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Este gesto de un conductor de bus hacia un hombre en silla de ruedas devuelve la fe en el civismo

Un conductor de autobús en París se ha convertido en el nuevo héroe anónimo de Francia. La semana pasada, un hombre en silla de ruedas estaba esperando el autobús en puerta de Clichy, en el distrito 17 de la capital francesa. Cuando el vehículo llegó y el conductor sacó la rampa de acceso, ninguno de los pasajeros de dentro del bus se movió ni trató de hacer hueco para que subiera este hombre de movilidad reducida. Al ver ignoraban la situación, el chófer decidió desalojar a todos los pasajeros para que pudiera montar el señor y su silla de ruedas.

Este gesto de un conductor de bus hacia un hombre en silla de ruedas devuelve la fe en el civismo

Un conductor de autobús en París se ha convertido en el nuevo héroe anónimo de Francia. La semana pasada, François Le Berre, un hombre que se desplaza en silla de ruedas, estaba esperando el autobús en puerta de Clichy, en el distrito 17 de la capital francesa. Cuando el vehículo llegó y el conductor sacó la rampa de acceso, ninguno de los pasajeros de dentro del bus se movió ni trató de hacer hueco para que él subiera. Al ver como ignoraban la situación, el chófer decidió desalojar a todos los pasajeros para que pudiera montar François con su silla de ruedas.

La historia la ha contado el propio afectado en Twitter, donde ya ha sido compartida más de 5.000 veces y reflejada por todas las publicaciones francesas.

 

 

«Ayer esperando el autobús en París, ninguna persona quería moverse. Como nadie hacia espacio, el conductor se levantó y dijo: ‘Fin del trayecto. ¡Todo el mundo abajo!’. Después se acercó a mí y me dijo: ‘Usted puede montar’. Y a los otros les dijo que esperaran al siguiente».

El mensaje va firmado por François Le Berre, que acompaña el texto con una imagen de él en silla de ruedas esperando el autobús, y ha sido compartido por la cuenta de Twitter Accesible pour tout, un perfil en el que se publican todos los días historias de personas con movilidad reducida y las dificultades a las que se enfrentan.

“Yo estaba esperando el bus con mi hermano. Cuando llegó, nadie quiso hacer un hueco pese a la rampa de acceso”, contó François al HuffPost. Al ver esto, el conductor intervino rápidamente y vacío el vehículo. Les explicó al resto de pasajeros que el siguiente autobús pasaría a los cinco minutos. “La gente salió, algunas personas muy reticentes”, explicó el implicado. Cuando los pasajeros se dispersaron, el conductor le dijo a François que montara con su hermana porque “todo el mundo puede necesitar una silla de ruedas algún día”. También le dijo que no había nadie en su familia con movilidad reducida, sino que en la sociedad hacía falta a veces un poco de civismo.

El servicio al cliente de la RATP, la red de transporte público en París, se ha puesto en contacto con François para pedir información sobre el conductor y poder trasladarle su agradecimiento.

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