El reto de convertir coches clásicos en vehículos eléctricos
Exclusividad, historia, diseño y ecología: estos coches clásicos son ahora vehículos eléctricos gracias a una ‘startup’ británica
La industria de los vehículos eléctricos, aunque sigue consolidándose poco a poco, no termina de despegar. Excepto en un nicho concreto: la gama alta. En los coches de lujo, lo eléctrico es cada vez más común. Pero la iniciativa de la que hablamos ahora va más allá: lujo del de antaño pero electrificado.
La empresa de ingeniería automovilística británica Lunaz Design está haciendo realidad el sueño de los más nostálgicos al recuperar grandes coches clásicos y convertirlos en vehículos eléctricos. Como por arte de magia —en realidad, de ingeniería–, convierten los modelos clásicos Rolls-Royce Phantom V, Rolls-Royce Cloud, Jaguar XK120 y Bentley S2 en coches del siglo XXI, restaurándolos y dotándoles de un moderno motor eléctrico.
Este proyecto se basa en la filosofía con la que décadas atrás se construyeron estos exclusivos vehículos: la artesanía, el trabajo hecho minuciosamente y con mimo. Recuperan ese valor que va más allá de lo material, el valor emocional del coche. Y lo hacen con un principio profundamente ecologista: el reciclaje. A fin de cuentas, reciclan algo caduco y en desuso y le dan una nueva vida.
Lunaz Design es una startup que lleva menos de un año funcionando desde su sede en Silverstone, en el Reino Unido, desde donde se hacen con un número limitado de mitos clásicos del mundo del motor que ya no son funcionales y los restauran y electrifican para que sean más respetuosos con nuestro medioambiente.
«Nuestros automóviles están completamente restaurados para garantizar que todos los componentes mecánicos restantes estén en excelente estado de funcionamiento y con las más altas especificaciones de seguridad modernas. Preservamos la belleza y transformamos los vehículos para proporcionar un alto rendimiento y una experiencia de conducción sin estrés», aseguran desde Lunaz Design sobre su propio trabajo.
Para todo esto confían en «un grupo de talentos de clase mundial de diseñadores, ingenieros, artesanos y especialistas en tecnología eléctrica». Y es que cuentan con empleados de las más grandes casas del automovilismo, como Aston Martin, Ferrari, Jaguar, Rolls-Royce o McLaren, entre otros. «Juntos», aseguran, «construyen a mano los mejores coches eléctricos clásicos del mundo». Y el capitán de ese equipo es Jon Hilton, que, entre otras cosas, ha trabajado como director técnico del equipo Renault en la Fórmula 1.
Como cualquiera puede imaginar, estos vehículos no son lo que se dice baratos. Cojamos el ejemplo del mítico Rolls-Royce Phantom V, un coche que ha estado en manos de muy poca gente pero muy influyente. Esta exclusiva gran berlina de la casa británica se fabricó entre 1959 y 1968, periodo en el que hicieron tan solo 516 unidades. Eso sí, para grandes personalidades: entre sus propietarios estaban la reina Isabel II de Inglaterra, de Shah de Irán o John Lennon en persona.
Ahora, la versión moderna de Lunaz Design es incluso más exclusiva: de momento, van a restaurar 30 unidades. ¿El precio? 450.000 dólares, unos 380.000 euros la unidad. No es tan caro, si tenemos en cuenta que el comprador tendrá entre manos un tesoro del motor y que lo conducirá gracias a una batería de 120 kWh, la batería eléctrica «más grande del mundo». Esto se traduce en una autonomía de más de 400 kilómetros.
Además de los Phantom V de Rolls-Royce, su mayor producción de momento, Lunaz Design cuenta con una cartera creciente de coches clásicos: otro Rolls-Royce, el Cloud, el Jaguar XK120 y el Bentley S2. Todos electrificados y todos personalizados, ya que la compañía permite al comprador participar en todas las fases de diseño y restauración del vehículo.