La Mexicana: más de un siglo celebrando y defendiendo el buen café
La Mexicana cumple 130 años de apuesta y defensa del café de calidad. Hablamos con su CEO, Iria Rodríguez, sobre calidad, educación y la nueva incorporación a la familia
La Mexicana nació hace 130 años en una pequeña tienda de la Calle Preciados. Desde entonces ha pasado más de un siglo y ahora en esa calle se apiñan turistas, vendedores ambulantes, edificios de El Corte Inglés y retoños de Inditex. Pero hay algo que ha resistido al paso del tiempo: el olor a café recién molido que envuelve el portal número 24, donde permanece esa primera tienda, ahora con un récord Guinness a la tienda que más café vende del mundo.
Los clientes entran y degustan un café que acaban de tostar y moler ahí, en frente de ellos. «Cada mañana –nos cuenta Iria Rodriguez, CEO de La Mexicana– tostamos únicamente el café que se va a servir al día siguiente, no tenemos stock de café tostado, así garantizamos la frescura».
Se trata, además, de un café 100% arábica, una variedad generalmente de mayor calidad que la robusta, más barata y destinada por lo común a una producción masiva. En La Mexicana ajustan los precios al máximo para que su café, aunque apueste por la calidad, sea «un lujo accesible» para todo el mundo.
La cultura cafetera en España –en comparación con otros países y por herencia de una posguerra más próxima de lo que pensamos– no se inclina tradicionalmente hacia la calidad. Estamos acostumbrados al café torrefacto, al que se le añade azúcar durante el proceso de tueste, y quemado. Iria Rodríguez cree, sin embargo, que esto «está cambiando poco a poco». «Un indicador positivo es que cada vez se demanda más el café en grano, una garantía de calidad». La educación impulsa el cambio, también en el consumo de café. Conocer sus orígenes, su nota de cata, el proceso que sigue hasta llegar a la taza hace que la calidad se valore y lo conocido se cuestione. «En definitiva, no convertir el café en un commodity», apunta Rodríguez.
Dar a quien acude a beber café esa información es uno de los objetivos principales de La Mexicana: promulgar la cultura del buen café. Al principio lo hacían desde Preciados. Ahora, desde 16 tiendas de café especializadas; un e-commerce nacional e internacional y Fanático Café, «un concepto inmersivo diferente donde puedes comprarlo o degustarlo en el entorno industrial de la fábrica». En las tiendas, el equipo asesora a la hora de elegir el café que mejor se adapte a gustos o tipos de cafetera. «Si un cliente sale sabiendo un poquito más de café y con una sonrisa, entonces estaremos felices».
Este año soplan 130 velas y lo celebran con el lanzamiento de un nuevo tipo de café, cómo si no. Se trata de Bravío, –«la mezcla perfecta entre café, ron y tiempo»–, un café arábica colombiano añejado en barrica de ron durante tres meses. «Hace unos años, investigando sobre el añejamiento de whisky en barricas de Madeira sentimos curiosidad sobre cómo resultaría aplicar procesos similares al café. Para conmemorar nuestro 130 aniversario queríamos algo único. Encontramos este café Gran Reserva Añejado en Barrica de Ron en una pequeña finca Colombiana, lo tostamos y probamos y sentimos un flechazo inmediato», cuenta Rodríguez.
Ver esta publicación en Instagram
Fueron pioneros –con su clásico ‘Colombia’– en lanzar una línea de cafés de especialidad de orígenes únicos. La familia sigue creciendo con apuestas como Bravío, pero siempre fieles a su esencia: «Nuestros principios y nuestra apuesta por el café de calidad, el tueste fresco y artesano siguen y seguirán intactos», apuntala.
El buen hacer que resulta en buen café; el olor que traslada al hogar, a la familia, al café recién hecho por la mañana. A momentos compartidos, charlas interminables. «Creo que el aroma y el sabor del café tienen el poder de evocar recuerdos felices que nos reconfortan».