Ciudad Jara: "Los límites de la censura nos tienen tan cercados que no compones de una manera natural"
«Hay veces que con la música estás generando un altavoz alternativo para muchísimos jóvenes»
Durante más de una década, desde 2006, Pablo Sánchez fue compositor y vocalista del grupo La Raíz. Música enérgica, festivalera, con temáticas sociales, de denuncia, que hacía bailar y cantar al público durante horas y horas. Ahora, el artista ha dado un giro a su carrera y llega con Ciudad Jara, un proyecto personal muy diferente al del grupo que coincidió en sus momentos álgidos con cambios y movimientos sociales con el 15-M.
Su primer disco, Donde nace el infarto, ha visto la luz en febrero y el primer concierto que anunció, en Madrid, agotó las entradas tan rápido que dio una segunda fecha a los pocos días, con la que también colgó el cartel de sold out.
Ciudad Jara probablemente le deba una buena parte de ese éxito tan rápido a la fama que ya tiene Pablo Sánchez. Sin embargo, este proyecto personal del cantante y compositor no tiene mucho que ver con La Raíz. Con Ciudad Jara, Pablo Sánchez quiere dar rienda suelta a “esas inquietudes artísticas que tienes de intentar plasmar cosas más personales y de hurgar en todas tus emociones”, nos cuenta en la redacción de The Objective el cantante de Gandía.
Estas inquietudes “ya estaban apareciendo cuando estaba componiendo el último disco de La Raíz, pero claro no podía plasmarlo porque La Raíz tenía un concepto súper claro y súper concreto y si quería hacerlo, no había cabida en ese sitio”, explica al contar por qué dejó el grupo.
Otro de los motivos fue el nacimiento de su hija Jara, que da nombre a esta nueva etapa artística de Pablo Sánchez. Jara “fue uno de los motivos principales por los que decidí tomar una deriva artística, así que no solo por ese motivo, sino también porque es mi hija y quería tenerla de alguna manera dentro” del proyecto. “Jara es el nombre de ella y ciudad, porque quería intentar transmitir la idea de colectividad, dentro de que sea un proyecto personal, que vamos así con todo, con una banda”, añade.
A pesar de ser un trabajo más personal, Pablo Sánchez no quiso darle su nombre y decidió optar por algo que sonara más a grupo, a banda. “Me asustaba un poco encasillarme en el estilo de cantautor y todo eso con el nombre propio. Por un lado eso, por otro, Pablo Sánchez no es que sea ninguna maravilla”, dice entre risas. “Además, también me apetecía sentirme en un concepto de banda porque me siento más arropado y me parece algo que va más conmigo”.
Aún con nombre de banda, Ciudad Jara es lo más íntimo que conocemos hasta ahora de Pablo Sánchez. De cantar sobre corrupción, sobre política, de la denuncia social, el compositor ha pasado a escribir nanas a su hija.
Ahora tiene que poner toda esta emoción encima de un escenario. Y eso, para alguien que reconoce no disfrutar del todo con los baños de masas, con las giras, puede no ser lo más fácil. Sin embargo, Pablo Sánchez lo ve menos complicado que lo que hacía en los conciertos de La Raíz. “No lo sé porque aún no lo he probado, pero yo creo que es más fácil, aunque es paradójico porque yo voy a tener que mostrarme más desnudo, es hablar sobre mí, es ser totalmente el centro, el eje”. Sin embargo, añade, “te sientes un poco más identificado y como que tienes más herramientas de defensa porque estás hablando sobre ti”.
Además, se añade la facilidad de que, por el momento, no tiene ese “fenómeno fan” que tenía La Raíz. “Se generó un fenómeno fan muy desfase, muy tocho, y a mí eso me podía. No es que sea tímido, pero no me lo paso súper guay en las giras. Cuando acaba el concierto recojo y me voy al hotel y me quiero ir a casa”, señala.
Ahora, le queda un poco el miedo de que esto ocurra otra vez. “Sí, me da un poco de miedo, pero ya te digo que percibo otra energía, no es lo mismo”, admite. “La gente está, no sé, está muy atenta a lo que quieres transmitir, a lo que has pensado, cómo lo estás interpretando, es diferente”, explica.
En este nuevo proyecto, Pablo Sánchez quiere que la gente lo escuche por su arte, no quiere que se le relacione con la política. Quiere ese público que mencionaba antes, más atento a lo que quiere transmitir. Sin embargo, no tiene problema en responder a preguntas sobre el mundo de la cultura y la política y tiene claro qué es lo que cambiaría de la relación entre ambos. “Los límites en la censura y todo eso los eliminaría. Supongo que eso es lo que te diría cualquier artista”.
“Nos tienen muy cercados, los límites esos, nos tienen tan cercados que no compones de una manera, a veces, natural, porque estás pensando en si va a encajar o si no va a encajar, si va a tener cabida o te van a multar, o cosas peores”, critica.
Si pudiera, dice, también buscaría la manera de exportar la música de España al extranjero, quizá a los festivales europeos, como ya se hace en los festivales españoles con grupos de fuera. “Haría un esfuerzo para que la música española llegara un poco más lejos”.
Aunque haya dejado de escribir y cantar sobre temas sociales, Pablo Sánchez sigue creyendo en el poder de la música para lograr cambios sociales. “Mucha gente con la que he hablado y muchos seguidores que luego te cogen por banda y te pillan tomándote una cerveza y dicen ‘a mí no me gustaba la política hasta que os escuché’”, dice.
“Creo que hay muchas veces que la gente joven no se está enterando muy bien de lo que pasa, no tiene tiempo, hay mucha desinformación, y hay veces que con la música estás generando un altavoz alternativo para muchísimos jóvenes”. Además, “estás generando una corriente de educación, sin querer sonar pedante ni nada de eso, pero a veces estás formando a gente, con una visión que es muy particular, pero estás formando no por lo que tú dices, sino porque cuando tú acabas de hablar sobre el exilio de la posguerra, la gente se va y lo busca en su casa”. Por eso, cree que la música “sí es una herramienta”.
Ahora, Ciudad Jara tiene una larga gira por delante, con conciertos en una veintena de lugares de España. Aunque la mayoría son en festivales, Pablo Sánchez explica que en un futuro, su intención es tocar más en salas, porque “estamos buscando que sea un espectáculo también intenso pero que sea un poco más íntimo, más personal, no sé cómo decirlo, más cercano con la gente”.
En este vídeo, Pablo Sánchez nos responde a 11 preguntas random: