Tesla, Dyson o Seat: las empresas privadas se ponen a fabricar respiradores
El sector de la automoción se vuelca especialmente en la fabricación de productos sanitarios que escasean debido a la pandemia
Uno de los principales problemas que han hecho que el coronavirus[contexto id=»460724″] haya puesto en jaque a los sistemas de salud de los países más afectados es la falta de material sanitario para combatir la pandemia. En España es prácticamente imposible hacerse con una mascarilla en las farmacias y el panorama en los hospitales es similar. Por eso, empresas de sectores completamente ajenos al sanitario han empezado estos días a fabricar uno de los elementos cuya carencia preocupa más en los hospitales: los respiradores artificiales.
Los respiradores son básicamente aparatos que surten de oxígeno a pacientes con insuficiencia respiratoria, uno de los efectos de los cuadros más graves de COVID-19, y pueden ser de dos tipos: los no invasivos se conectan al paciente con una mascarilla, mientras que los invasivos —empleados en los casos de mayor severidad— requieren una intubación a través de la tráquea a la persona afectada para que el oxígeno llegue mejor a los pulmones.
Uno de los primeros en anunciar que se pondría a fabricarlos fue Elon Musk. El multimillonario detrás de la compañía automovilística Tesla y la aeroespacial SpaceX anunció que los empleados de estas dos empresas están «trabajando» para fabricar respiradores, aunque él personalmente apuntaba que no creía que realmente se necesitaran.
Yes, we’re working on ventilators, even though I think they probably won’t be needed
— Elon Musk (@elonmusk) March 20, 2020
El anuncio de Musk se produjo justo un día después de que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, le pidiera ayuda al empresario para paliar la escasez de respiradores en los hospitales de la ciudad. Musk ya intentó colaborar en otra crisis, en aquella ocasión de manera altruista, fabricando un submarino que pudiera rescatar a los 12 adolescentes y su profesor atrapados en una cueva de Tailandia en 2018. Sin embargo, lejos de ayudar, el proyecto no solo no se llevó a cabo, sino que terminó siendo objeto de burla y reproches mutuos que terminaron con una amenaza de denuncia por difamación a Musk por llamar «pedófilo» a un espeleólogo que tachó su iniciativa de «maniobra publicitaria».
Otra compañía automovilística que también ha empezado a fabricar respiradores es Ford. En colaboración con distintas empresas, planea, además, manufacturar 100.000 máscaras plásticas protectoras que cubren toda la cara para el personal sanitario que trabaja con pacientes infectados. Para ello, la empresa está volcando su tecnología de impresión digital en fabricar estos productos. «En Ford sentimos una profunda obligación de dar un paso al frente y contribuir en momentos de necesidad, tal y como siempre hemos hecho en los 117 años de historia de nuestra empresa», ha dicho el presidente ejecutivo de la compañía, Bill Ford, en un comunicado.
En España, más de un centenar de trabajadores de Seat han comenzado a fabricar respiradores de emergencia, llamados OxyGEN, desarrollados por el Hospital Germans Trias i Pujol, el Clínic y la Universidad de Barcelona y que han recibido ya la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Se trata de un modelo diseñado por la compañía Protofy.xyz, pensado para utilizarse en situaciones de emergencia en caso de ausencia de un respirador tradicional y en pacientes con patologías severas, al que las autoridades sanitarias han dado el visto bueno con el objetivo de desarrollar un estudio clínico.
La línea de montaje del Seat León (como se ve en la imagen que encabeza este artículo) trabaja para alcanzar una producción de hasta 300 respiradores diarios, aunque el volumen se irá ajustando a la demanda para evitar stocks innecesarios. El respirador, que ya se ha testado con éxito, utiliza el motor adaptado de los limpiaparabrisas, además de engranajes impresos y ejes de cajas de cambios.
Pero los respiradores no llegan únicamente desde el ámbito automovilístico, que se ha transformado especialmente en esta crisis. La empresa británica de electrodomésticos Dyson, especializada en aspiradoras y secadores, tiene ya diseñado un modelo de respirador artificial después de que el primer ministro británico, Boris Johnson —quien ahora mismo está en la UCI tras haber contraído el virus—, se hubiera puesto en contacto con la compañía para que manufacturara estos productos y poder aliviar el saturado sistema sanitario británico. Dyson planea sacar al mercado británico 10.000 respiradores, llamados CoVent, en las próximas semanas. Además, la compañía donará otros 1.000 al Reino Unido y otros 4.000 a otros países.
NEW: Dyson to build at least 15000 ventilators at Hullavington in Wiltshire.
Hangar 85 is where they will be produced with 10000 paid for by U.K. Govt & Sir James Dyson paying for 5000 (4000 of which are expected to be sent to other countries) @itvnews @itvwestcountry pic.twitter.com/8aqwXW5uqc— Rupert Evelyn (@rupertevelyn) March 25, 2020
Una original idea es la que ha tenido en Italia el Institute of Studies for the Integration of Systems (Isinnova), que, al recibir una petición de ayuda del director del hospital Gardone Valtrompia ante la falta de máscaras para respiradores, tuvo la idea de utilizar unas máscaras de snorkel de Decathlon e imprimir en 3D unos accesorios para acoplarlas a estas máscaras. El éxito fue tal, que, como se puede comprobar en la propia web de Decathlon, la empresa ha dejado de vender estos productos porque los está donando para combatir la crisis sanitaria.
Según Isinnova, las primeras pruebas, realizadas en el Hospital Chiari, fueron un éxito y han decidido compartir con todos los hospitales del mundo las instrucciones para que cualquiera que lo necesite pueda utilizar la tecnología desarrollada por ellos en la lucha contra el COVID-19. Ahora, el diseño funciona ya en centros sanitarios de todo el planeta.