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¿Por qué es más peligroso consumir cocaína a partir de los 50?

Hablamos con un psiquiatra y una médico de urgencias que nos explican por qué consumir cocaína a partir de los 50 es más peligroso que a los 30

¿Por qué es más peligroso consumir cocaína a partir de los 50?

España es el segundo consumidor de cocaína de la Unión Europea. En 2017 se incautaron 41 toneladas de esta droga, lo que representa el 61% del total estimado en la Unión Europea ese año. Además, la cocaína es la droga estimulante ilegal más utilizada en la Unión Europea. Un 3% de los adultos jóvenes y un 2% de todos los adultos ha consumido cocaína alguna vez en la vida en España, según los datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

El consumo de cocaína es más común en jóvenes, con la edad media del primer consumo en España a los 21 años y la edad media de admisión a tratamiento a los 34. Sin embargo, las personas de más de 50 años también consumen esta droga y los riesgos para ellos son mucho mayores.

Hablamos con un psiquiatra y una médico de urgencias que nos explican por qué es mucha más peligroso consumir cocaína a partir de los 50, tanto por primera vez como de forma habitual..

El riesgo de sufrir un infarto

La principal diferencia entre consumir cocaína de joven y a partir de los 50 es la mayor probabilidad de sufrir un infarto. “El problema de la cocaína es que a nivel físico tiene un efecto vasoconstrictor, los vasos sanguíneos se contraen más”, nos explica Ernesto Verdura, psiquiatra del hospital Gregorio Marañón. “Cuando estamos hablando de gente joven, sus vasos sanguíneos están más sanos, están más jóvenes. Entonces, claro, la probabilidad de que tengas un infarto de corazón por una vasoconstricción producida por la cocaína existe, pero con 50 años es mucho mayor”, señala.

A los 50, “los vasos sanguíneos ya tienen un deterioro y un daño producto de la edad que con gente joven no tiene”. Lo mismo señala la médico especialista en Medicina Familiar y emergencias hospitalarias, Rebeca Parada, que insiste en que “las arterias de una persona de 50 o 60 años probablemente no sean las mismas que las de una persona de 20, y aunque no tenga otros factores asociados, las consecuencias pueden ser peores” tras el consumo de cocaína.

Este riesgo es mayor si el consumo de cocaína es continuado, pero también existe si es ocasional e incluso si es la primera vez. “Un consumo de cocaína puntual en un hombre o mujer de 50 años sería como jugar un partido de squash. ¿Qué le dicen a un hombre de 50 años antes de jugar al squash? ‘Hazte un reconocimiento médico porque te puede producir un infarto’. Con 30 años no te lo dicen”, ejemplifica Verdura.

Un consumo durante más tiempo

Aunque el riesgo de sufrir un infarto existe por un consumo ocasional, los expertos señalan que no es habitual que una persona comience a tomar cocaína después de los 50, sino que suele ser algo que ocurre desde hace años. “En la clínica, alguien que te venga que con 50 y tantos años ha empezado a consumir cocaína, yo no me lo encuentro”, dice Verdura.

Por eso, las personas que consumen cocaína con más de 50 años suelen tener “determinadas enfermedades y tratamientos” desde hace tiempo, así como factores de riesgo que empeoran los efectos de la cocaína, señala Parada.

Además, los expertos señalan que dejar de consumir cocaína a esta edad es mucho más complicado que años antes. “Si has llegado con adicción a la cocaína a los 50 años, es muy difícil que lo dejes, porque has pasado muchas etapas vitales en las que pudiendo afrontar la probabilidad de dejarlo, no lo has hecho, y eso es por algo”, explica Verdura. De hecho, es habitual “encontrar gente que consume cocaína con 50 años pero que no consulta para dejarlo, porque lo tienen integrado” en su vida.

Los factores de riesgo y el policonsumo

Otro hecho que hace que consumir esta droga sea más peligroso a partir de cierta edad es la cantidad de factores de riesgo que tiene una persona aumentan con los años. La hipertensión, la obesidad, la diabetes y el colesterol son algunos de los que pueden empeorar seriamente los efectos de la cocaína.

En el caso de la mujer, además, se suma la protección que pierde a nivel cardiovascular cuando pasa la menopausia. “Las mujeres a nivel cardiovascular están mucho más protegidas que los hombres por las hormonas durante su etapa fértil”, explica Verdura, por lo que “es muy difícil que una mujer tenga un infarto con 30 años, eso es rarísimo”. “Sin embargo, a partir de la menopausia, que caen los estrógenos, la mujer iguala al hombre en riesgo vascular”.

A estos factores de riesgo se suma que, muy a menudo, las personas que reciben asistencia sanitaria por el consumo de esta droga suelen haber tomado también otras sustancias, como alcohol, tabaco o incluso otras drogas como el cannabis. “En general, solemos hablar de policonsumo”, explica Parada. Así, las consecuencias graves por tomar cocaína se intensifican a menudo por otras drogas de consumo habitual.

Sin embargo, Parada recuerda que, aunque en un consumo esporádico y en gente joven es muy raro que se sufra un infarto, “puede ocurrir” y depende de “la tolerancia individual y de una vulnerabilidad especial”, por lo que un paciente que consume la misma cantidad “puede tener síntomas leves y otro que puede tener ciertas consecuencias que acarrean mayor severidad”.

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