Piel humana, monumentos, pizzas y corales: las impresoras 3D moldean el futuro
Superada la fase de creación de inútiles muñequitos de plástico, las impresoras 3D se han convertido en una herramienta cargada de futuro que ya ha empezado a superar las primeras expectativas. La que ha sido calificada como la Tercera Revolución Industrial, está haciendo honor a su nombre al revolucionar numerosos sectores en los que se está aplicando con una eficacia cada vez mayor.
Nada de lo que vas a leer a continuación hubiera sido posible hace apenas un par de años. Son soluciones capaces de revolucionar el mundo de la medicina, objetos fabricados en el espacio, sustitutos artificiales para un mundo en ruinas y todos fueron creados gracias a las impresoras en 3D.
Superada la fase de creación de inútiles muñequitos de plástico, las impresoras 3D se han convertido en una herramienta cargada de futuro que ya supera expectativas. La que ha sido calificada como la Tercera Revolución Industrial, está haciendo honor a su nombre al revolucionar numerosos sectores en los que se está aplicando con una eficacia cada vez mayor.
¿Cuáles son las aplicaciones más útiles y necesarias de las impresoras 3D? ¿qué proyectos consiguen sacar el máximo partido a su infinito potencial? ¿con qué ejemplos podemos adivinar los pasos que seguirán en los próximos años? Recopilamos algunos de los ejemplos más relevantes, llamativos e interesantes, dando a conocer sueños que ya son una realidad.
Medicina: Imprimir para curar
Que las impresoras 3D pueden revolucionar el mundo de la medicina no es una suposición, sino un hecho que ya se ha corroborado con ejemplos reales. Desde hace algunos años, cientos de personas disfrutan de prótesis creadas a medida gracias a la impresión en 3D, pero los avances van mucho más allá.
Por ejemplo, los médicos del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla) llevan varios años realizando intervenciones quirúrgicas cardíacas tras imprimir réplicas en 3D de los órganos de sus pacientes. De esta manera, es posible conocer previamente todos los detalles de la cirugía pudiendo evitar riesgos innecesarios y aumentando así el éxito en las operaciones.
En Madrid, científicos de la Universidad Carlos III, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y del Hospital Gregorio Marañón consiguieron lo increíble, una bioimpresora 3D capaz de crear piel humana totalmente funcional. Esta piel es apta para ser trasplantada a pacientes o para la investigación y prueba de productos cosméticos, químicos y farmacéuticos.
También en el campo de la medicina, investigadores de la Chalmers University of Technology y de la Sahlgrenska Academy de Suecia lograron imprimir un componente creado a partir de células humanas de cartílago que, introducido bajo la piel de ratones, se desarrolló hasta convertirse en algo muy similar a un tejido presente en los humanos. Tras la mutación dentro de un cuerpo, la estructura impresa llegó a contar hasta con vasos sanguíneos y existen otros centros médicos donde los órganos en 3D son ya una realidad que barajar.
Gastronomía: La tecnología 3D llega a la cocina
Aunque puede que no sea un objetivo tan urgente como lo pudieran ser los desafíos médicos, la gastronomía no podía dejar de subirse al carro de la innovación incluyendo impresoras 3D como herramienta culinaria. En el lado más dulce, la marca Les 3 Dandies, fundada por tres estudiantes franceses de la Escuela de Negocios Skema, unieron alta tecnología con alta cocina imprimiendo delicatessen personalizadas y este año empezaron a comercializar sus productos.
Además, FabLabs y talleres de creación tecnológica de todo el mundo organizan de vez en cuando talleres y actividades para acercar las impresoras 3D a la creación de figuras de chocolate.
La cocina italiana también su lado tecnológico y no hay mejor ejemplo que la startup BeeHex, que ya ha desarrollado la impresora de comida Chef3D capaz de crear pizzas de unos 30 centímetros y medio en apenas cuatro minutos. Lo único que necesita es una serie de cartuchos con ingredientes básicos como pasta, salsa de tomate y queso, así como salsas y diferentes tipos de toppings.
El fundador de Beetex, el ingeniero y emprendedor estadounidense Anjan Contractor, estaba trabajando para la empresa Systems and Materials Research Corporation cuando surgió la idea: ¿Por qué no hacer la vida del menú de los astronautas algo más aceptable y llevadero? La empresa, que ahora gira por el mundo mostrando sus pizzas impresas consiguió un apoyo financiero de 125.000 dólares de la NASA hace cuatro años; un hecho que nos lleva al siguiente punto.
Espacio exterior: cómo fabricar en Marte
Si una impresora 3D es útil en la Tierra, un lugar lleno de cosas más o menos útiles, imagina el inmenso potencial que podrían llegar a alcanzar donde no hay nada, como en el espacio. Tanto la NASA como la agencia espacial Europea (ESA) ya han dado a conocer sus planes para utilizar impresoras 3D en el espacio, donde las nuevas tecnologías les permitirán crear componentes y herramientas sin necesidad de llevar pesadas y voluminosas cargas que se traducirían en millones de euros en combustible. Además, las herramientas que no vayan a ser utilizadas podrían fundirse para crear nuevos objetos.
La NASA ya está manos a la obra realizando sus primeras pruebas en la Estación Espacial Internacional y los resultados podrían resultar clave para las futuras misiones tripuladas a Marte.
Arte y Patrimonio: Lo desaparecido se materializa
El anuario 2017 de Acción Cultural Española (AC/E) recogía un ejemplo inmejorable sobre cómo aplicar la impresión 3D en el contexto cultural: «salvar» la destrucción del patrimonio sirio como consecuencia de la guerra.
Durante 2016, lugares emblemáticos de las ciudades de Londres, Nueva York y Dubai fueron el escenario escogido para ubicar una impresión 3D a escala del recientemente desaparecido Arco Triunfal de la ciudad de Palmira (Siria). Esta propuesta fue encabezada por The Institute of Digital Archaeology (IDA)78, una colaboración conjunta entre la Universidad de Harvard, la de Oxford y la Fundación Futuro Dubai, que promueve el desarrollo y el uso de la imagen digital y las técnicas de impresión 3D en la arqueología, la epigrafía, la historia del arte y la conservación.
Corales: Impresiones que salvan océanos
Las impresoras en 3D son capaces de emular corales de distintos colores y formas resultando una sustitución básica para la supervivencia de otra fauna y flora submarina. Este valioso recurso, que ayuda a recuperar a los corales vivos y a todas las especies que dependen de ellos para sobrevivir, se está empleando ya en el Caribe, Australia, el Golfo Pérsico y Mónaco.
Por ejemplo, Fabien Cousteau, uno de los nietos del mítico comandante y oceanógrafo francés Jacques Cousteau, está trabajando en un proyecto en colaboración con Ocean Learning Centre el que sumerge en los océanos nuevos corales gracias a las impresión 3D con el objetivo de lograr la preservación del coral en la isla caribeña de Bonaire.
Transporte e infraestructura: Aviones, coches y casas recién hechas
Los ingenieros de la Universidad de Southampton diseñaron e hicieron volar el primer avión impreso en 3D en 2011. Este avión no tripulado se construye en siete días con un presupuesto de 7.000€ y la impresión 3D permite que sus alas tengan forma elíptica; una característica normalmente cara que ayuda a mejorar la eficiencia aerodinámica y reduce al mínimo la resistencia inducida.
Las impresores 3D no sólo han ofrecido buenas alternativas para la ingeniería aerodinámica, sino que también tienen presencia en el campo de la automovilística. Por ejemplo la empresa Kor Ecologic ofrece Urbee, un prototipo de coche cuya carrocería está totalmente diseñada e impresa en 3D y que además pretende ser sostenible con el medio ambiente.
Y para terminar, un proyecto ya hecho realidad del que hablábamos en este mismo espacio hace apenas unas semanas: La startup Apis Cor, que construye casas imprimiéndolas en 3D en menos de 24 horas.