La infancia marca: por qué los niños pobres lo seguirán siendo cuando sean adultos
En España, la pobreza infantil severa se situaba en 2017 en el 15,5%, y la pobreza infantil relativa, en el 28,3%, una tasa que sitúa al país, dentro de la Unión Europea, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria. En total, casi un tercio de los niños en España vive en riesgo de pobreza o exclusión social.
En España, la pobreza infantil severa se situaba en 2017 en el 15,5%, y la pobreza infantil relativa, en el 28,3%, una tasa que sitúa al país, dentro de la Unión Europea, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria. En total, casi un tercio de los niños en España vive en riesgo de pobreza o exclusión social.
Estas elevadas cifras, además, se reflejan también en la edad adulta, pues alguien que nace en España en una familia con bajos ingresos tarda 120 años, cuatro generaciones, en poder prosperar, según explica la ONG Save the Children en su informe La infancia marca: Análisis de los derechos de los niños y las niñas durante los últimos 100 años de historia de España. Por tanto, la mayoría de los niños que nacen en un hogar pobre mantienen esta situación de pobreza en su vida adulta.
El hecho de que revertir la situación de pobreza de estos niños sea realmente difícil se debe a varios factores que se dan durante la infancia, principalmente relacionados con la educación.
La segregación escolar socioeconómica
La segregación por el origen social y económico de los alumnos en los centros escolares “es también uno de los problemas que afectan a la educación y a la equidad en España”, asegura la ONG.
La tasa de segregación escolar socioeconómica en España se sitúa en el 0,311, un promedio superior al del conjunto de la Unión Europea, del 0,286, y solo por detrás de Hungría, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Lituania.
Esta tasa se eleva en algunas comunidades autónomas, como en la de Madrid, donde es tan elevada que, en términos nacionales, solo se ve superada por Hungría.
El coste de la educación y la falta de becas
La dificultad para hacer frente a los costes de la educación es otro problema que afecta a una gran cantidad de familias en España. El 32% de familias con hijos a cargo afirma que tiene problemas graves o moderados a la hora de pagar los gastos relacionados con la educación formal. Esta cifra, como las anteriores, es muy superior a la de la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 18,9%.
A esto se suma que la inversión pública en ayudas y becas a los alumnos es muy baja comparada con el resto de países europeos. El porcentaje de gasto público en educación que se destina a la ayuda financiera de los alumnos es de solo un 4,3%, mientras que el de la Unión Europea es del 8,5%. En países como Noruega y Reino Unido, esta cifra supera el 15%.
El abandono escolar temprano
La desigualdad en la educación hace que España también sea uno de los países de Europa donde más pesa el origen social en el abandono escolar, según los datos del informe de Save the Children. Así, el porcentaje de abandono escolar debido al origen social en España era del 13,5% en 2015, el último año en el que hay datos, una cifra que creció notablemente desde el año 2003, cuando se situaba en el 10,3%.
Esto supone que un gran porcentaje de niños abandona los estudios antes de tiempo debido a que su posición social les impide hacer frente a los costes que estos suponen o a que deben trabajar para colaborar económicamente en el hogar.
De esta manera, mantienen la pobreza en la que viven desde su nacimiento, pues no optan a puestos de trabajo que les permitan progresar económicamente.
La falta de políticas contra la pobreza infantil
La ONG denuncia también que en España “las políticas y prestaciones públicas dirigidas a mejorar este problema son limitadas y con poco efecto”.
La única prestación que hay a nivel estatal dedicada a la infancia es la prestación por hijo a cargo, una ayuda de 28,50 euros para cada familia. Esto sitúa a España a la cola de los países europeos que cuentan con esta ayuda. De todos ellos, Dinamarca se sitúa a la cabeza, con una ayuda de 397,50 euros por familia.
“Esta falta de inversión y desarrollo de políticas orientadas a luchar contra la pobreza y desigualdad infantiles hacen que la capacidad de reducción de pobreza en menores de 18 años de las transferencias sociales sea muy baja”, explica la ONG.
En España, la tasa de reducción de la pobreza infantil está en un 17,7%, mientras que la media de la Unión Europea se sitúa en el 38,2%.
