5 feministas que tienes que conocer antes de ver 'Feminists: What Were They Thinking'
Feminists: What Were They Thinking? Es un documental de Netflix sobre el movimiento feminista de los años setenta. Descubre a 5 de sus protagonistas.
Netflix estrena el 12 de octubre un documental dirigido por Johanna Demetrakas sobre el movimiento feminista de los años setenta. Descubre a algunas de las mujeres que lo protagonizan y su importancia.
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Bueno, Bret Kavanaugh fue finalmente elegido para la Corte Suprema en Estados Unidos (para quien no entienda la referencia: Kavanaugh es el candidato republicano que fue convincentemente acusado de intento de violación sin consecuencias) y en estos días los medios españoles se han llenado de noticias de asesinatos de género y de jueces machistas. No está siendo un buen tiempo para quienes pensaban que el progreso había dado pasos agigantados hacia la igualdad. De hecho parece estar retrocediendo. Pero la respuesta femenina (y de los hombres que no son machistas) ha sido clara y directa. Sin embargo, aún quedan algunos/as que son incapaces de llamarse feministas porque la propaganda anti igualdad los ha convencido de que esa palabra significa cosas que no significa realmente. Para todos: feminismo es la exigencia de igualdad, nada más.
Toca educarse más, y toca entender los movimiento femeninos previos a este, porque como nos dejan claro las noticias cada semana ha llegado la hora de volver a pelear. El 12 de octubre llega a Netflix un documental que puede colaborar con nuestra comprensión de las revoluciones feministas anteriores: Feminists: What Were They Thinking. En el documental, dirigido por la activista Johanna Demetrakas, varias de las mujeres que participaron en los movimientos feministas de los setenta hablan de lo que esperaban, lo que se logró y lo que aún no ha cambiado.
Para que disfrutes aún más el documental, impulsado por una campaña de Kickstarter y basado en un libro de fotografías de Cynthia MacAdams llamado Emergence, te vamos a contar un poco de algunas de ellas.
Lily Tomlin (actriz)
Desde su juventud Tomlin ha estado preocupada por los derechos de la mujer. Con su pareja y colaboradora, la dramaturga Jane Wagner, ha protagonizado monólogos como The Feminist (sobre tres tipos de mujer, interpretados por ella, con tres visiones del feminismo) y la premiada The Search for Signs of Intelligent Life in the Universe que, entre otras cosas, cuenta la historia del feminismo en su segundo acto. Tomlin, que ha sido honrada en el Kennedy Center por el presidente americano y se ha ganado Emmys, Grammys, Tonys y hasta un Peabody, comenzó en el cine con Robert Altman en Nashville y actualmente protagoniza Grace & Frankie con Jane Fonda en Netflix. En una ocasión se levantó y se fue del Dick Cavett Show tras un comentario machista de otro invitado y ha trabajado en varios centros para mujeres en diferentes ciudades americanas, como Rosie’s Place en Boston, el primer refugio para mujeres sin hogar. En 1998 entró en el Women’s Hall of Fame de Michigan, su estado de nacimiento.
Jane Fonda (actriz)
Además de ser una actriz con dos Oscars, Baftas y demás, además de ser una gurú del ejercicio y miembro de una famosa familia, Jane Fonda es casi por sobre todas las cosas una activista. En los setenta tuvo encontronazos con el gobierno de Estados Unidos por su protesta activa contra la guerra de Vietnam y se definió por primera vez como feminista. En las décadas siguientes ha sido un prominente apoyo para las causas feministas y ha estado detrás del proyecto V-Day, que busca terminar con la violencia contra las mujeres. En 2001, fundó el Jane Fonda Center for Adolescent Reproductive Health para ofrecer educación sexual y evitar los embarazos adolescentes y en 2005 el Women’s Media Center, junto a Gloria Steinem. Ha realizado protestas en Ciudad Juárez, por ejemplo, y apoyado al partido Feministiskt Initiativ en Suecia.
Gloria Steinem (periodista/activista)
Tal vez sea uno de los mayores iconos feministas de los setenta. Durante sus comienzos como periodista escribió un artículo para Esquire sobre anticonceptivos cuya premisa hablaba de la decisión forzada que las mujeres debían tomar entre tener familias o trabajar, corría 1962. El año siguiente escribió una famosa crónica sobre el trato a las conejitas de los clubs de Playboy, se hizo pasar por una y vivió la experiencia. En 1969, escribió sobre el aborto para New York Magazine y un ensayo llamado After Black Power, Women’s Liberation (Después del poder negro, la liberación de la mujer), que marcó el comienzo de su activismo y su liderazgo. En 1972, fundó Ms. una revista feminista mítica y que aún existe.
Steinem fue uno de los rostros más reconocibles del movimiento feminista americano durante décadas: fundó el Women’s Institute for Freedom of the Press, Choice USA y en 1971 fue una de las 300 mujeres que fundó el National Women’s Political Caucus. También ha escrito varios libros sobre su activismo y el feminismo.
Laurie Anderson (artista/músico)
Entrenada desde pequeña como violinista clásica sus actos de performance han incluido casi siempre su instrumento, con sonido intervenido o no, así como su voz, generalmente modificada. Anderson, como artista de performances en los sesenta y setenta, entendió que su contexto y los hechos políticos y sociales de su tiempo eran un enorme caldo de cultivo creativo y con sus obras logró apelar tanto al público avant-garde como al masivo.
Anderson se ha definido siempre como una “Powerful Female” aunque su trabajo no sea abiertamente activista. Se le ha considerado, sin embargo, una artista feminista por su empoderamiento en tiempos en los que una mujer no realizaba este tipo de arte, e incluso por su aspecto: pelo corto y look andrógino. En ocasiones su obra ha sido más claramente activista: por ejemplo, en 1973 estrenó su proyecto Fully Automated Nikon, en que fotografió a hombres que le habían hecho comentarios en la calle.
Judy Chicago (artista)
Durante sus estudios de arte Judy Chicago dejó claro no solo su talento sino su interés por el tema femenino, de hecho se le considera miembro de la primera generación de artistas feministas. Una de sus obras, que representaba órganos sexuales femeninos, horrorizó a sus profesores en los sesenta. Chicago, sin embargo, continuó su camino y ya era considerada, en sus comienzos, una promesa del arte abstracto.
En 1970, comenzó a enseñar una clase de arte solo para mujeres con la intención de que la perspectiva femenina tuviese un espacio en el arte y luego formó parte de el Programa Feminista de Artes del Instituto de Artes de California. Una de sus obras más famosas es Red Flag (1971), en que un tampón lleno de sangre emerge de entre las piernas de la artista. En 1974 inauguró la obra/instalación The Dinner Party, con 39 puestos en la mesa para 39 figuras femeninas trascendentes en la historia y mitología. En 1978, fundó Through The Flower (A través de la flor), una organización que educa en la importancia del arte y la presencia y perspectiva femeninas en este mundo. Ha sido profesora durante décadas y sus enseñanzas se centran en obras centradas en la experiencia femenina.