Así han dejado Emma, Félix y Gisele nuestros pantanos
Si analizamos las reservas por cuencas, las del norte son las que mejor se encuentran, algunos pantanos han superado la media de los últimos diez años. Por el contrario, las cuencas del Segura y del Júcar están en estos momentos por debajo del 30% de agua embalsada, 20,1% y 28,7% respectivamente.
La situación era preocupante. En la última semana de 2017, los niveles de agua embalsada se situaban en el 38%, cuando la media en esos días debía estar en torno al 57%. Las altas temperaturas (entre el 1 de marzo y el 31 de mayo de 2017 se registró 1,7 grados más que la media en esta época del año) y las escasas precipitaciones dejaron nuestros pantanos bajo mínimos. Ejemplo de ello son las ruinas y restos arqueológicos que empezaron a resurgir tras años bajo agua. Además, el Gobierno se vio obligado a tomar medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía en varias cuencas hidrográficas.
Hoy, los datos comienzan a ser un poco más halagüeños: nuestras reservas de agua superan el 60%. Esto se debe a las copiosas precipitaciones que desde hace dos semanas no han dado tregua tras el paso de Emma, Félix y Gisele.
Si analizamos las reservas por cuencas, las del norte son las que mejor se encuentran, algunos pantanos han superado la media de los últimos diez años. Por el contrario, las cuencas del Segura y del Júcar están en estos momentos por debajo del 30% de agua embalsada, 20,1% y 28,7% respectivamente.
Cuenca del Duero
Con una capacidad de 7.507 hm3 la cuenca del Duero alberga, a fecha del 19/03/2018 –últimos datos registrados–, 4.345 hm3 de agua embalsada. De esta forma sus pantanos están ahora al 57.88% de su capacidad superando incluso niveles de 2017, cuando los datos registraban 4.241 hm3, el 56.49% de su capacidad.
De esta forma, los agricultores encaran ahora una nueva temporada con un optimismo renovado por las continuas lluvias, aunque todavía se muestran cautos ya que es demasiado pronto para «lanzar campanas al vuelo», como apuntan medios locales.
Cuenca del Ebro
¡Agua va…! Los pantanos de la cuenca del Ebro rebosan de buena salud. Y es que según los últimos datos publicados por el Ministerio de Medio Ambiente, sus tres embalses registran datos superiores al año 2017, cuando se encontraban al 70,77% de su capacidad, e incluso por encima a la misma semana de hace diez años, cuando albergaba el 70% de agua embalsada. Así, en la actualidad, y tras el paso de Gisele que ha dejado copiosas lluvias en la zona, el agua acumulada es de 5.620 hm3 (73.54%).
De esta forma, el déficit de precipitación se ha rebajado desde un 34% a un 10%, respecto a los valores de principios de febrero. De esta manera, el valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el comienzo del año hidrológico, el pasado 1 de octubre, es de 326 litros por metro cuadrado, sólo un 10% menos que el valor normal en dicho periodo que es de 363 litros, según los últimos datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología.
Cuenca del Guadalquivir
‘Los pantanos de Andalucía a rebosar’, ‘Los pantanos andaluces se recuperan’… son los titulares que pueden leerse en la mayoría de medios de la comunidad andaluza. Y es que en los últimos días ha llovido más que en los siete meses anteriores, con pluviosidades en algunos puntos de más de 300 litros por metro cuadrado, lo que ha permitido embalsar más de 1.039,68 hectómetros cúbicos en las cuatro cuencas andaluzas que están ya por encima del 56% de su capacidad.
El delegado de Medio Ambiente de la Junta en Córdoba, Francisco Zurera, ha explicado en una rueda de prensa que la provincia cordobesa es la que más agua almacena en la cuenca, casi un 50%, pero la que menos riego tiene, a penas un 14.5%. En este sentido, la Mesa de Regadío de Córdoba, integrada por la Junta de Andalucía, Asaja, UPA y Coag, ha alertado de que, a pesar de los buenos datos de los últimos días, la sequía no ha acabado en la cuenca del Guadalquivir y ha exigido aumentar la zona de regadío en la provincia.
Cuenca del Tajo
La caótica situación de extrema sequía ha hecho que el trasvase del Tajo al Segura esté paralizado desde junio del pasado año. Sin embargo, todo apunta a que se activará el mes que viene, antes de lo previsto, debido al rápido crecimiento de las reservas en los embalses de Entrepeñas y Buendía por los frentes tormentosos que atraviesan la península.
El límite actual para que el desvío del agua volviese a reanudarse está en los 400 hectómetros cúbicos. A fecha del 19/03/2018, ambos embalses superaban los 350 hm3, por lo que, como ha apuntado el director general del Instituto Euromediterráneo del Agua y asesor del Ministerio, Francisco Cabezas, al diario murciano La Verdad, «casi con toda seguridad se reabrirá el acueducto en abril porque las reservas superarán en breve los 400 hectómetros cúbicos».
Por su parte, la cuenca del Segura sigue encontrándose en situación crítica con el 22.37% del agua embalsada, lo que supone tan solo 255 hm3
Actualmente, el agua acumulada en la cuenca del Tajo es de 6.717 hm3 lo que su pone el 61.00% del total.