Racismo en confinamiento: más discursos de odio y más visibles
Las asociaciones y ONG que luchan contra el racismo no dejan de denunciar actos discriminatorios y racistas ocurridos durante el periodo del estado de alarma
El confinamiento ha sacado lo mejor de la sociedad española, que se ha volcado en todo tipo de iniciativas solidarias para ayudar a los que más sufren los efectos de esta pandemia y la crisis económica que ha provocado. Sin embargo, el miedo y la incertidumbre también han sacado lo peor de algunas personas, y las asociaciones y ONG que luchan contra el racismo no dejan de denunciar actos discriminatorios y racistas ocurridos durante el periodo del estado de alarma por el coronavirus[contexto id=»460724″].
Las redes sociales, un arma de doble filo
Debido a la obligación de quedarnos en nuestras casas y el mayor tiempo libre de la mayoría de ciudadanos, las redes sociales se han convertido, aún más, en el lugar en el que comentamos todo lo que está ocurriendo. Esto, en la lucha contra el racismo puede ser un arma de doble filo, puesto que igual que puede ayudar a visibilizar más las denuncias por actos discriminatorios, también puede convertirse en el altavoz de aquellos que difunden mensajes de odio.
“Definitivamente el confinamiento hace que nuestras relaciones sociales personales hayan disminuido drásticamente y ha aumentado el tiempo que pasamos en las redes sociales”, en las que “el anonimato y la sensación de impunidad que ofrecen facilita que cosas que no se dirían a la cara se transmitan” por esta vía, nos explican a The Objective desde el Observatorio español del racismo y la xenofobia (Oberaxe) de la Secretaría de Estado de Migraciones.
El observatorio, que afirma que está monitorizando las redes sociales para detectar estos discursos de odio durante la pandemia, explica que “por lo que vemos y nos informan algunas organizaciones, se observa un discurso de odio o intolerante relacionado con la pandemia de COVID-19”, aunque señala que “no parece que hayan aumentado significativamente los delitos de discurso de odio”.
“En un momento de crisis e incertidumbre, los discursos de odio y xenofobia crecen, es inevitable”, dice, por otra parte, Alba García Martín, de SOS Racismo Bizkaia. “Sí que estamos viendo que hay un discurso de odio mayor, lo vemos mucho a través de las redes sociales”, añade.
Sin embargo, también ve el lado bueno de que nos pasemos horas y horas en las redes sociales, y es que hacen que las denuncias públicas se vean más de lo habitual. Además, “observamos que la gente está por la labor también de enterarse de lo que pasa”, afirma.
Los abusos policiales
Otro aspecto del racismo que está evidenciando este estado de alarma, según explica Alba García, es el de los abusos y la brutalidad policiales. “Nosotras el tema del abuso policial, en concreto el tema de las paradas por perfil étnico, paradas racistas, lo vemos mucho, lo que pasa es que ahora sentimos que hay cierto aval por parte de las fuerzas de seguridad pues porque estamos en un estado de alarma y se ven como legitimadas para proceder a esas paradas en mucha mayor medida de lo que paran a la gente blanca”.
Como ejemplo, habla del barrio de San Francisco, en Bilbao, donde “hay una militarización de las calles”, explica Alba García, algo que asegura que no se ve en otros barrios de la ciudad.
“Probablemente está habiendo más paradas racistas estos días, porque lo sabemos, y creo que hay muchos factores que están teniendo que ver y uno de ellos puede ser el hecho de que no haya nadie en la calle, entonces la policía se ve legitimada para hacer lo que le dé la gana”, afirma.
Denunciamos la violencia desproporcionada por las fuerzas policiales como parte del racismo institucional cotidiano y mayormente impune!
El estado de alarma aumenta el abuso y la impunidad del #racismopolicial‼️Podemos mirar a la calle, registrar y no callar.#QueseVeaelRacismo https://t.co/dJ4mmNk3VI
— Sos Racisme Cat (@SOSRacis) March 30, 2020
No obstante, no todo es malo en el estado de alarma en lo que a abusos policiales se refiere, porque el hecho de que la gente esté más en casa y en los balcones hace que en algunas ocasiones haya pruebas que normalmente son difíciles de lograr, explica Alba García. “Generalmente es muy difícil tener una prueba contra la policía, porque tener un vídeo que pruebe que el policía me está dando una paliza pues hombre, el agredido o agredida no lo puede hacer”. Ahora, esto es más fácil con la gente asomada a las calles y en estas últimas semanas SOS Racismo Bizkaia ya ha recibido pruebas de dos agresiones.
Por su parte, el Oberaxe, que se encarga de analizar la situación de racismo y xenofobia hacia los inmigrantes y su evolución, afirma que no tiene constancia “de este tipo de incidentes”, pero anima a denunciarlos “si se detectan”.
Chinos y gitanos, los más perjudicados
“Las crisis son situaciones que generan mucha incertidumbre y miedo a no poder superarlas. En este contexto, hay personas que culpan de lo que ocurre a otros de distinta etnia, religión o cualquier otra característica”, explican desde Oberaxe.
Durante el estado de alarma, el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, que depende del Ministerio de Igualdad, ha denunciado los insultos y ataques racistas y xenófobos que están padeciendo las comunidades asiática y gitana, entre los que se encuentran algunas noticias racistas y manifestaciones de representantes públicos que “contribuyen al estima y al rechazo de determinados grupos”.
La policía municipal de Barakaldo no solamente entra en la casa de una familia gitana sino que además agrede impunemente a sus moradoras. La policía no puede entrar en un domicilio sin orden judicial #AbusoPolicial #QueSeVeaElRacismo #ArrazakeriaIkusiDadila #antigitanismo pic.twitter.com/viOBNgqxw8
— SOS Racismo Bizkaia (@sosracismobiz) March 31, 2020
Desde Oberaxe afirman que “varias organizaciones de la sociedad civil” les han “informado de incidentes discriminatorios o intolerantes hacia personas gitanas, mulsumanas o personas chinas relacionados con la pandemia”. No obstante, afirman que “se trata de incidentes de odio que no pueden llegar a calificarse como delitos de odio”.
Por su parte, Alba García afirma que además de que haya incidentes racistas hacia estas comunidades, “también hay un montón de medios que lo avalan, y eso es una cosa que nosotros denunciamos mucho”.