Alberto Lardiés: «Juan Carlos I pasará a la historia como el rey que lo tenía todo y fue víctima de su propia ambición»
«No me gustaría estar en al piel de Felipe VI. Se va a tener que mover muy bien para mantener a la dinastía en el trono»
Para Alberto Lardiés, periodista y escritor, autor de libros como La corte de Felipe VI: Amigos, enemigos y validos: las claves de la nueva monarquía 0 La democracia borbónica: De cómo las élites se reparten el poder y el botín, el abandono de Juan Carlos I de España es una «huída» de un problema para vivir una especie de «exilio dorado» en casa de amigos millonarios que «no resuelve nada».
En el escueto comunicado del pasado 3 de agosto, donde Casa del Rey anunciaba su decisión de trasladarse fuera de España a raíz de las informaciones sobre sus cuentas en paraísos fiscales, Lardiés echó en falta una muestra de arrepentimiento y, sobre todo, «una voluntad de regularizar su situación y cumplir con las obligaciones tributarias».
Ahora, con el ‘juancarlismo’ para muchos muerto, y el ‘sofiísmo’ en plena ola, analizamos la situación con el periodista y escritor que asegura que la imagen de la reina Sofía ha salido reforzada de todo este embrollo.
¿Cómo valoras la decisión tomada por el rey emérito?
En primer lugar hay que decir que esto es una decisión tomada por la Casa del Rey junto con el rey emérito. Esto no es una decisión tomada por Juan Carlos por su cuenta. Por lealtad a la Corona, a la institución, etc, es algo que han maquinado conjuntamente Casa del Rey y Juan Carlos.
En cuanto a cómo lo valoro, yo lo calificaría de huída de un problema. Juan Carlos tenía otras muchas más opciones de residir en otros lugares de España, en lugares de amigos, conocidos… y esto de marcharse no le resuelve nada. El problema de erosión de la Corona, el problema de desgaste de la monarquía y del daño para Felipe VI por los malos comportamientos de su padre sigue intacto. Ese daño a la monarquía continúa y esta decisión, con un rey viviendo una especie de exilio dorado en casa de un amigo millonario, ayuda poco.
Entiendo que este acto de poner tierra de por medio no es suficiente…
Quizá la decisión pueda ser acertada, pero si viene acompañada de más cosas. En el comunicado eché en falta algún comentario que dijera que estaba dispuesto a responder sobre sus posibles o presuntas actuaciones ilícitas. Hablar de asuntos antiguos de su vida privada huele a excusa. El rey Juan Carlos I se va de España por su propia presunta corrupción pero no por la corrupción de otros, y hablar de asuntos de la vida privada del pasado creo que ayuda poco a enfocar las cosas en el sitio que tienen que estar. Hay una posible comisión de varios delitos por parte de Juan Carlos, y más allá de que la inviolabilidad le pueda respaldar penalmente, está también la impunidad ética y ejemplar ante los ciudadanos. Creo que lo mínimo era en ese comunicado hacer alguna referencia a que estaba dispuesto a regularizar su situación, a devolver cualquier dinero a Hacienda que se haya podido evadir y a cumplir con las obligaciones tributarias.
La huída de Juan Carlos fuera de España no mejora ni ayuda mucho a la Corona. Esta salida, si bien para los más monárquicos puede ser suficiente porque demuestra un sacrificio por la Corona, para muchos ciudadanos no tan monárquicos esto no cambia nada. Yo creo que es insuficiente.
El ‘juancarlismo’ ha muerto, ha llegado el ‘sofiísmo’.
¿Qué hará ahora la reina Sofía? ¿Realmente ella era desconocedora de todo o debería también tener responsabilidades en lo ocurrido?
La reina Sofía bastante tiene con lo que tiene. La resignación con la que tiene que llevar la humillación pública que ha supuesto la publicación de todos esos supuestos relacionados con Corinna. Además, a eso súmale todo lo que vivió con Corinna alojada allí, a diez minutos del propio Palacio de la Zarzuela, con un matrimonio inexistente de cara a la galería pensando más en lo institucional que en lo íntimo.
En España durante muchos años he escuchado a personas decir que no eran monárquicos sino ‘juancarlista’, y ahora hay una ola de gente que se está haciendo ‘sofiísta’. Ha sido una mujer que ha sabido cumplir con discreción su papel. Ella, de origen griego, ha llegado a España y ha sabido mantener su integridad, su dignidad, con enorme discreción siempre. Te guste o no la Corona, te guste o no la monarquía, te gusten o no los reyes, se ha comportado como correspondía, de una forma ética y ejemplar. No me la imagino llevándose mediante su abogado maletines con dinero a Suiza, ni abriendo cuentas offshore, ni en viajes turbios a Oriente Medio con determinados socios. Aunque sea por comparación con Juan Carlos, Sofía sale reforzada de esto e, insisto, el ‘juancarlismo’ ha muerto, y para muchas personas monárquicas, ha llegado el ‘sofiísmo’.
¿Pero crees que realmente Sofía no sabía nada?
Yo creo que lo que hizo fue mirar hacia otro lado, tanto en lo más íntimo como en todo lo demás. Pero estoy convencido que de los asuntos de cuentas corrientes, cuentas offshore, ella no se ocupaba. Eran manejos del rey con la amante.
¿Crees que esta huída, como tú la calificas, obstaculizará su rendición de cuentas ante la justicia?
¿Y será una marcha definitiva o lo veremos en unos años de nuevo por España?
Es una buena pregunta. Imagino que lo volveremos a ver en España, aunque sea para limpiar su nombre de alguna manera.
En marzo, Zarzuela retiraba la asignación oficial al emérito y el rey renunciaba a cualquier herencia futura. Sin embargo, por el momento, Felipe VI no ha querido forzar la retirada del título honorífico de Rey a su padre y Juan Carlos I no ha querido renunciar a él voluntariamente. ¿Crees que será la siguiente jugada de Felipe VI?
No sé si se llegará hasta ahí. Y aunque los comportamientos que estamos viendo huelen a ilícitos, nada éticos y nada ejemplares, quitarle el titulo de rey a alguien que ha sido jefe de Estado durante 40 años, cuando no hay una condena, es ir demasiado lejos.
¿Habrá reacciones o declaraciones por parte del rey Felipe?
Para mí las tendría que haber. Felipe VI le debe una explicación a los españoles, en algún momento tendría que decir algo. Hay una sobreprotección de la Corona que sigue sin tener explicación, no me parece decente ni lógico que Felipe VI no se haya pronunciado.
Además, espero que lo que ha ocurrido sirva para mejorar los mecanismos de transparencia de la Casa del Rey. Llevamos años denunciando en nuestros libros que en España la monarquía goza de demasiada opacidad. Nos tienen que aclarar por qué si la asignación designada a la monarquía es de ocho millones de euros, hay un montón de partidas presupuestarias del ministerio de Exteriores y Defensa que hacen que la cifra que nos cuesta a los españoles la monarquía ascienda a unos 50/60 millones de euros, según expertos.
No me gustaría estar en al piel de Felipe VI. Se va a tener que mover muy bien para mantener a la dinastía en el trono.
Hay una opacidad en lo que nos cuesta la Casa del Rey, en qué y cómo se gastan el dinero y, sobre todo, a cuánto asciende su fortuna. No puede ser que en la España de hoy, cualquier diputado del Congreso tenga que presentar una declaración de bienes, en la cual sabemos cuánto dinero tiene en la cuenta y si tiene una hipoteca para pagar un coche o para pagar un piso y, sin embargo, no sepamos ni cuánto dinero nos cuesta realmente la Corona o en qué gastan su dinero. En otras monarquías está todo fiscalizado y en su página web podemos ver hasta el último café que se han tomado.
La aparición de este escándalo es un ejemplo más de que hay una absoluta impunidad, una formar de comportarse opaca de espalda a los españoles, dando discursos en los que se habla de ética y ejemplaridad pero luego, en realidad, están actuando sin ninguna ética.
Imagen: Juan Medina | Reuters
¿Ha llegado el momento de afrontar políticamente el debate sobre monarquía o república?
Sí, ha llegado el momento de abrir ese debate, porque hasta este momento ha habido un debate opaco, ha habido una sobreprotección mediática. Sin embargo, no creo que esto sea ahora una preocupación para lo españoles, los españoles ahora estamos pensando en el coronavirus, en la cola del paro, si en septiembre nuestros hijos van a poder ir al colegio o no, las preocupaciones generales de los españoles son otras. Pero me parece sano, coherente y decente que se hable del debate monarquía-república y que el día de mañana haya un referéndum. Sin embargo, pese a estos escándalos creo que la figura de Felipe VI y la Corona en general gozan de gran aceptación.
Pero más allá de que sea legítima la reivindicación republicana, ¿no resulta un tanto irresponsable alimentar la crisis institucional en un momento en que el país necesita estabilidad?
Existe la teoría que en un momento de tanta crisis abrir este melón puede generar inestabilidad. Yo no comparto esa opinión. Porque aunque los españoles no están pensando ahora en esas cosas, abrir el debate no me parece mal.
¿Qué papel le queda ahora a Felipe VI por delante?
Cuando Felipe VI llegó a su reinado en 2014 no podía sospechar lo que se le venía encima. Hemos vivido el desafío catalán, que habrá sido lo mas duro para Felipe, una crisis humanitaria y sanitaria con miles de muertos que nos ha demostrado la fragilidad de nuestras vidas y que nos ha dado un sopapo de realidad a todos, y ahora también hemos vivido un escándalo que evidencia comportamientos nada ejemplares de la propia Corona. No me gustaría estar en al piel de Felipe VI, porque el reinado que le queda por delante es duro y muy complicado. Se va a tener que mover muy bien para mantener a la dinastía en el trono. Es un desafío brutal, enorme y muy difícil.
¿Cómo crees que pasará Juan Carlos a los libros de historia?
Esa es muy buena pregunta. Aparecerá en la historia de España como lo que fue, un hombre que recibió por herencia de un dictador la Jefatura del Estado, que supo transitar hacia la democracia, que su figura fue clave en la transición, pero que durante su reinando se pasó de excesos, se pasó de golfería y acabó como un perro apaleado teniendo que marcharse de su país por escándalos de presuntas corruptelas y presuntos amoríos que le hicieron desviarse del camino recto. Lo tenía todo para ser recordado como el rey que logró el tránsito a la democracia, que trajo la luz a España, y ha sido víctima de su propia ambición.