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Ciencia

Pensar en café nos hace concentrarnos más

Este efecto solo se da en personas que relacionan el café con la productividad

Pensar en café nos hace concentrarnos más

No piense en café. Efectivamente, ahora la idea ya está en su mente lo quiera o no. Pues bien, sepa que, ahora mismo, usted está más concentrado que antes de leer estas líneas. Esta es la conclusión de un estudio de la Universidad de Monash, en Australia, y de la de Universidad de Toronto Scarborough, en Canadá, que especifica que la exposición a ciertas «señales» que nos recuerden al café, como la imagen de una taza de esta bebida, es suficiente para que nuestro cerebro replique los efectos de la cafeína, como la concentración o la excitación, sin tener que beberla. Eso sí, advierten los autores de la investigación, estos fenómenos solo se dan en personas que relacionan el café con estos conceptos, como ocurre en la cultura occidental.

Publicado en la revista Consciousness and Cognition (Consciencia y cognición, en español), el estudio hace hincapié en que estos efectos no aparecen cuando nos exponemos a «señales» que nos recuerdan al té. Inicialmente, los investigadores tuvieron la corazonada de que pensar en café en la oficina tendría el mismo efecto reactivador que hacer una breve pausa para bebérselo, así que decidieron ponerse manos a la obra. Para probarlo, los científicos hicieron cuatro experimentos, que incluyeron test de laboratorio y online.

Por ejemplo, a un grupo de personas se les pidió que trabajara en equipo en una sesión de tormenta de ideas para inventar eslóganes de una compañía multinacional ficticia llamada Arisokraft. En ese momento, los expusieron a los participantes a distintas pistas que les recordaran a la popular bebida. Midieron el ritmo cardíaco de todos ellos y les entrevistaron sobre sus planes futuros. Descubrieron que exponerlos al café les aumentaba el ritmo cardíaco más que exponerlos al té. También vieron que tenían más probabilidades de pensar conceptos específicos que abstractos.

Comida rápida y mujeres científicas

Este estudio se suma a otros anteriores con conclusiones similares. Por ejemplo, un estudio de 2010 descubrió que ver el logo de McDonald’s nos hace más impacientes porque tenemos asociada la prisa  a la comida rápida. «Descubrimos que incluso una exposición inconsciente a símbolos de comida rápida puede aumentar automáticamente la velocidad de lectura de los participantes cuando no tienen prisa y que pensar en comida rápida aumenta la preferencia por productos que ahorran tiempo cuando hay potencialmente muchas otras dimensiones del producto a considerar», exponía el estudio. «Más sorprendentemente, encontramos que la mera exposición a símbolos relacionados con la comida rápida reducía la voluntad de las personas de ahorrar y que las llevaba a preferir la ganancia inmediata más que un mayor beneficio futuro, lo que, en última instancia, dañaba sus intereses económicos. Por lo tanto, la forma en la que come la gente tiene influencias (generalmente inconscientes) sobre los comportamientos y elecciones que no tienen relación con comer».

Otro estudio anterior, de 1999, demostraba cómo el estereotipo de que a las mujeres se les da peor la ciencia que a los hombres puede afectar a cómo realizan un examen. La investigación comprobó que las mujeres sacaban peor nota en exámenes de matemáticas cuando previamente se les decía que dicho examen presentaba diferencias de género.

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