Ayudar a los que ayudan: así trabajan los psicólogos que atienden a la tripulación del Ocean Viking
Ver a personas ahogarse y no poder evitarlo o escuchar las terribles historias sobre lo que los migrantes han vivido pueden hacer de la experiencia a bordo de un barco de rescate algo realmente duro
En los barcos de rescate de las ONG se viven a menudo situaciones dramáticas. Los migrantes pasan horas, a veces incluso días, en embarcaciones precarias y peligrosas antes de ser rescatados. Muchos ven a la muerte de cerca y otros no sobreviven y mueren ahogados. Todo esto, después de haber soportado situaciones de esclavitud, de pobreza, de haber vivido guerras y violencia. Para lograr sobrevivir a todo esto, además de las ayudas básicas y de la atención médica, es necesario contar con una atención psicológica que puede comenzar desde que suben al barco de la ONG.
Sin embargo, los migrantes no son los únicos que reciben ayuda psicológica para poder superar estas situaciones, sino que los psicólogos a menudo deben atender también a los miembros de la tripulación, que se enfrentan con cada rescate a experiencias que pueden ser verdaderamente traumáticas y causar grandes niveles de estrés.
Ver a personas ahogarse y no poder evitarlo, escuchar las terribles historias sobre lo que los migrantes han vivido antes de lograr huir o incluso el hecho de saber que no pueden rescatar a todos los que quisieran pueden hacer de la experiencia a bordo de un barco de rescate algo realmente duro. Para saber llevarlo bien, contar con asistencia psicológica es de gran ayuda.
Voluntarios para ayudar a la tripulación
El trabajo a contrarreloj, la urgencia y las necesidades de aquellos que acaban de rescatar a menudo hacen que los miembros de la tripulación se olviden de sus propias necesidades. De eso se dio cuenta la enfermera psiquiátrica Marie Rajablat tras un tiempo a bordo de un barco de una ONG. Por eso creó este grupo de psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas cuyo objetivo no es otro que ayudar a los que ayudan.
“Como los migrantes están sujetos a tantos problemas, vienen expatriados de su país a causa de la guerra, los rescatistas se ponen en un segundo lugar, porque la prioridad es esa situación de traumatismo que viven los migrantes”, explica Angélica María Franco Laverde, que forma parte de un grupo de 15 psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas que, de manera voluntaria, ofrecen apoyo psicológico a los miembros de la tripulación del Ocean Viking, el barco de Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée, y anteriormente a la del Aquarius.
Estos voluntarios se organizan para que parte del grupo pueda acudir antes de que zarpe el barco o a su llegada para reunirse con los miembros de la tripulación que lo requieran o lo consideren necesario. “Cada vez que el barco hace un trabajo de rescate, los psicólogos van a las escalas para trabajar, sobre todo, la prevención con los rescatistas que van por primera vez a hacer este trabajo”, explica Franco Laverde.
“Dado el tipo de trabajo que realizan los rescatistas, quienes enfrentan constantemente situaciones estresantes y traumáticas, es importante reconocer de antemano las situaciones de riesgo que eventualmente se presentarán”, señala la psicóloga. “Esto les permitirá afrontar mejor la situación o, al menos, identificar con más claridad los signos clínicos de un posible riesgo para ellos mismos o para sus colegas”.
Además, el equipo también atiende a “las personas que ya han vivido la experiencia y necesitan un trabajo de acompañamiento”, tanto al llegar al puerto como después en sus respectivas ciudades.
Rescates complicados y sensación de impotencia
Cada persona es un mundo y no todos los que participan en las misiones de rescate las afrontan de la misma manera, insisten los psicólogos. “Cada miembro del equipo daría una respuesta diferente sobre lo que es traumático. Pueden ser eventos durante el rescate, ver a hombres, mujeres y niños ahogados, o pueden ser las historias que las personas rescatadas nos cuentan, o el sentimiento de estar sobrepasado sabiendo que la única opción que hay es seguir adelante”, nos explica Stefanie Hofstetter, la responsable del equipo médico de Médicos Sin Fronteras a bordo del Ocean Viking.
Sin embargo, sí es común que haya una alta demanda de los servicios psicológicos después de un rescate crítico o complicado, explica Hofstetter. “Tenemos la opción de requerir la visita de la unidad de apoyo psicológico cuando estamos en el puerto, con el objetivo de ayudar al equipo con terapia individual y sesiones en grupo”, señala.
En estas sesiones, además de las complicaciones que pueden haber surgido en un rescate, algo que se repite es la sensación de impotencia. “Normalmente es terrible para estos jóvenes que hacen los rescates la impotencia a la que ellos se ven sometidos dadas las represiones políticas”, explica Franco Laverde.
“Esta es una situación que realmente produce mucho estrés, cuando ellos ven que los migrantes están en una situación desesperada y, por cuestiones legales, políticas, de las que hemos sido testigos en estos últimos meses, no pueden hacer el rescate, eso genera mucho estrés y mucha culpabilidad”, añade, en relación a la situación de los barcos Ocean Viking y Open Arms en agosto, que han pasado semanas con cientos de personas a bordo a la espera de recibir un permiso para desembarcar en un puerto seguro.
Por eso, aunque “cada experiencia es singular”, “lo más característico es verse sumido en la impotencia, el no poder hacer algo cuando saben que tienen que hacerlo”.
Asistencia psicológica las 24 horas, también a bordo
Aunque lo habitual es recibir asistencia psicológica antes o después de subir al barco, los rescatistas pueden verse en situaciones en las que no pueden esperar y necesitan una consulta para poder seguir adelante con su trabajo. En esos casos, los psicólogos están disponibles 24 horas al día a través del teléfono.
En casos de urgencia, en los que busquen hablar con alguien cara a cara, también es posible recibir primeros auxilios psicológicos a bordo del barco por parte de algún miembro del equipo médico o incluso de algún compañero, explica Hofstetter. “Para muchos de nosotros, es realmente de ayuda saber que el apoyo está disponible si lo necesitamos”, añade.
No obstante, los psicólogos suelen recomendar que, si es posible, la terapia se realice una vez en tierra. “Como están sometidos a cuestiones de tiempo y tienen que actuar de manera rápida, es importante que estén concentrados en las cosas prácticas, y de alguna manera eso los protege, el estar enfocados en salvar la vida de los migrantes”, explica Maeva Musso, también del grupo de psicólogos que atiende a la tripulación del Ocean Viking.
Además, un buen trabajo a nivel psicológico requiere tiempo, insiste, por lo que las terapias a largo plazo son lo ideal. Por eso, cuando tienen un primer encuentro con un psicólogo del grupo, este le facilita sus datos de contacto para poder llevar el seguimiento y establecer una relación de confianza.
Los miembros de la tripulación, entre los que hay personas que trabajan regularmente y otros que solo participan en algunas misiones, “conocen la importancia del apoyo a la salud mental”, explica Hofstetter y tanto Médicos Sin Fronteras como SOS Mediterranée “se han esforzado en enfatizar continuamente su valor y su importancia durante las reuniones antes de las misiones y en los entrenamientos”.
Por eso, aunque algunos rescatistas “son reacios a hacer la solicitud, la mayoría de ellos termina aprovechando esta oportunidad que se les ofrece”, explica Franco Laverde.