Realidad virtual vs. Realidad aumentada
Dos conceptos han llegado a nuestro día a día casi sin darnos cuenta: realidad virtual y realidad aumentada.
…¿Dónde está el futuro?
Dos conceptos han llegado a nuestro día a día casi sin darnos cuenta: realidad virtual y realidad aumentada. Algunos los confunden, pero no son lo mismo. Ambos pueden sonar a ciencia ficción, pero ya se han establecido en nuestras vidas, y parece que se van a quedar… al menos una de ellas. ¿Qué las diferencia? ¿Cuál está más “hecha para nosotros”? ¿Cuál es la más rentable? Nos adentramos en este mundo de realidades paralelas para descubrirlas.
Principales diferencias
Ambas tecnologías han avanzado mucho de un tiempo a esta parte y seguramente lo seguirán haciendo en los años venideros. No obstante, una de ellas tiene más que ver con el mundo real en el que vivimos que la otra. Se trata de la realidad aumentada, que básicamente tiene como fin perfeccionar la realidad, agregar cosas a la misma a través de nuestros propios sentidos. Se trata, al fin y al cabo, de superponer otras realidades artificiales que se combinen con la realidad misma con tal de ofrecer un mejor trato con ella.
Por otro lado, la realidad virtual consiste en sustituir la realidad a través de dispositivos que nos permitan «sentir» que nos encontramos en otro lugar, sumergirnos en una realidad que no existe, transportarnos a una realidad construida, una realidad paralela. No juega con la realidad misma, sino que juega a serlo.
Ambas tecnologías comparten muchos puntos en común pero su objetivo final es totalmente diferente. Por ejemplo, si pensamos en realidad aumentada, inevitablemente nos vienen dos productos a la cabeza: Google Glass y Pokémon Go. Ambos son conceptos totalmente distintos, pero ambos comparten la pertenencia al mundo de la realidad aumentada. Las gafas desarrolladas por los chicos de Mountain View permiten obtener información sobre rutas, clima, negocios, avisos de e-mails y mensajes todo sin contaminar la realidad. Esto crea una superposición de realidades donde ninguna es más que la otra, sino que ambas se complementan. Aunque no han tenido el éxito de masas de Pokémon Go, el juego de realidad aumentada de Nintendo, son uno de los ejemplos más completos de esta modalidad.
En el caso de la realidad virtual se ha trabajado mucho en los últimos años, y seguramente se siga trabajando más desde que Facebook adquirió Oculus Rift. Estas gafas de realidad virtual enfocadas al mundo de los videojuegos permiten sumergirse en una realidad alternativa con mucha naturalidad. Sumando las experiencias sensoriales que nos otorgan los ojos y los oídos la sensación de estar en otro lugar es muy real. Sin embargo, la realidad virtual ha decepcionado bastante al mercado, y es la aumentada la que toma la ventaja en un panorama donde parece que todo está por inventar.
Una infinidad de posibilidades hacen la diferencia
Tim Cook: “Nos preguntaremos cómo vivíamos sin la realidad aumentada, como nos preguntamos cómo vivíamos sin nuestros smartphones”
Pokémon Go, el fenómeno incontestable del pasado verano, ha demostrado que la realidad aumentada puede ser sencilla, rentable y que puede llegar a calar entre las masas. Tim Cook, el CEO de Apple, apuesta definitivamente por ella. A pesar de no haber detallado nada sobre un posible producto de realidad aumentada de la compañía de la manzana, sí ha mostrado especial interés en esta tecnología. En una convención en Utah llegó a afirmar que la realidad aumentada “va a ser muy grande”, a lo que añadió que “la realidad virtual no va a ser tan grande, comparada a la realidad aumentada… ¿Cuánto tardará? La aumentada va a tardar un poco… pero sucederá. Va a ser grande. Y entonces nos preguntaremos cómo vivíamos sin ella, algo así como cuando nos preguntamos cómo vivíamos sin nuestros teléfonos inteligentes”.
A pesar de que Cook haya declarado que todavía tendremos que esperar un tiempo hasta que podamos ver un producto de Apple de realidad aumentada, las primeras patentes de la compañía relacionadas con esta tecnología se remontan al 2013. Por otro lado, el año pasado Apple adquirió la compañía Metaio, que trabaja desarrollando tecnologías en este campo. Por lo que podemos concluir, o al menos intuir, que Apple presentará muy pronto un producto de realidad aumentada, lo que podría significar un antes y después en su popularización.
Aunque la realidad aumentada esté en boga, la virtual intenta no perder la batalla. Varios gigantes tecnológicos siguen apuestan por ella, como Sony, que ha lanzado Playstation VR, la versión de realidad virtual de su más famosa consola, que ha sido acogida con notable éxito. Sin embargo, más allá de en lo relativo a los videojuegos y en aplicaciones muy específicas en el campo de la salud, la realidad virtual no parece tener demasiadas salidas.
Lo que marca la diferencia entre la realidad aumentada y la virtual es que la primera es un crisol de posibilidades infinitas, y la interacción con los usuarios es mucho más factible. Cualquiera, con un smartphone en su mano, puede ser partícipe de este tipo de tecnología. Por ello, compañías como Apple, Google y Facebook empiezan a apostar con fuerza por ella.
Realidades idóneas para la publicidad
El mundo de la publicidad no suele quedarse atrás, y también quiere subirse al carro de las realidades aumentada y virtual. Desde hace años las marcas se están apuntando, por ejemplo en publicidad exterior, a la realidad aumentada. En diferentes acciones, combinando elementos de publicidad exterior y tecnología, buscan sorprender a los viandantes. Por ejemplo, esta campaña de Pepsi en la ciudad de Londres:
En España, muchas marcas apuestan además por la realidad virtual para anunciarse. Es el caso de Audi, Licor 43, Ramón Bilbao, Jagermeister, Progecovi, Yorokobu o El Corte Inglés, que ya han estrenado este nuevo formato de publicidad. La posibilidad de acercarse al consumidor en diferentes e innovadores formatos es tan jugosa como la impronta que dejan éstos en la gente.
El más cercano de los futuros
Hace apenas 10 años, todas estas ideas parecían futuristas y sacadas de un guión de ciencia ficción. Ahora, sin embargo, están cada vez más incrustadas en nuestras vidas, como es el caso del Internet de las cosas. Parece que la realidad aumentada tiene una aplicación más fácil y natural en nuestras vidas, por lo que por ahí pueden andar los tiros. No obstante, en un mundo donde todo anda reinventándose, es difícil vaticinar qué estará en boga en el más cercano de los futuros.