Juan Ramón de la Fuente: "Los cuatro candidatos de las elecciones de México tienen promesas populistas"
El psiquiatra mexicano Juan Ramón de la Fuente, exsecretario de Salud de su país y exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México -la mayor institución educativa de América Latina-, entiende las sociedades como organismos que se pueden someter a diagnóstico médico. Así, en su país encuentra «síntomas preocupantes, por ejemplo, el malestar generalizado» provocado por «la violencia, la corrupción, la impunidad…», cuenta a The Objective en Casa de América, donde ha presentado su último libro, La sociedad dolida. El malestar ciudadano, donde desgrana precisamente ese tema. Todos esos factores, considera De la Fuente, van «condicionando un dolor que el organismo exprese su malestar». Es en ese momento cuando hace el diagnóstico: «Desde esta perspectiva, uno puede ver a México como un organismo enfermo». Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina -se celebrarán el 1 de julio-, De la Fuente encuentra que » los cuatro candidatos que hay tienen promesas populistas».
El psiquiatra mexicano Juan Ramón de la Fuente, exsecretario de Salud de su país y exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México -la mayor institución educativa de América Latina-, entiende las sociedades como organismos que se pueden someter a diagnóstico médico. Así, en su país encuentra «síntomas preocupantes, por ejemplo, el malestar generalizado» provocado por «la violencia, la corrupción, la impunidad…», cuenta a The Objective en Casa de América, donde ha presentado su último libro, La sociedad dolida. El malestar ciudadano, donde desgrana precisamente ese tema. Todos esos factores, considera De la Fuente, van «condicionando un dolor que el organismo exprese su malestar». Es en ese momento cuando hace el diagnóstico: «Desde esta perspectiva, uno puede ver a México como un organismo enfermo». Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina -se celebrarán el 1 de julio-, Juan Ramón de la Fuente encuentra que «los cuatro candidatos que hay tienen promesas populistas».
Con la legislatura del actual presidente, Enrique Peña Nieto, se muestra crítico. «Yo creo que deja un país muy dolido, con instituciones muy deterioradas, sobre las cuales una gran parte de la población ha perdido confianza. Y va a costar trabajo recuperarla. Y es fundamental porque, sin instituciones fuertes y creíbles, no hay Gobierno que pueda funcionar». Eso sí, esquiva posicionarse a favor de uno u otro candidato. «Yo creo que quien mejor entienda las causas que subyacen al malestar ciudadano es quien va a ganar».
—Pero ¿a quién preferiría usted?
—Yo creo que yo preferiría a quien mejor nos entendiera porque entonces vamos a tener el mismo diagnóstico, pero, como médico, siempre estoy abierto a una segunda opinión.
Del populismo habla con profusión y, como médico, lo equipara a «una emoción» más que al resultado de un proceso racional. «Ningún país está exento del populismo, en Europa mismo lo hemos visto, lo acabamos de ver en Italia… Ahora, para mí, para llegar al diagnóstico del populismo, lo primero que hay que preguntarse es en qué fallaron los Gobiernos prepopulistas. ¿En qué falló Obama para que llegara Trump? El populismo, como emoción, es algo que potencialmente es dañino en el sentido de que no obedece a una lógica racional, sino a una emotividad desbordada y eso no ayuda porque te lleva a tomar decisiones equivocadas».
El nacionalismo, «emparentado» con el populismo
Algo que Juan Ramón de la Fuente considera «emparentado» con el populismo es el nacionalismo. De nuevo, el origen está en los errores del sistema previo. «Yo creo que el modelo democrático liberal en el que veníamos funcionando ha cometido errores, tiene descuidos importantes y eso explica la ola nacionalista y la ola populista que vemos en un país o en otro. Nacionalismo y populismo no son iguales, pero están emparentados. Y los dos obedecen a esta emocionalidad colectiva, que es la que impulsa a tomar decisiones que no son racionales, pero que en el corto plazo satisfacen ciertas necesidades, Es como cuando uno está ansioso o angustiado y encuentra en alguna droga un cierto alivio transitorio. Mi símil médico lo sigo utilizando porque creo que es válido».
La receta para curar la enfermedad, insiste el doctor Juan Ramón De la Fuente, es hacer un análisis de «qué hay detrás de esa ansiedad». Y lo que él encuentra es «que las democracias preestablecidas se han equivocado, han cometido errores y sectores amplios de la población han dejado de sentir que ese sistema les da seguridad, que ese sistema les resuelve sus necesidades básicas y precisamente por elloo voltean a ver las otras opciones que están más matizadas por las emociones que por la razón. El diagnóstico puede no ser total o definitivo, pero es aproximado».
«El nacionalismo catalán es también, de alguna manera, expresión de ese malestar ciudadano y hay que entenderlo en su justa dinámica y sí, es muy pertinente hacerse la pregunta de qué ha fallado en el sistema democrático español para propiciar el resurgimiento del nacionalismo catalán. Pero de que es una expresión mucho más emocional que racional no tengo la menor duda y yo creo que una buena proporción de los mismo catalanes así lo reconocen». Aclara también que «la percepción en Iberoamérica es ‘España es una, ¿eh?, y debe seguir siendo una'».