Eva Cebrián: «La cultura cubre esa necesidad que tenemos de sentirnos acompañados»
La productora Eva Cebrián creó Eva Films para poder darle voz a «historias que vale la pena contar»
Eva Cebrián ha trabajado en agencias creativas, en consultoras de comunicación, en importantes radios de nuestro país y en producciones audiovisuales de gran nivel, como Los40 o Prisa Radio. Ahora está centrada en EvaFilms, su propia productora con la que quiere dar voz a los proyectos que considera que necesitan un altavoz.
Eso es lo que ha ocurrido con 2020, el documental que Hernán Zin ha llevado a las salas de cine, con Cebrián en la producción, para dar voz a las víctimas del coronavirus y a sus familiares, para ponerle cara a todas esas cifras que escuchamos a diario desde el mes de marzo.
«Lo que pretende 2020 es poner nombre y apellidos a esas víctimas y de una manera u otra humanizar la pandemia[contexto id=»460724″], porque cuando un colectivo recibe todos los días los números de muertos, que son 1.000 muertos al día cuando estaba Hernán rodando, eso es una desgracia increíble; pero, al repetirlo un día tras otro, la gente se insensibiliza», dice Cebrián. «Al humanizarlo, al ponerle rostro a esas víctimas, hacemos que la gente ponga más atención y que en realidad vea cosas que no se han visto», defiende.
A Cebrián le gustaría que el documental se utilizara en las clases, en institutos y universidades, para que «la gente joven vea que esto es serio, porque si no te había tocado de cerca, había como la sensación de que esta pandemia no iba contigo. Y yo creo que este documento histórico único lo que pretende precisamente es eso».
Este trabajo de Hernán Zin muestra «una guerra en cámara lenta y en silencio». «No es nada morboso, no pretende tampoco manipular, ni opinar, ni crear un estado de opinión sobre lo que estaba sucediendo, sino simplemente informar, y hay como una sensación de que esto nos habían privado de verlo y es una cara de la pandemia que teníamos que tener», dice la productora. «En el fondo es un canto a la vida».
Este documental, que nos traslada a las UCI de los hospitales, a las ambulancias, a los entierros, es un ejemplo perfecto del objetivo de Cebrián al crear EvaFilms. «Quería, la verdad, tener un espacio propio, una productora propia, donde pueda poner en marcha los proyectos que quiero tener, sobre todo historias que quiero contar, tanto ficción, como documentales, como series, y sobre todo historias también de mujeres», explica.
«A veces, aunque he tenido entre mis manos historias que valía mucho la pena contar, si tienes que depender de otras productoras muchas veces no se llevan a cabo. Hay que ser valiente y tener tu propia plataforma para poder desarrollar tu carrera».
Aunque si tuviera que quedarse con un formato, elegiría las series de ficción, Cebrián celebra que, «gracias a las plataformas», el documental está gozando ahora de una mayor popularidad y puede «tener historias contadas con muchísima calidad». «Se convierte en una nueva forma narrativa de contar historias que han sucedido, hechos reales, o también de reflejar y dar voz a personajes que han tenido vidas apasionantes y que merece la pena ver, o simplemente momentos, acontecimientos de la historia reciente en los que merece en vez de la noticia rápida y el titular clicable, profundizar y dar un poco más de fondo a la historia y a los personajes».
Hablando de las plataformas de streaming, Cebrián está de acuerdo en que «hay que hacer llegar al público las historias y hay que hacer que se consuman de una manera o de otra, no hay que darle ni mucho menos la espalda a lo que está sucediendo». Sin embargo, es una firme defensora de las salas de cine: «Yo siempre voy a ir al cine mientras estén abiertos porque me gusta ver las películas en su mejor versión».
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«Incluso con nuestro documental, con 2020, es muy diferente verlo en tu casa solo que verlo en una sala de cine donde de una manera u otra, no sé por qué, es lo mismo que una comedia, necesitas tener gente alrededor, necesitas ver cómo reacciona el público y cómo se contagia la emoción, cómo se contagia la risa, un poco el sentimiento que te provocan esas imágenes», añade.
Cebrián defiende que los cines no deberían estar viviendo esta situación, porque «nos estamos dando cuenta es que ni en una sala de cine, ni de teatro ha habido focos ni brotes importantes y la verdad es que se siguen unas normas de seguridad que son envidiables e imitables por otros sectores». Pero es consciente de que «la pandemia va a cambiar una serie de profesiones y va a haber una serie de hábitos que creo que van a cambiar para siempre».
Sin embargo, se muestra optimista y espera que «a finales de 2021, la Navidad de 2021, podamos tener esos grandes estrenos y películas familiares que podamos ver en salas». Cebrián opina que, con la pandemia, «se han puesto mucho más en valor las pequeñas cosas cotidianas que teníamos que podíamos hacer en cualquier momento, como ir al teatro, ir al cine o ir a un concierto».
Y es que todos esos pequeños placeres son «muy sanadores». «Hay mucha gente que ha consumido muchísima ficción y muchísima música durante el confinamiento y yo creo que es porque esta necesidad que tenemos de sentirnos acompañados la cultura la cubre».