Entender la mente humana: desde los sueños a las ficciones de la memoria
La clave del desarrollo humano está en nuestra mente: varios especialistas indagan en las profundidades de nuestras capacidades cognitivas en sus nuevos libros
Desde la primavera de 2020 nuestra vida se ha visto ensombrecida no solo por la pérdida de cientos de miles de personas a causa del covid -19, sino también, por la pérdida de nuestro equilibrio mental debido a los cambios de nuestra vida ordinaria.
Los libros que enlistamos a continuación muestran la necesidad de hablar sobre nuestra mente y nuestra salud mental, esa que se ha visto afectada durante la pandemia[contexto id=»460724″], así como también, por nuestras vidas agitadas. Preguntas como: ¿pueden las mentes ansiosas encontrar consuelo trabajando con plantas? ¿podemos curar un trauma escribiendo? ¿la autoconciencia nos hace peores? ¿por qué creamos recuerdos falsos de los traumas? o ¿qué significan nuestros sueños? Son algunas de las interrogantes a resolver.
Los autores de estos libros provienen de la neurología, la biología, la neurociencia o la psiquiatría y entienden que nuestro futuro como seres humanos es hacer las paces con la naturaleza fuera del mundo digital y con nuestra autoconciencia, para así, quizás, poder reconciliarnos con la inevitabilidad de nuestra desaparición y hacer nuestro tránsito por la tierra más ameno.
La mente bien ajardinada. Las ventajas de vivir al ritmo de las plantas de Sue Stuart-Smith (Debate, 2021)
Sue Stuart-Smith utiliza su conocimiento clínico como psiquiatra y psicoterapeuta para examinar qué es lo que hace que la jardinería sea tan transformadora y por qué es tan crucial para la salud mental y el entorno en el que vivimos.
La mente bien ajardinada es uno de esos hermosos libros que abre tantas ventanas en tu mente que no solo te sientes mejor informado sino más sabio al leerlo. Explora los profundos procesos existenciales involucrados en la creación y el cuidado de un jardín: “es un espacio protegido que permite que nuestro mundo interior y el mundo exterior coexistan libres de las presiones de la vida cotidiana”; “una forma de lidiar con nuestro lugar en el mundo y ayudarnos a sentir que tenemos algo de control sobre la vida”; “un lugar para protegernos cuando las cosas se pongan difíciles”.
El libro de Stuart-Smith compara los usos de la jardinería en tratamientos de salud mental, tanto históricos como contemporáneos, e informa sobre investigaciones empíricas sobre los efectos de la jardinería en el estado de ánimo. Por ejemplo: las ratas de laboratorio cuyas jaulas contienen tierra y troncos son más enérgicas y sociables que aquellas cuyas jaulas incluyen una rueda, una escalera y un túnel.
La jardinería tiene un nuevo ímpetu en una época en la que los niveles de depresión y ansiedad han aumentado y los costes de los medicamentos han ido en aumento, sugiere la autora, y concluye: “Más que nunca, debemos recordarnos a nosotros mismos que, ante todo, somos criaturas de tierra.»
Una historia natural de la humanidad de Joseph LeDoux (Paidós, 2021)
El último libro del neurocientífico Joseph LeDoux presenta una audaz extensión de su viaje científico por décadas en el estudio de los comportamientos de supervivencia humana y de otros mamíferos.
El libro es un relato épico, que rastrea la evolución de los comportamientos de supervivencia desde los albores de la vida en la Tierra hace más de tres millones de años, hasta el desarrollo de la capacidad del cerebro humano para la ser creador de la conciencia, el lenguaje y la cultura.
LeDoux comienza el libro con un curso intensivo sobre evolución. Explica cómo la materia inorgánica dio origen a la vida orgánica mediante la réplica o el desarrollo de procesos metabólicos; cómo los organismos unicelulares se fusionaron en criaturas multicelulares a través de una célula que envolvía a otra; y cómo esas criaturas eventualmente desarrollaron la capacidad de reproducirse sexualmente, desarrollar neuronas y cuerpos con sistemas nerviosos. El neurocientífico crea una narrativa convincente de la ciencia y la especulación para concluir que las raíces del comportamiento humano son más antiguas de lo que nos damos cuenta. «Hay características celulares subyacentes a los comportamientos que a menudo asociamos con el cerebro», afirma, «de hecho, existían miles de millones de años antes de la aparición de los sistemas nerviosos».
Incluso, LeDoux nos dice, que nos preocupemos por Internet ya que ha transformado la vida en formas que vale la pena celebrar pero, como la mayoría de las cosas buenas, advierte, tiene un coste. Internet ha hecho que sea más fácil ser egocéntrico, facilitando realineamientos de intereses que se oponen al bien común y desafían las creencias comúnmente aceptadas a través de rumores, e incluso, mentiras descaradas. Las afirmaciones falsas ganan credibilidad simplemente a través de una rápida repetición. Algunos usan estas tácticas para socavar el valor de la ciencia y sus contribuciones a nuestro bienestar, o para atacar los cimientos de nuestras estructuras sociales, incluido los gobierno, y sus contrapesos contra la tiranía.
Para LeDoux el desarrollo cognitivo del ser humano ha podido crear la autoconciencia y con ella viene el egoísmo y el narcisismo, lo que permite disposiciones más preocupantes y viles hacia los demás como la desconfianza, el miedo, el odio, la codicia y la avaricia. En resumidas cuentas, las raíces de nuestros males.
La ilusión de la memoria. Qué hace tu cerebro cuando recuerda y olvida y cómo se le puede engañar de Dra. Julia Shaw (Temas de hoy, 2021)
Julia Shaw es doctora y experta en criminología y para ella hay una fuerte evidencia que sugiere que la mayoría de nuestros recuerdos son falsos o inexactos.
Resulta que la historia de tu vida puede ser más una ficción que una realidad, porque no solo podemos olvidar eventos reales, sino que existe una creciente evidencia de que podemos hacernos creer cosas que nunca sucedieron realmente.
Shaw realiza investigaciones sobre los llamados «recuerdos falsos» y describe episodios de pacientes donde existe la autosugestión, la creación de episodios falsos en mentes enfermas hasta exponer dichos recuerdos falsos a vox populi con la mayor seguridad del mundo sin ser conscientes de la mentira.
La mayoría de los recuerdos son «parcialmente falsos» afirma, debido a lagunas en las secuencias de la percepción, los sesgos, lo que se almacena, el proceso social del recuerdo o cómo la atención actúa como un filtro en el entorno externo. «Hay tantas cosas que pueden salir mal en tu camino que tu memoria nunca tiene la oportunidad de ser totalmente precisa» explica Shaw.
Shaw cierra su libro como cualquier psicoterapeuta incitándonos a vivir en el ahora: «comprender todos los defectos que presenta nuestro sistema memorístico nos permite adaptarnos a unos valores por completo nuevos. Nuestro pasado es una representación ficticia y de lo único que podemos estar mínimamente seguros es de lo que está ocurriendo en el presente».
El oráculo de la noche. Historia y ciencia de los sueños de Sidarta Ribeiro (Debate, 2021)
Para resistir el insomnio del mundo en la era covid-19, el neurocientífico brasileño Sidarta Ribeiro nos propone soñar y mirar adentro. “Mirar hacia adentro, en valiente abducción, hacia el vertiginoso abismo de la conciencia, tal vez sea tan revelador como mirar hacia afuera través de las lentes de los microscopios y telescopios. En el futuro, soñar será cada vez más un destello”.
Para Ribeiro se debe ir a soñar como lo hacían los antiguos griegos y egipcios o las pocas poblaciones indígenas en la actualidad: para encontrar respuestas.
El oráculo de la noche justo busca responder por qué y para qué soñamos. Su teoría considera al sueño como una respuesta evolutiva del ser humano, la formación de situaciones paralelas que nos preparan para la vigilia. Además, soñar cumple varias funciones terapéuticas, controla aparatos cognitivos y tiene un vínculo muy profundo con el deseo y nuestras herramientas creativas.
Según la ciencia existen dos grandes fases del sueño: el de ondas lentas y el sueño REM, mejor conocido como el del “movimiento rápido de ojos”. Este último tiene una gran actividad cerebral donde vibran los recuerdos de gran intensidad, el llamado material de los sueños. Para el autor, esta capacidad de crear historias e imágenes oníricas habría sido esencial en la evolución de la especie.
El oráculo de la noche demuestra que el sueño fue nuestra luz hacia el futuro, desde el principio de la evolución de los mamíferos hasta muy recientemente, y la prueba de que los sueños fueron importantes como herramienta de desarrollo cognitivo, es que están presentes en los grandes textos de la Antigüedad como la Torá.
Para el autor, el sueño fue el artefacto cognitivo que nos permitió observar el futuro, permitiendo la creación de versiones del mundo que se convirtieron en religión, filosofía, magia o ciencia.