Cómo hacer una 'raclette' en casa: qué es y consejos para prepararla
Si eres fan del queso, y más aún del queso fundido, este plato de origen francés y suizo te va a encantar
Si no sabes qué significa la palabra raclette, atento a las siguientes líneas. Si por el contrario, sabes de sobra de qué estamos hablando, lee también, ya que seguramente vas a conocer más a fondo sobre este queso, este plato y esta parrilla. ¿Queso, plato y parrilla? Sí, la raclette es todo eso.
Primero, el queso. Estamos ante uno de leche de vaca procedente tanto de Francia como de Suiza. Con una forma característica de rueda de en torno a unos cinco kilos de peso, el queso raclette posee una corteza exterior lavada. Esto significa que se puede comer, lo que favorece el crecimiento de bacterias, hecho que provoca una potenciación en el sabor. Por contra, su interior es denso, pero cremoso y con un sabor característico.
Además, cuando hablamos de raclette podemos referirnos a un plato. Basicamente consiste en derretir la superficie del queso cortado (por ejemplo a la mitad), luego rasparlo con un cuchillo o un utensilio similar y colocarlo sobre un alimento o un plato.
Y por último, raclette también es una parrilla en la que podemos derretir el queso gracias a unos utensilios especialmente hechos para este uso (al derretir el queso resbala con facilidad y lo podemos retirar). Además, tiene una doble función: mientras en la parte de abajo podemos derretir el queso, encima, en una plancha, prepararíamos la carne, verduras o incluso huevos de codorniz (el tipo de huevo más recomendable).
¿Por qué usamos este tipo de queso? La respuesta es sencilla, el queso raclette es uno de los que mejor se derrite. Posee la combinación perfecta entre grasa y humedad, además de mantener el sabor cuando se calienta. Es decir, es uno de los más recomendables para este tipo de elaboraciones en las que el queso fundido es el centro de nuestro plato.
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Cómo hacer una raclette
Lo primero que tenemos que tener en cuenta a la hora de hacer una raclette es que necesitamos el queso del mismo nombre y la parrilla especial para ello, que ya te hemos contado anteriormente cómo es.
La manera en la que se prepara es muy sencilla, ya que únicamente tenemos que cortar el queso en porciones individuales (que quepan en el utensilio que vamos a usar para derretir el queso), poner el queso en ellos y situarlos en el hueco debajo de la plancha.
Además, vamos a acompañar el queso de más ingredientes, para que sea todo un festival gastrónomico. En concreto, y en este caso, ya que las posibilidades son infinitas, vamos a preparar patatas cocidas. También tendremos listo filetes de ternera cortados finos en cuadrados de unos ocho o 10 centímetros, un poco de panceta cortada fina, unos tomates cherry y unos huevos de codorniz. Además, cortaremos una barra de pan (nuestro favorito) en rebanadas, ya que será la base de los montaditos que vamos a montar.
Ahora viene lo mejor. Hay que pensar en que tenemos que ir preparando las diferentes preparaciones según lo que tarden en hacerse. Por ello, lo primero es cocer las patatas un rato antes de iniciar la raclette. No hay que hacer nada raro, podemos cocerlas enteras o ya partidas, según el tiempo que tengamos.
Una vez que tengamos las patatas cocidas, es aún más sencillo. Teniendo ya todos los ingredientes listos (el queso, los filetes de ternera o de pollo cortados finos con el tamaño indicado, la panceta, los tomates cherry y los huevos), vamos a ir preparándolos en la parrilla y en los recipientes para el queso. Incluso podemos tostar un poco el pan antes de comenzar a hacer el resto de ingredientes.
Con todo ya hecho, puedes improvisar. Pero si quieres el pack completo la idea es sobre la tosta de pan poner el queso, la carne (ternera o panceta) y el huevo. Además la guarnición serían las patatas cocidas y los tomates cherry. Ya es cuestión personal cómo quieras montarlo, ya que no tienes porqué seguir las directrices que te hemos indicado.