'Me llamo Gennet', la increíble historia de la primera persona sordociega que logra un título universitario en Europa, salta al cine

El periplo vital de Gennet Corcuera desde un orfanato de Etiopía en el que fue abandonada con dos años hasta su actual e independiente vida en Sevilla, donde trabaja como profesora de educación especial, ha inspirado este filme, en el que participa como actriz interpretándose a sí misma.

En el verano de 2012 Gennet Corcuera saltó a los medios tras convertirse en la primera persona sordociega que lograba un título universitario en Europa, concretamente la diplomatura en Educación Especial, en Madrid. Su increíble historia desde un orfanato de Etiopía, donde fue abandonada a los dos años, hasta su adopción y posterior traslado a Madrid, pasando por cómo fue adaptándose a su nueva vida, aprendió a comunicarse y fue avanzando por las distintas etapas educativas hasta alcanzar una vida independiente en Sevilla, donde a sus 38 años trabaja como profesora en un centro de educación especial, bien podía inspirar un filme, que después de tres años de trabajo verá la luz el próximo 5 de abril.

ME LLAMO GENNET (Tráiler 2min) from Acca Media on Vimeo.

“Yo conocí la historia de Gennet hace cinco años leyendo el periódico y pensé, alguien va a hacer esta película. Pero el tiempo pasaba y no ocurría, así que decidí hacerla yo mismo”, afirmó Miguel Ángel Tobías, director, guionista, productor e incluso actor de Me llamo Gennet. “Una amiga mía resulta que es la amiga más íntima que Gennet tiene desde los 12 años en España. Ella nos puso en contacto, con lo cual todo fue muy fácil”, a pesar de que su primer encuentro se produjo solo un mes después de que la madre adoptiva falleciera.

“Le planteé que quería hacer un documental sobre su vida y me dijo que sí por dos razones. Primero, como un homenaje a su madre. Y segundo, para contar al mundo que si las personas sordociegas tuvieran las mismas oportunidades que ella ha tenido, estarían integrados en la sociedad”, explicó Tobías, creador del formato Españoles por el mundo y artífice de varios documentales de temática social, mientras recordaba que en España hay 100.000 personas sordociegas, cifra que en Europa asciende a los tres millones.

Un documental que se transformó en película y terminó de grabarse en Etiopía

Tras recibir el sí por parte de Gennet, Tobías comenzó el proceso de guion junto a Javier Quintanilla y Jon Ander Santamaría. “La entrevistamos durante 15 días y en los ocho meses posteriores hablamos con 45 personas de su entorno, compañeros, profesores, amigos, mediadores e intérpretes, que completaron el dibujo”, explicó.

Como un ser vivo, este proyecto fue mutando a medida que avanzaba, comenzando por el rodaje. “Mi idea era grabar un documental, pero después de ver a Gennet moverse, le pedí que se interpretara a sí misma. Yo le iba explicando toda la película, relatando todo el entorno y diciéndole cómo hacer las cosas a través de la intérprete”, aseguró Tobías, que a mitad de grabación tuvo que cambiar de nuevo sus planes al descubrir la existencia del padre Juan, intermediario en el proceso de adopción de Gennet en Etiopía que 40 años después sigue trabajando con los más necesitados. “Decidí terminar la película en África, con todos esos recuerdos de la primera infancia” que Gennet todavía conserva.

“Nosotros no nos acordamos de los 0 a los 2 años de vida porque nuestro cerebro ha metido tanta información después que aquello se ha borrado, pero ella solamente vio y oyó en ese momento, entonces ese disco duro no se ha borrado. Es espeluznante pensarlo y a la vez fantástico y maravilloso. Ella recuerda algunos detalles visuales y auditivos”, como su casa, su familia y, sobre todo, a su padre.

Cómo contar una vida de silencio y oscuridad

El metraje comienza utilizando la parte más documental del proyecto, esto es, el día a día de Gennet en su casa, desde que se levanta y prepara el desayuno hasta que va al trabajo: el único centro residencial especializado en sordoceguera que hay en España. La cámara acompaña a Gennet mientras hace la comida, se desplaza o disfruta de su ocio. Como ella misma cuenta, siempre a través de las manos de los demás y las nuevas tecnologías. “Me parece fascinante sorprender al espectador de esta manera. Podía haber grabado otra cosa para eliminar esta parte, pero creo que cuando empiezas a cortar, hacer un plano medio y luego uno corto, el espectador sabe que le estás engañando, que tú estás contando lo que quieres contar. Creo que es muy importante que, en el tiempo actual en el que estamos, el espectador pueda ver a Gennet y, sobre todo, que entienda el nivel de dificultad que hay en cada uno de sus movimientos”, asegura Tobías.

A través de una voz en off que representa su yo interior, y del proceso de escritura en su ordenador, saltamos a Etiopía y la terrible hambruna de 1984, momento en el que Carmen Corcuera, suegra del embajador de España en Addis Abeba, conoció a Gennet en el centro de acogida en el que trabajaría durante tres años hasta completar su proceso de adopción. Después la pequeña llega a Madrid y la cinta narra sus dificultades para conectar con un mundo que no podía ver ni oír, y su aprendizaje en un colegio de educación especial de la ONCE, donde por primera vez convive con personas como ella. El relato continúa con su paso por el instituto y la universidad, en ambos casos en centros inclusivos donde estudia con personas sin discapacidad gracias a la ayuda de mediadores e intérpretes. Y muestra el sufrimiento de la joven ante la enfermedad de su madre, que en los últimos años llegó a olvidarla por culpa del Alzheimer.

Miriam Díaz-Aroca, Ángela Molina, Miki Molina, Zewdu W. Mariam y el propio Tobías protagonizan esta producción de Acca Media y TVE, en colaboración con la Fundación Telefónica y la Fundación Historias Que Deben Ser Contadas, creada también por Tobías. La distribución de Me llamo Gennet correrá a cargo de Versión Digital. Y la película será accesible para las personas con discapacidad sensorial gracias a la audiodescripción y el subtitulado.

El 4 de abril se preestrenará Me llamo Gennet en 100 cines de toda España. La recaudación íntegra de este pase solidario estará dedicada a la Asociación de Sordociegos de España (ASOCIDE). Además, el 10% de los beneficios de la recaudación posterior de la película irá a la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España (FASOCIDE).

“Esto no es una película normal, aunque yo la defiendo cinematográficamente, pero creo en el valor del audiovisual para cambiar el mundo”, sentenció Tobías, que aseguró que, finalizado el recorrido por las diferentes ventanas de exhibición, ofrecerá Me llamo Gennet gratis en internet. Porque el objetivo de todos, y especialmente el de Tobías y Gennet, es sensibilizar al espectador.

“Lo fascinante de ver esta película es que te da una bofetada en la cara y te dice, es que se puede porque ella viene de la peor situación imaginable: África, hambruna, pobreza, discapacidad, abandono, adopción. Si Gennet ha sido capaz de hacer lo que ha hecho, qué no puede hacer la sociedad”, aseguró Tobías. “Cuando Ángela Molina le dice en la película lo has conseguido, ella le responde no, lo hemos conseguido todas, todas las personas que han contribuido a su éxito: mi madre, los profesores, los intérpretes, en definitiva, la sociedad. Gennet tiene esa conciencia clara de que es a través de la ayuda de muchos que uno consigue lo que se propone”, continuó diciendo el director.

“La película hace que cada uno se plantee y piense qué puede hacer desde su posición dentro de la sociedad. Y yo quiero apelar a los políticos, que son los que tienen el poder, y preguntarles qué hacemos con la lengua de signos, qué hacemos con la educación en las escuelas, cómo seguimos integrando e incluyendo a las personas con discapacidad”, cuestionó Tobías para concluir: “Además, todos, si tenemos suerte, vamos a terminar siendo discapacitados porque si no significa que estaremos muertos. Todos vamos a acabar siendo dependientes, de manera que, mientras estamos bien, tenemos la obligación de hacer lo que podamos porque va a llegar un día en el que seamos nosotros los beneficiarios de esa conciencia social, política y empresarial”.