Pfizer o Moderna, ¿qué vacuna me pongo?
A partir del 21 de enero Ftizer y Moderna convivirán en España y lucharán contra el Covid-19 para poner fin a la pandemia
Ya hay fecha para la llegada a España de la vacuna de Moderna: el próximo 21 de enero. La directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, así lo ha confirmado, por lo que en algo menos de 20 días en España convivirán dos vacunas –la de Pfizer ya se suministra desde el 27 de diciembre– que lucharán contra el Covid-19 para poner fin a la pandemia que ha marcado el pasado año 2020.
Sin embargo, con Pfizer y Moderna compitiendo en el mercado, muchos se preguntan qué vacuna ponerse. Pues bien, teniendo las dos eficacias muy similares, «lo más lógico sería que una vacuna se usase en un colectivo determinado y la otra en otro colectivo», nos cuenta Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, que matiza que «en principio dará igual el colectivo para la que se use una u otra» ya que, asegura, «tienen expectaciones similares». Eso sí, hace hincapié, «no son vacunas intercambiables», esto es, quien comience vacunándose con Moderna terminará con Moderna, y viceversa. Y es que hay que tener en cuenta que ambas vacunas requieren dos dosis para ser efectivas.
La directora general de Salud Pública así también lo ha comunicado. En una entrevista en cadena SER, ha asegurado que la vacuna de Moderna se administrará junto a la de Pfizer indistintamente, ya que «no hay diferencia en su efectividad y no hará falta establecer ningún tipo de priorización».
De esta forma, el nuevo calendario marca que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) evaluará la vacuna de la farmacéutica Moderna el 6 de enero. Después, «la compañía tiene el compromiso de que en los siguientes 15 días esté disponible», es decir, todo se resume a un proceso de 18 días.
Diferencias entre Pfizer y Moderna
Sin embargo, Pfizer y Moderna son bastante parecidas, ya que ambas están compuestas a partir de ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm) y sustentadas por tecnologías que no se habían utilizado hasta ahora, por lo que no hay precedentes sobre qué esperar de ellas. Además, ambas han funcionado con dos dosis.
A través del ARNm se puede inyectar en el cuerpo las instrucciones o moléculas que inducen a las células a producir unas determinadas proteínas. En este caso, estos ARNm se utilizan para producir la proteína S (Spike) del SARS-CoV-2, la llave que el coronavirus necesita para entrar en la célula.
En los dos casos el ARN mensajero está encapsulado en nanopartículas de lípidos con el objetivo de hacerlo llegar al interior de las células del cuerpo humano para que éstas sinteticen la proteína S y la reconozcan, generándose así una respuesta inmune.
En este sentido, explica a The Objective Pablo Barreiro, profesor del Área de CC. de la Salud de la UNIR y médico adjunto del Servicio de Medicina Interna del Hospital Carlos III de Madrid, «son vacunas muy limpias. El principio activo es muy limpio, no debería producir grandes problemas de toxicidad. Y el hecho de que estén compuestas por ARN garantiza que no entre en nuestro genoma. No es posible que este material pueda modificarnos genéticamente. No es biológicamente posible», hace hincapié.
Por qué sí hay que vacunarse
Según la última encuesta publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el pasado 21 de enero, ya son un 40,5% de los españoles los que se muestran favorables a ser vacunados inmediatamente, por un 28% que no quieren la inyección, y un 16,2% se muestra a favor, pero solo en caso de que tenga «garantías», esté «probada» y sea «fiable».
Un 0,6% también se vacunaría de inmediato, pero «según el origen de la vacuna», un 3,2% «si hay información suficiente» y un 3,6% «por consejo de autoridades, científicos o sanitarios».