Y los sapos bailaron flamenco: así fue el regreso soñado de Ella Baila Sola 20 años después
Marta y Marilia, componentes de Ella Baila Sola, fueron las protagonistas de una noche repleta de nostalgia en el festival Starlite de Marbella en el que fue su regreso oficial a los escenarios
Cortesía de Festival Starlite
Corría el año 2001. Todavía no se adivinaba lo que vendría en la industria musical. El pirateo, la era del streaming, el boom de los festivales… Corría el año 2001 y el mundo no era lo que es. Ahora, 20 años después del momento en el que Ella Baila Sola –un dúo raro en el panorama musical español– rompiera, Marta y Marilia –o Marilia y Marta– están de vuelta. De regreso al corazón mismo del siglo XXI.
La cantera de Nagüeles de Marbella, donde año tras año se celebra el festival Starlite Catalana Occidente, fue testigo el pasado viernes 18 de junio del retorno del dúo que irrumpió en los años 90 con música de autor(as) desde una perspectiva femenina –por entonces no se pensaba siquiera en que fuera feminista– 20 años después de su ruptura. Un concierto con el que el festival marbellí abría temporada a lo grande.
Con sus letras –algunas directas al corazón más emocional, otras de tinte social sin duda adelantadas a su tiempo– Marta y Marilia llenaron de música la cantera, que tiene una acústica ideal para el retorno más esperado.
Pasaban 20 minutos de las diez de la noche cuando Marta y Marilia, las protagonistas absolutas de una noche hasta hace poco impensable, aparecieron en escena. «Hoy me paré a pensar que no es fácil olvidar. Hoy te quiero cantar sólo una mentira más. Sí, te he visto llegar y, aunque no lo entiendas todo, todo ha vuelto a empezar». Con estas primeras líneas de Beso eterno arrancaba Ella Baila Sola su retorno soñado.
Entre tema y tema, alguna de las dos cogía el micrófono para hacer algo que no fuera cantar, sino declarar de forma abierta al mundo el porqué de su regreso. Mientras Marilia recordó con emoción a quienes las han ayudado y la suerte que han tenido en el camino que las ha llevado a celebrar este 25 aniversario desde sus inicios; Marta, por su parte, comentó entre risas que «los sueños se cumplen no una vez, si no dos e, incluso, muchas más» y añadió que para ellas «esto es un sueño cumplido».
En cuanto al show en sí, este fue de menos a más, un in crescendo que pasaba por algunos temas más o menos desconocidos –o al menos más o menos olvidados– pero que se acercaba al corazón emocional de algunos de los mayores éxitos de la formación conforme avanzaban los minutos. El primero que sonó de forma atronadora en la cantera de Nagüeles fue su éxito Cuando los Sapos bailen flamenco. «Te vas y te pierdo», un verso que cobró mucho sentido cuando, 20 años atrás, se disolvía una formación que había rozado el cielo de la industria y cuyas desavenencias personales parecían insalvables. Así fue, al menos, durante estas dos pasadas décadas. Puede que incluso un poco de tiempo más, ya que el rumor de que ni siquiera grabaron juntas su último disco ha planeado siempre sobre nuestras cabezas. Y este dato no hace más que reforzar la gesta acontecida en Marbella.
Durante el concierto, Marta y Marilia dejaron aquellas desavenencias atrás y, tema tras tema, fueron acompasando unas voces que al inicio parecían demasiado lejanas. Condujeron a todo el público del Starlite por un viaje a través de la nostalgia, un viaje en el que sonaron clásicos del dúo como Besos de hielo, Mujer florero o Mejor sin ti. Con Como repartimos los amigos llegó el preludio del clímax que terminó, claro está, consumándose con dos grandes éxitos: Lo echamos a suertes y Amores de barra, este último todo un número uno en las listas musicales de España y América Latina en el momento álgido de su carrera. Canciones, muchas de ellas, pioneras en un mundo donde el machismo no copaba portadas y los estereotipos de género estaban tan asentados como casi siempre.
El público de Marbella se quedó, sin dudas, con ganas de más. Después de un concierto en el que algunos echaron de menos que sonaran otras de sus canciones favoritas –en su etapa inicial lanzaron tres álbumes repletos de música cada uno, por lo que dieron para mucho– muchos decidieron quedarse, con todas las medidas de seguridad pertinentes por la pandemia, y seguir celebrando este retorno. Pudieron hacerlo, muchos, con una copa de Larios 12 en mano, marca de la casa y patrocinador del evento.
En definitiva: si pueden no se las pierdan. Esta gira de diez conciertos exclusivos finalizará el próximo 22 de octubre en Santander tras pasar por Badajoz, Madrid, Marbella -de nuevo-, Murcia, Alicante, Cádiz, Sevilla y Oviedo. ¿Habrá más ocasiones de verlas en directo? No hay una respuesta clara. Ya expresó Marilia el 23 de octubre de 2001 en la rueda de prensa en la que ambas anunciaron su separación que «no hay nada definitivo en este mundo». El pasado viernes lo confirmaron por todo lo alto, aunque nos hicieran esperar la friolera de 20 años.
