Towanda Rebels: "El porno feminista no existe, está pensado para blanquear el 'mainstream"
Hablamos con Teresa Lozano y Zua Méndez, creadoras de Towanda Rebels, sobre tres piedras angulares y polémicas del feminismo: prostitución, gestación subrogada y porno.
«A vosotras 2 yo si que os iba a dar un pollazo que os iba a quitar toda esa mierda que teneis en la cabeza». «Vaya putas nazis». «A nadie le importa lo que ustedes piensen ahora mismo estoy viendo un vídeo de bukakke y luego me iré de putas». «Jajajaj anda a lavar los platosssssssssssss». Estos comentarios —reproducidos literalmente— son solo una pequeña muestra del odio que reciben cada día Zua Méndez y Teresa Lozano desde que fundaron hace un año Towanda Rebels, su propio canal de comunicación feminista en YouTube. Nacieron, justo, con el propósito de luchar contra ese machismo que generan sus opiniones sobre la gestación subrogada, la cultura de la violación, la prostitución, el porno.
En este año han cambiado muchas cosas: saltaron de YouTube a todos los medios de comunicación y redes sociales gracias a su vídeo #HolaPutero (con casi un millón de reproducciones) y han sacado un primer libro que las tiene «emocionadas», Hola, Guerrera (Aguilar). Pero, en realidad, todo está como al principio: grabando vídeos contra el machismo «sin pelos en la lengua». Hablamos con Lozano y Méndez, periodista —la primera—, humanista —la segunda—, actrices y feministas radicales, en un hotel del centro de Madrid sobre tres piedras angulares: prostitución, gestación subrogada y porno. Tenemos 30 minutos, se nos hacen cortos.
Prostitución
Hola, putero es vuestro hit. También es el vídeo más polémico, el más replicado. ¿Cómo surge?
Teresa: Dentro del feminismo están muy divididas las posturas sobre abolicionismo o colaboracionismo. Nosotras teníamos pendiente hacer un vídeo sobre la prostitución y pensamos que a quién había que cuestionar era al consumidor, pero no le íbamos a llamar consumidor porque las mujeres no somos bienes consumibles, así que dijimos: «Vamos a hablarle al putero». Hablar de lo que es verdaderamente el mundo de la prostitución, que se blanquea y se pone mucho como un mundo de rosas.
Zua: Hay un interés en hablar bien de los maravillosos puteros, de blanquear la imagen del putero. Porque no nos olvidemos de que la prostitución y la pornografía mueven mucho dinero. Mi amigo, el putero, «no somos bestias»… Es que eres un machista, eso es lo que eres.
En España, la Policía Nacional estima que el 70% de las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de trata. ¿Por qué cuesta hacer que cale la idea de que la mayoría de prostitutas no están ahí por voluntad propia?
Zua: Porque siempre se nos ha dicho que los hombres tienen derecho a consumir mujeres, desde que son pequeños lo saben. “La prostitución es el trabajo más antiguo del mundo”, y, por tanto, no lo vamos a poder cambiar. Así nos educan.
Teresa: Porque la prostitución es el corazón, el núcleo duro, del patriarcado. Te estás metiendo con un privilegio que el patriarcado tiene desde siempre, el privilegio sobre el cuerpo de las mujeres, primero mediante coacción y después mediante consentimiento, que en realidad también es coacción porque si hay una vulnerabilidad económica o emocional, es coacción.
Zua: Si creamos un mundo en el que las mujeres tenemos menos oportunidades y derechos. Muchas no tienen otra opción y están abocadas. Cuando la decisión es hacerlo o morir, eso no es una decisión libre.
Teresa: O han abusado de ti y estás rota.
Zua: “Si me lo van a hacer de cualquier manera por lo menos cobro” es un argumento que se escucha mucho de mujeres que han sido abusadas desde la infancia. A esas mujeres quién les va a decir que han tenido libertad.
Ahora la vicepresidenta del Gobierno y ministra de igualdad, Carmen Calvo, ha dicho con claridad que es abolicionista. ¿Creéis que podremos ver un país como España sin prostitución?
Teresa: El abolicionismo no es de hoy para mañana, siempre lo decimos, requiere de muchos años. En Suecia costó muchos años de debate implantarlo y aún hoy siguen trabajando. Por ejemplo, la última medida que tomó Suecia es que los puteros no pueden consumir prostitución tampoco en el extranjero. Si hay alguna evidencia de que están haciendo turismo sexual también pueden ser multados.
[Suecia fue el país pionero, en 1999, en penalizar a los clientes de la prostitución, que pueden enfrentarse hasta a un año de cárcel].
Así que primero hay que empezar con la educación, la dotación económica… Tú no puedes coger y decir: «Abolicionismo ya, ahora vamos a multar a los puteros». Porque así expondrías a las prostitutas.
Zua: Hay que darles salidas reales a las mujeres en situación de prostitución. Pero una salida real, no «bueno ponte a limpiar escaleras». Esa no es la salida real. Esas mujeres y todas las mujeres tenemos que tener derecho a otro tipo de profesiones que no sean limpiar. Y no quiero decir con esto que esté mal limpiar, para nada. Pero basta de decir esta frasecita: es que ella es una puta porque quiere sino siempre podría haberse puesto a limpiar escaleras. Pero bueno, es que las mujeres podemos hacer más cosas que limpiar escaleras y los hombres también pueden limpiarlas.
Gestación subrogada
A la gestación subrogada la llamáis sin tapujos «mafia reproductiva».
Teresa: Nosotras hemos intentado cargarnos los eufemismos: ¿qué es eso de personas gestantes, de transportistas gestacionales?
Zua: ¿Qué quieren decir cuando dicen altruismo pero prohíben ningún lazo de sangre entre la persona gestante y la persona que adopta? ¿Qué quieren decir cuando dicen altruismo pero se están enriqueciendo agencias, intermediarios, farmacéuticas? ¿Qué quieren decir cuando dicen que hay que legalizarlo en España cuando en realidad es porque en muchos países del primer mundo para poder comprar un niño tienen que tener en los países de origen una legislación favorable? No es que quieran que nosotras demos a luz, es que es profundamente racista, clasista y misógino. Las mujeres no somos úteros, no podemos segregar un trocito de nosotras. Yo le pido a la gente que se informe, que entre en las páginas de las agencias de contratación de este tipo de servicios. Que miren, que vayan a una feria. Y miren cómo tratan a las mujeres, como vacas, con catálogos.
¿Series como El cuento de la criada, que ilustra todo el proceso de llevar a un hijo que sabes que no te vas a poder quedar, surgen porque la sociedad está preparada para este debate? ¿Qué papel puede tener una serie para concienciar?
Zua: El debate existía de mucho antes, pero sí ha hecho mucho para que se hable de ello.
Teresa: De hecho muchas organizaciones de stop vientres de alquiler han utilizado la estética de la serie para denunciar. Es muy importante, además, que en la serie todo lo que ocurre viene de antes, de cuando los derechos de las mujeres estaban siendo ninguneados y nadie hacía nada. Había manifestaciones, pero la gente no se sentía identificada porque pensaba que no va a pasar nada. Yo creo que eso es lo que no podemos permitir, que tenemos que plantarnos desde el primer momento ante los vientres de alquiler.
Zua: Las cosas no pasan en un segundo, te van cortando derechos. Tras los años de la crisis, nosotras estamos más precarizadas, tenemos una brecha salarial más grande, tenemos una femininización de la pobreza.
Teresa: Mujeres que se han metido en la prostitución por culpa de la crisis y hombres que consumen más prostitución en tiempos de crisis.
Zua: Y ahora llega Ciudadanos y nos dice: «Vamos a hacer para las mujeres una salida más: alquila tu vientre. No tienes trabajo, has estudiado dos carreras y un máster y no tienes trabajo, alquila tu vientre». Ah, bueno, como estoy pidiendo libertad para mí, pues libertad para todo. No, la libertad no es hacer cada uno lo que nos dé la gana.
Habéis dicho en alguna ocasión que el feminismo no es la libertad individual de que cada una haga lo que le dé la gana.
Teresa: Es que es una lucha colectiva. Hay una parte individual en la que tienes que empezar a deconstruirte tú sola y luchar contra los estereotipos que tú tienes arraigados, el patriarcado que tienes en tu cabeza. Pero luego está la lucha colectiva que te va a ayudar a ti individualmente. Que haya algo que a ti te empodere o te guste, eso no es feminismo. Por eso no es feminismo todo lo que dicen las mujeres. No es feminismo todo lo que haga una mujer porque lo haga libremente. Y luego está el mito de la libre elección: yo me cosifico porque a mí me gusta cosificarme. Es que no funciona así. Tú te cosificas porque te gusta, vale, pero…
Zua: Pero, ¿por qué te gusta?
Teresa: Es más, ¿eso ayuda colectivamente a la mujer? No, entonces no me diga que es cosificación feminista. La prostitución feminista. El porno feminista. Pero, por favor, ¿cómo va a ser el porno feminista? Pero, ¡qué oxímoron, por favor! ¿Quién se va a creer eso? ¿Cómo nos va a ayudar a las mujeres que tú hagas porno?
Porno
¿No es posible para vosotras entonces que el porno pueda ser feminista?
Teresa: Actualmente, no. Es prostitución filmada.
Zua: Es la misma pregunta que con la prostitución. ¿Puede haber una prostituta que se prostituya libremente y que ponga sus condiciones y que sea libre? Pues seguramente. La trampa del porno feminista es la misma que la de “si hay mujeres que se prostituyen porque quieren”. Ya, pero la minoría. ¿Cuánto hay de porno feminista en una industria que cosifica, vulnera, violenta a la mujer? En una industria que le enseña a los niños, porque hemos delegado completamente la educación sexual en el porno. ¿Cuánto porno feminista ven los niños de ocho años?
Teresa: Si dicen que dentro de 200 años vamos a alcanzar la igualdad real, entonces hablamos de porno y prostitución.
Zua: Cuando de verdad tengamos las mismas oportunidades y los mismos derechos, y las productoras de porno estén en manos de mujeres también y no solo de hombres.
Teresa: Que una directora haga porno no significa que la productora que le está pagando no sea la misma que hace el porno mainstream.
Zua: De hecho, gente muy potente del lobby de la pornografía, un nombre muy conocido por todos, una chica, que encima hace películas vestida de niña y le encanta decir: “Ay, me acuesto con mi papá”. Que es un mensaje muy bueno, muy feminista. Y luego ella dice que hace porno feminista, cuando vive del porno mainstream: las productoras que le pagan por uno, son las mismas que le financian el otro.
Teresa: O sea el porno feminista está pensado para blanquear el mainstream. Lo único que se puede hacer es cargarnos lo de que existe porno feminista porque nos la cuelan ahí para poder justificar el otro.
Zua: El argumento es el mismo de la prostitución, el de las mujeres que sí quieren hacerlo libremente. ¿Por el 10% condenamos al 90%?
Teresa: Nosotras somos abolicionistas porque la abolición plantea que hay que educar a la sociedad para que no lo consuman. Para que los hombres entiendan que eso no es sexo, para que los adolescentes sepan qué es sexo de verdad. Que existe la industria porque hay consumidores, igual que la prostitución, por eso hacemos un vídeo y les decimos: tío, tú tienes la cabeza podrida de porno, das puto asco, yonqui del porno, deja el porno. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo vamos en contra de una industria multimillonaria? La industria se cae si no hay consumidores. Pero el problema es que los consumidores cada vez reclaman porno más violento, más humillante. Cosas locas.
Zua: Ni Erika Lust es feminista, lo siento. El postporno, el porno artístico… eso no excita a nadie, como porno es fallido. Eso ya se hace en muchas obras de teatro contemporáneo y no lo llaman porno. La exploración del cuerpo de las personas no es porno.
Teresa: Nosotras cuestionamos todo: desde que se llame cine al porno, porque eso no es cine, ni ellas son actrices, ni ellos actores. Que nosotras somos actrices y a las actrices no nos penetran ni nos pegan. Cuando veo la peli: le rompo el culo a la negra no sé qué. Es que le está rompiendo el culo a una negra, a ver si nos enteramos de lo que está pasando, que no es una ficción, que lo está haciendo.
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En su libro, Hola, Guerrera, Zua y Teresa van todavía más allá y advierten contra los tíos adictos al porno: «Si un tío te dice que ve porno habitualmente, que le gusta el porno y/o que se masturba habitualmente viéndolo, no te pares a pensarlo, huye. Huye antes de que sea demasiado tarde, acabes malfollada, dolorida y te sienta como una maldita muñeca hinchable».
Claman contra «las violaciones, los bukakes y el sexo cada vez más misógino que recibe millones de clics solo por recibir la etiqueta de porno»: «Nadie, excepto las feministas radicales, se plantea que el porno muestra cada día a miles de niños que violar a una mujer es aceptable, normal y placentero». Así, relacionan las violaciones en grupo que aparecen en películas porno con la idea que «permitió» al abogado de La Manada definir las grabaciones de cinco hombres penetrando a una chica de 18 años —en una actitud completamente paralizada y pasiva— como una película porno.
Así, las Towanda Rebels cargan tintas contra esa imagen que se intenta vender del «porno Disney»: «Los medios de comunicación utilizan sus altavoces únicamente para amplificar los discursos de las prostitutas o de las actrices porno felices, que hablan de las bondades de la industria y de lo empoderador que resulta para la mujer mercantilizar su cuerpo. Hablan por el lobby del porno, que es el que les da de comer. Por lo tanto, las únicas voces que la mayoría de la gente conoce son las de las personas que nos venden el mundo de la pornografía coloreado de rosa».
Contraponen este discurso con la terrorífica historia recogida por la revista francesa Prostitution et société (de la asociación Mouvement du Nid) de Nadia, ex actriz porno y exprostituta: «Ahora sé que la pornografía es la esclavitud moderna, en la que sufrí auténticas humillaciones. El cine porno es una violación tras otra, es inhumano. En un día como prostituta pude haber estado como máximo con 11 tíos; en unas horas de porno, con 35».