Del cambio climático a los ciberataques: estas son las principales amenazas en 2019
Una macroencuesta global del Pew Research Center muestra qué percibe la población como principales amenazas en el mundo
La mayoría de la población mundial está preocupada por el cambio climático. Esta es la principal conclusión de una encuesta del Pew Research Center realizada en 26 países en la primavera de 2018 y cuyos resultados se acaban de conocer. En 13 de estos países, los encuestados consideran que el cambio climático[contexto id=»381816″] es la principal amenaza internacional.
Por qué esto es importante: este tipo de encuestas a gran escala son un indicativo global de las preocupaciones de la población. El cambio climático sigue afianzándose como una de las principales preocupaciones en el mundo, incluido en España, ante lo que los activistas consideran como una actitud pasiva por parte de los políticos.
Aunque el cambio climático se afianza como la principal amenaza, no es la única. Los ciberataques[contexto id=»382849″] procedentes de otros países, el terrorismo islámico o el poder de Estados Unidos, Rusia o China, también son percibidos como amenazas globales. En el caso de España, uno de los países encuestados, las principales preocupaciones de la población –en términos globales, no locales– son, además del cambio climático, el terrorismo islamista, los ciberataques, el programa nuclear de Corea del Norte y la economía global.
El cambio climático, una preocupación creciente
El cambio climático es visto por más países como una de las principales amenazas internacionales. Especialmente en Europa: hasta seis países clasifican la emergencia climática como la primera amenaza para su país. Es el caso de España, Reino Unido, Alemania, Suecia, Hungría y Grecia. También en Canadá, México, Brasil, Argentina, Corea del Sur –que ve el cambio climático como una amenaza mayor que su vecino norcoreano–, Australia y Kenia.
El cambio climático no ha sido siempre de manera tan contundente la principal amenaza global, ni siquiera en la última década. Mientras que en 2013 una media del 56% de los países encuestados en este mismo estudio lo percibió como la preocupación número uno, esa cifra creció hasta el 63% en 2017, hasta llegar al 67% en 2018.
En el caso de España, este es el cuarto país más preocupado del mundo por el cambio climático. Hasta un 81% lo vieron como una amenaza importante, solo por detrás de Francia (83%), Corea del Sur (86%) y Grecia (90%). Los griegos están más preocupados por el cambio climático que por la situación económica, y aunque para los franceses la principal preocupación continúa siendo el terrorismo del Estado Islámico (87%), el cambio climático es una de las grandes amenazas en el país sede del Acuerdo de París.
Crece la preocupación por los ciberataques y la influencia de las principales potencias
La ciberseguridad es un problema en auge, y la población se ve directamente afectada y preocupada. Los ciberataques procedentes de otros países suponen la principal preocupación del 61% de los encuestados, una cifra que en 2017 representaba el 54%. A esto podrían haber contribuido los sonados casos mediáticos como el del virus WannaCry, y la amenaza a la privacidad de los usuarios en la red con escándalos como el de Cambridge Analytica.
El temor a las principales potencias, Estados Unidos, China y Rusia, también crece. En el caso de Estados Unidos, hay una fuerte conexión entre percibir al país norteamericano como una amenaza y la falta de confianza en el presidente Donald Trump. En 17 de los países encuestados, las personas que tienen poca o ninguna confianza en Trump, lo que acrecienta la sensación de amenaza. En el caso de España, la influencia de Estados Unidos supone en 2018 una amenaza mayor que la de China o Rusia, aunque también se refuerza la preocupación por la influencia global de estos dos países, tanto a nivel español como a nivel global.
En cuanto al terrorismo islamista del Estado Islámico, la percepción de que es una amenaza real no es tan notable como en encuestas previas, pero en algunos países europeos, en Rusia y en países de mayoría musulmana, donde los atentados persisten, se sigue considerando una amenaza de primer orden.
