Maximiliana, el primer móvil español pensado para la tercera edad
Jorge Terreu, un maño de 22 años, estaba de Erasmus en Francia cuando decidió crear un móvil pensado exclusivamente para la tercera edad
14 de marzo de 2020, se declara el estado de alarma en España. Nuestra casa se convierte en una oficina, restaurante, discoteca, museo o lo que haga falta para intentar hacer los dos meses encerrados más amenos. Los días pasan y se empieza a echar de menos a familiares, amigos o compañeros de trabajo y las video llamadas se vuelven una actividad casi rutinaria.
Pero hay un sector en la sociedad a la que el confinamiento le impacta especialmente, los ancianos. La COVID-19 les afecta de una manera más grave, se sienten solos e incluso algunos de ellos no saben utilizar los aparatos electrónicos, por lo que comunicarse con sus familiares se hace muy difícil, incluso en algunos casos imposible, hasta el punto de que llegan a pasar dos meses sin ni siquiera poder ver a sus conocidos a través de una pantalla.
Jorge Terreu, un joven maño de 22 años, estaba en Francia de Erasmus hace unos años cuando se dio cuenta que su abuela no sabía utilizar el teléfono móvil. «En aquel momento tenía 87 años y me daba mucha pena pensar que iba a estar un año entero sin poder hablar con ella», cuenta Terreu.
El joven empezó a buscar una solución. Encontraba algunas que podrían valer pero ninguna encajaba con lo que estaba buscando, por lo que decidió crearla él mismo. «Estaba en tercero de carrera de ingeniería informática y pensé que la mejor idea era crearle un teléfono en el que no tuviera que tocar nada, porque es una persona muy mayor y no se apaña», nos dice el fundador de Maximiliana.
Una vez comprado el producto se puso a modificarlo y es ahí cuando se dio cuenta de que igual podría servirle a mucha más gente de la que en un principio había pensado. «Toda la familia empezamos a llamarle al móvil y no al teléfono fijo de siempre, y es ahí cuando me lo planteo. Si esto ha tenido sentido para mi abuela, es fácil que tenga sentido para muchas otras personas mayores. En esa edad es más excepcional el que sabe utilizar la tecnología que el que no», afirma Terreu.
Lo que empezó como una aventura para poder hablar con su abuela mientras estaba lejos, podría llegar a convertirse en un gran proyecto. «Dediqué muchos meses a crear un producto estable, y en marzo de 2020, cuando ya lo tenía, surgió la COVID-19. Doné los cinco primeros móviles que había creado a un hospital de Zaragoza para que pudieran hablar con su familia y ver si realmente funcionaban», cuenta el ingeniero informático.
Un gran proyecto en un momento de incertidumbre
Mientras muchas personas perdían sus empleos, entraban en ERTE o veían como sus negocios se venían abajo, Jorge vio florecer su proyecto. «Cuando llega el estado de alarma coincide con mucha gente mayor que está aislada, solos en sus casa o en residencias, y es ahí cuando llegan nuestros primeros clientes. Algunos medios de Aragón se hacen eco del producto y el proyecto empieza a coger velocidad», cuenta Jorge a The Objective.
Mucha gente sueña con tener una idea, que se convierta en proyecto y poder vivir de ello, pero muy poca gente lo consigue, y hubo un día en el que Jorge se dio cuenta de que podría ser uno de ellos. «Un día recibo un mensaje por LinkedIn y era un inversor. Estaba en el coche de camino al trabajo y escuchó una entrevista que me hicieron en la COPE. Estaba buscando un proyecto donde poder invertir a título personal, le llamó la atención y decidió invertir», dice Jorge con un tono de voz muy emocionado.
«¿Quieres llegar a vender 20 móviles y que tu abuela este contenta o quieres hacer de esto algo mucho más grande y llegar a los mil?», le preguntó el inversor al fundador de Maximiliana en su primera llamada telefónica.
¿Cómo es el teléfono? ¿Cómo funciona realmente? Maximiliana es un teléfono que se adquiere a través de una suscripción, la cuota son 19,90 al mes, y con eso se incluye el teléfono el primer día y llamadas ilimitadas. En la pantalla aparecen las caras de los contactos cercanos de sus familiares y simplemente tocando la cara llama a esa persona por teléfono, también tiene un botón de emergencia y un botón de socorro.
En total tienen repartidos casi 100 móviles en 30 provincias diferentes de España, como las Islas Baleares, Cuenca, Salamanca, Alicante, Almería, Gerona, Huesca, Zaragoza y Teruel. «El usuario ideal al 90-95% son personas mayores, pero también hay un un 5-10% de personas con algún tipo de discapacidad que también utilizan nuestros servicios», nos cuenta Jorge desde su nueva oficina que cuenta ya con cuatro empleados.
¿Sus planes a corto plazo? Expandir Maximiliana y mejorar alguna funcionalidad que les siguen pidiendo los clientes.