Lily Hevesh, la artista del dominó que ha conquistado a Katy Perry
Lily Hevesh es una artista del dominó. Dedica, desde 2009, días enteros de trabajo a crear figuras con cadenas de dominó que, con un pequeño empujón, son un arte fugaz que es un placer de contemplar.
Lily Hevesh es una artista del dominó. Desde los 9 años, dedica días enteros de trabajo a crear figuras con estas piezas milenarias chinas. Después les da un pequeño empujón para que caigan una detrás de otra. Un arte fugaz que es un placer contemplar. Ella lo sabe, por eso lo graba y monta en su canal de YouTube –Hevesh5–, que ya cuenta con más de 2 millones de suscriptores. Tiene algo de performance porque no es una pieza estática o un cuadro que uno puede colgar.
«Lo más difícil de mi trabajo, de crear un proyecto de dominó, es encontrar la manera de diseñarlo para que no solo funcione como uno quiere, sino para que también sea estéticamente agradable. El equilibrio entre forma y función es muy importante», cuenta a The Objective esta joven de 19 años.
Flechas, frases, marcas de coches, banderas y personajes populares como Mario Bros o Spiderman son algunos de los protagonistas de sus creaciones. Se ha ganado el reconocimiento de empresas como Honda o Ford que han contado con su trabajo para sus anuncios comerciales. También el de artistas como Katy Perry quien la contactó para que le hiciera un diseño para una presentación de su último disco ‘Witness’ en mayo de 2018. La famosa cantante le aseguró, al momento del performance hecha para revelar la portada, que tenía toda la intención puesta en que la joven tuviese un gran futuro.
«Lily. Todo esto es para ti. Todos estos dominós van a caer en un lugar para tu futuro. Ahí está mi intención», le dijo Perry. Para ella no es un juego, se lo toma muy en serio. No irá, por ahora, a la universidad ya que hacer sus piezas se ha convertido en «el trabajo de su vida», con el que ya puede mantenerse; aunque ha afirmado que quizá en el futuro retome los estudios.
En 2013 fue la primera vez que uno de sus vídeos se hizo viral. En algunos ya ha logrado tener más de 100 millones de visualizaciones –por algunos meses superó este año al último vídeo de Beyoncé y Jay-Z con su Insane Domino Tricks–. Cada sábado publica uno nuevo. La petición más extraña que le han pedido es hacer una casa para hobbit, ha confesado.
«Con un énfasis en la función, puedes hacer trucos más arriesgados, pero generalmente más geniales y únicos; sin embargo, es posible que no funcionen el cien por cien de las veces. Con un énfasis en la estética, a veces una creación puede verse genial, pero dependiendo del truco de dominó puede que no sea tan emocionante como podría producir algún otro truco más arriesgado. Ser capaz de equilibrar la forma y la función puede ser difícil, pero creo que comprender ambas cosas y poder aplicarlas de forma equilibrada es lo que hace que el proyecto dominó sea realmente bueno».
Hay que ser calmado y preciso. También es importante la paciencia. Hevesh asegura que «a la gente le gusta ver cosas caer». «Es hipnotizante». Esto lo puede comprobar cualquiera al ver alguno de sus vídeos. Unas 25 horas, repartidas en ocho días, tardó en crear la figura de The Amazing Triple Spiral –su preferida– en la que, además, usó 15.000 piezas de dominó.
Cuando se le pregunta qué es Domino Art responde: «Una forma de autoexpresión creativa en la que se configuran y derriban las fichas de dominó para crear atractivos efectos visuales que incluyen patrones, diseños artísticos, imágenes, textos, estructuras y otras reacciones en cadena. Si quiero ser más técnica, lo que hago es arte cinético, es una escultura en movimiento», dice con firmeza Hevesh.
Por su parte, el crítico de arte español Fernando Castro Flórez ha comentado para The Objective que debemos tener en cuenta que YouTube «es más un espacio medial que un ámbito galerístico». «Evidentemente genera experiencias estéticas de todo tipo y tiene una dimensión hasta comunicativa y, en algunos casos, ‘tutorial-educativa’. También produce beneficios económicos. Es importante ir más allá del modelo museístico o galerístico. Afortunadamente, YouTube permite otras modalidades de intercambio comunicativo y singularidades estéticas que orientan los comportamientos contemporáneos», añade.