agregadores de noticias los que cosechan todos los beneficios, mientras que los artistas, los editores de prensa y los periodistas ven como su trabajo circula gratuitamente y solo en el mejor de los casos reciben una pequeña remuneración por ello».
Retribución a los medios de comunicación
La reforma, que modifica a la anterior normativa, que data de 2001, prevé la creación de un «derecho afín» a los derechos de autor para la prensa. El objetivo es que plataformas como Google News o Facebook remuneren mejor a los medios de comunicación por los artículos que utilizan de ellos. Los medios negociarán con estas plataformas cómo y a qué precios pueden utilizarse sus artículos, que quedarán protegidos durante dos años. Es una suerte de tasa Google como la que ya existe en Alemania o España.
Los hipervínculos que comparten los internautas entre sí o las «palabras aisladas» para describir su contenido estarán exentos de cualquier obligación respecto a los derechos de autor. Los snippets, cortos extractos de los artículos, también quedarían fuera del campo de aplicación, si bien la directiva no define su número de palabras. Esto deja un cierto margen de interpretación a las diferentes capitales, cuando inicien la transposición del texto en su legislación nacional.
Compensación a los creadores
Para evitar que, por ejemplo, plataformas como YouTube puedan lucrarse gracias a obras sobre las que no tienen derechos -como canciones-, se ha establecido que «las empresas deben pagar por los contenidos que utilizan para obtener beneficios». Una de las soluciones que más se han barajado a la hora de estudiar cómo lograr esta meta es que estas compañías deberán utilizar filtros que detecten contenidos sujetos a derechos de autor para evitar que se suban. Esto ha hecho que una de las palabras más escuchadas durante el debate de esta medida haya sido «censura».
¿Habrá entonces censura?
Aunque en la práctica los filtros que detecten y eliminen determinados contenidos son la opción más susceptible de proliferar, el Parlamento se ha querido cubrir las espaldas al decir que «el proyecto legislativo establece un objetivo«, que es que «una plataforma en línea no debe ganar dinero gracias al material creado por personas sin pagarles por ello», pero que «no especifica ni define los instrumentos, los recursos humanos o las infraestructuras que pueden ser necesarios para impedir la aparición de contenidos no remunerados en un sitio» y que «no hay, por lo tanto, ninguna exigencia en materia de filtros para la carga de contenidos». Sin embargo, admite que, «si las grandes plataformas no desarrollan otras soluciones innovadoras, pueden acabar utilizando filtros».
Un segundo… ¿y los memes?
El mundo tuitero ha puesto el grito en el cielo al entender que quizás estaban contados los días en los que se reproducían obras de arte ajenas con fines humorísticos.
Ha llegado el día pic.twitter.com/PBO35UyS2X
— Madriz Memes (@madriz_memes) March 26, 2019
Sin embargo, el Parlamento ha intentado calmar los ánimos al asegurar que memes, GIF y contenidos similares «quedan más protegidos que antes, ya que hasta ahora estaban cubiertos por las diferentes legislaciones nacionales, con las consiguiente divergencias». Concretamente, la Eurocámara informa de que «el proyecto legislativo contiene disposiciones específicas que obligan a los Estados miembros a proteger la libertad de subir y compartir contenido con intención de citar, criticar, caricaturizar, parodiar o imitar. Obviamente, esto garantizará que los memes y los GIF sigan estando disponibles».