Bailey Sellers tenía 16 años cuando su padre Michael William Sellers murió a causa de un cáncer de páncreas en 2012. Este hombre estadounidense supo de su enfermedad terminal seis meses antes de fallecer, por lo que le dio tiempo a preparar la despedida de su mujer y de sus cuatro hijos. Uno de los regalos más especiales era para Bailey: la joven recibe cada cumpleaños un ramo de flores de parte de su padre. Este año ha llegado el último envío.
“Bailey, esta es la última carta de amor que te dedico hasta que volvamos a vernos. No quiero que derrames ni una lágrima más por mí, porque estoy en un lugar mejor. Tú eres y siempre serás la joya más preciada que he recibido. Es tu 21 cumpleaños y quiero que respetes siempre a tu madre y seas fiel a ti misma. Sé feliz y vive la vida al máximo. Seguiré estando contigo en los momentos importantes. Solo mira alrededor y allí estaré. Te quiero. Feliz cumpleaños. Papá”.
Así decía la tarjeta que la joven ha recibido y ha compartido en redes sociales. Su publicación en Twitter ha conseguido más de 350.000 retuits y 1,4 millones de «me gusta» en apenas 72 horas.
My dad passed away when I was 16 from cancer and before he died he pre payed flowers so i could receive them every year on my birthday. Well this is my 21st birthday flowers and the last. Miss you so much daddy. 💜 pic.twitter.com/vSafKyB2uO
— Bailey Sellers (@SellersBailey) 24 de noviembre de 2017
«Mi padre murió de cáncer cuando yo tenía 16 años. Antes, pagó por adelantado flores para que yo pudiera recibirlas cada cumpleaños. Bueno, estas son las flores de mi 21 cumpleaños. Las últimas. Te echo de menos, papá», decía Bailey en su texto. «Todos los años espero mi cumpleaños porque me hace sentir como si él estuviera todavía aquí», confesó la joven.
«Odio mi cumpleaños desde que mi padre falleció y me da miedo cada año porque él siempre lo hizo muy especial», dijo esta estudiante de Psicología al New York Post. «Me temía especialmente el cumpleaños 21 porque sabía que sería el último año«. La joven, que estudia en la Eastern Tennessee University, señaló a este periódico que el regalo y la tarjeta de cumpleaños de este año fueron especialmente significativos: «Me rompí. Esa carta fue triste e impresionante, todo al mismo tiempo».
Después de las más de 13.000 respuestas que ha recibido, Bailey asegura que su padre estaría muy orgulloso de que su mensaje haya llegado y emocionado a tanta gente.