Korean Dreams, la exposición que retrata la manipulación en Corea del Norte
La artista canadiense Nathalie Daoust viajó como turista a Corea del Norte, un país totalmente hermético y desvinculado del resto del mundo. La artista, durante su estancia en Pyongyang, consiguió plasmar, a través de una cámara oculta en su chaqueta, los rostros de los residentes que viven bajo un régimen establecido en el país asiático desde hace más de medio siglo. Ahora, trae su proyecto ‘Korean Dreams’ a la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes de Madrid -Calle de Alcalá 42-, donde se podrán contemplar hasta el 28 de enero sus fotografías que muestran «el comportamiento» de los norcoreanos y «sus diversas realidades».
La artista canadiense Nathalie Daoust viajó como turista a Corea del Norte, un país totalmente hermético y desvinculado del resto del mundo. La artista, durante su estancia en Pyongyang, consiguió plasmar, a través de una cámara oculta en su chaqueta, los rostros de los residentes que viven bajo un régimen establecido en el país asiático desde hace más de medio siglo. Ahora, trae su proyecto ‘Korean Dreams‘ a la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes de Madrid -Calle de Alcalá 42-, donde se podrán contemplar hasta el 28 de enero sus fotografías que muestran «el comportamiento» de los norcoreanos y «sus diversas realidades».
Sus fotografías están retocadas con el fin de reflejar un aspecto viejo y oscuro, de forma que algunos elementos se muestran borrosos y poco nítidos. Con ello, la artista revela «el desapego a la realidad en el que se ve envuelto este país» del Extremo Oriente.
«Mi primera impresión cuando vine a Corea del Norte fue de tristeza y oscuridad«, asegura Daoust a The Objective. A su vez, la autora de la exposición afirma haber manipulado sus fotografías de la misma forma que los norcoreanos «son retratados».
Este viaje ha supuesto para la artista «un cambio de mentalidad» y no comprende cómo muchos residentes de ese país no hacen algo para enfrentarse al régimen. «No entiendo por qué no se reúnen y luchan por sus derechos», señala Daoust.
Una fotografía, una denuncia
Cada imagen en ‘Korean Dreams’ viene acompañada por un pequeño texto que denuncia las condiciones en las que viven los norcoreanos: la organización de la población por castas, las ‘tres generaciones de castigos’ -si castigan a una persona, sancionan también a sus progenitores y a su descendencia-, la restricción de movimientos tanto fuera como dentro del país o la prohibición a las mujeres de conducir vehículos y de montar en bicicletas, entre otras.
Tras los semblantes serenos de algunos de los fotografiados, se esconde el alzamiento de una raza apegada al líder y a su ideología, aislada de todo lo externo y encerrada «en un mundo de fantasía», a causa de una educación tergiversada y «nada contrastada».
Aunque su percepción del país asiático sea negativa, Daoust conserva un buen recuerdo de algunos norcoreanos con los que ha podido hablar. «Aquellos que he conocido, fuera de Corea del Norte, son gente encantadora y tienen un corazón maravilloso. Están llenos de vida y de alegría», explica la fotógrafa canadiense.
‘Korean Dreams’ no ha sido el trabajo más peligroso que ha realizado en su carrera profesional, a pesar de que en la República liderada por Kim Jong-un exista una política restrictiva con respecto a fotografiar ciertos lugares y a funcionarios. Aun así, Daoust alega que «no volverá» a este país y deja como legado una muestra que refleja a una sociedad perdida en el tiempo e inmersa en un «espejismo cuidadosamente coreografiado».
La exposición estará abierta al público hasta el 28 de enero, en horario de martes a domingo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00.