Todos los monstruos de Juan Antonio Bayona

Con tan solo dos cortos en su haber, antes incluso de la notoriedad de su primer largometraje, El orfanato (2007), Hollywood estuvo tentando con cantos de sirena a Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975), que dijo no a una secuela de Crepúsculo; dijo no a una entrega de Los juegos del hambre; y se apeó de la segunda entrega de Guerra Mundial Z.

«Al haber crecido en el Festival de Sitges, conocía a muchos directores que tras una película exitosa en Europa, habían vivido experiencias agridulces en EE.UU. Para mí el cine es lo más importante, así que quería estar preparado», se justificaba este fin de semana el realizador en el Festival Lumière de Lyon.

Fueron pasando los años y las ofertas y el joven director, labrándose una carrera en España con títulos donde el fantástico y el drama se daban la mano. En sus elencos despuntaban luminarias del cine internacional, como Naomi Watts, Ewan McGregor y un púber Tom Holland en Lo imposible (2012), y Sigourney Weaver, Liam Neeson y Felicity Jones en Un monstruo viene a verme (2016), pero seguía enrocado en su rechazo.

Ni siquiera accedió a dirigir la cuarta entrega de la saga de dinosaurios ideada por el cineasta que preside su altar cinéfilo desde niño, Steven Spielberg. «Entras en un sistema donde no tienes el control, en una situación de vulnerabilidad, no sólo porque el lenguaje sea el inglés, sino principalmente porque no decides el final cut. Después de tres películas y de rodar dos capítulos de la serie Penny Dreadful, ya sentía que podía defenderme», exponía durante una clase magistral durante el certamen francés.

Fue entonces cuando el rey Midas de Hollywood volvió a insistir y, entonces sí, el cauto Bayona accedió a liderar Jurassic World: El reino caído (2018). El Festival Lumière, que desde 2009 rinde tributo a la historia del cine, con una programación que abarca desde los clásicos en blanco y negro hasta el cine más contemporáneo, programó una maratón de la saga que fue presentada por el director español. La visita le sirvió para repasar sus filias audiovisuales y dar pistas sobre su esperada serie basada en el tótem literario El señor de los anillos, que Amazon estrenará en septiembre de 2022.

4,3,2,1… c’est parti pour la nuit géante Jurassic à la Halle Tony Garnier avec @FilmBayona pic.twitter.com/I8BvMvuHsK

— Festival Lumière (@FestLumiere) October 16, 2021

Chapuzón de realidad con Tarzán

«A los tres o cuatro años vi Tarzán en Nueva York. En la escena climática se sube al puente de Brooklyn asediado por la policía, salta al agua y así escapa. Mi padre me dijo que si un hombre salta de esa altura, se mata. Así que pensé que la realidad era una tomadura de pelo. Las películas ofrecen una escapada a un mundo que no es el real, son la herramienta con la que te defiendes de la existencia, porque creas un mundo que puedes controlar».

Un padrino llamado Guillermo del Toro

«En mi barrio había un centro cívico donde pusieron en marcha un taller de radio. Como quería entrar gratis en Sitges, me inventé un programa de cine que me permitía ir a pases de prensa y a más de 40 películas durante el festival. Eso me obligaba a encontrarme con directores. Con 15 o 16 años entrevisté a Alejandro Jodorowsky y a Guillermo del Toro, al que le gustaron mis preguntas y le hizo gracia mi aspecto de niño con patillas grandes. Se implicó en mi debut y produjo El orfanato. Antes de rodar, me había puesto en contacto con gente de la industria de Hollywood que ya me habían ofrecido proyectos, pero me resistí porque pensaba que todavía no era ni mi momento ni mi lugar».

Todos los monstruos vienen a verle

«Cuando estaba desarrollando Un monstruo viene a verme, descubrí que el monstruo es la solución, porque desbloquea la situación de la que el protagonista no es consciente. En la narrativa, es un problema que lleva a otra realidad, es el umbral». 

Excusas que son secuelas

«Es una pena que no saliera Guerra Mundial Z 2. Estuvimos un año trabajando, pero es muy difícil hacer una secuela cuando no es de una forma natural, sino dictada por el dinero. Aparece de manera deshonesta. Como la primera hizo taquilla, se hace la siguiente. Imagínate Jurassic, que lleva cinco entregas… Para que funcione hay que encontrar una excusa argumental por encima del interés económico. Normalmente, en Hollywood, las películas se construyen a partir de cuatro o cinco secuencias de escenas. Luego llega un guionista que las pega. En el momento en que entramos en preproducción de Guerra Mundial Z 2, no teníamos el pegamento. No había un armazón, así que decidí retirarme. Por eso no hice tampoco el primer Jurassic World, había que rodar en seis meses y el guion no me pareció claro». 

Primero, Supermán; después, un tiranosaurio rex

«La primera vez que me quedé fascinado en el cine fue cuando vi a Supermán levantar el vuelo. La segunda, ya de adulto, cuando vi los dinosaurios de Parque Jurásico, así que no pude decirle dos veces que no a Spielberg. Siempre aseguro que El reino caído es mi segunda ópera prima, porque el sistema de producción de Hollywood es muy difícil. Es un mundo que avanza muy rápido, donde las grandes decisiones se toman con celeridad, porque todo está marcado por una fecha de estreno. Tienes a los mejores técnicos, a los mejores especialistas en efectos especiales…, pero un gran peso a tus espaldas».

Buster Keaton en el parque de atracciones jurásicas

«Crecí con cine fantástico y europeo, como también de autor de otras partes del mundo: Kurosawa, Spielberg, Hitchcock, Kubrick, Truffaut… Lo veías todo en la tele, mezclado como si fuera lo mismo. Así que en esa cocido está la base de mi cinefilia. Estoy en el punto medio entre la fantasía y la realidad. Recuerdo una reunión con los productores de El reino caído en la que dije que me iba a inspirar para una escena en Buster Keaton. Todos me miraron raro, menos Spielberg, que lo pilló enseguida. También incorporé una secuencia que me dejó asustado de niño: Frank Langella bajando a gatas por el muro del castillo de Drácula (John Badham, 1979). En un momento dado mira a cámara, esto es, al espectador, y yo hice lo mismo cuando el dinosaurio entra en la habitación de la niña. De las cosas que más agradecí de mi entrega de Jurassic es poder convertirla en un cuento con un castillo, una princesa y un dragón».

Una musa apellidada Chaplin

«Geraldine Chaplin aparece en todas mis películas porque es una actriz legendaria, además de la hija de Charles Chaplin. Todo el siglo XX ha pasado frente a ella. Recuerdo un descanso en el rodaje de El orfanato en el que le comenté lo mucho que me había gustado la película Capote. Terminó contándome que el escritor había pasaba muchas mañanas en su casa. De joven, cuando la veía en aquel cine experimental de Carlos Saura, me daba miedo, eran películas de fantasmas sin fantasmas».

El señor de los secretos

«Me ha llamado la atención el secretismo en el proyecto de El señor de los anillos. Cuando se han filtrado detalles han resultado no ser ciertos. Tiene mucho que ver que usáramos cuatro apodos para cada personaje: el nombre del actor, su apodo, el nombre de su personaje y su apodo. Si hay un total de 40 personajes, me he aprendido 160 nombres. Retenerlos ha sido lo más difícil».

Del gaélico al castellano

«La razón por la que entré en la serie El señor de los anillos es porque los guiones están escritos con mucho respeto y cariño. Es un reto levantar un universo de cero. Hay un innegable elemento familiar con las películas de Peter Jackson, pero , es una era diferente a cuando vimos la trilogía, y el formato de la televisión permite desarrollar las historias contenidas en el libro. La primera temporada constará de ocho capítulos. He dirigido los dos primeros y supervisado los seis siguientes. Soy productor ejecutivo. Pero no dirigiré en la segunda temporada, porque en enero, voy a rodar mi primera película en español en 14 años».