Cinco grandes vinos abanderados españoles de la uva chardonnay

De origen borgoñón, su blanca principal, la chardonnay es la uva más plantada del planeta, cultivada en muy diversos rincones del mundo gracias a la adaptabilidad que la caracteriza, haciendo buen papel en muy distintas zonas vitícolas y dando lugar a estilos diferentes en cada una de ellas. Por esta razón, aparte de uva estrella en Borgoña y Champagne la elaboran en lugares del globo tan alejados y dispares como Australia, California, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Portugal, Croacia, Argentina, Chile…y por supuesto España, donde ha alcanzado enorme protagonismo. Su buena reputación responde a  su versatilidad porque es una uva todo terreno que gracias a esa capacidad de adaptación ofrece vinos distintos en función de la tierra y el clima del que procedan. 

En general se puede hablar de claras notas tropicales cuando son elaboraciones de zonas cálidas, y mayor presencia de aromas cítricos si se trata de lugares más fríos. Además, es una variedad que se entiende muy bien con la fermentación y/o crianza en barrica por lo que se usa mucho para hacer blancos de larga crianza, ya sean vinos tranquilos o espumosos, por su alto potencial de envejecimiento. 

En nuestro país, Navarra, Cataluña (Penedès, Cava, Costers del Segre…) y Somontano  han sido los territorios en los que, originariamente, la variedad francesa ha echado más raíces como sus principales zonas de influencia. A partir de aquí se ha ido implantando en otras muchas siendo hoy bastantes las denominaciones de origen que incluyen la chardonnay entre las uvas admitidas para elaborar. De entre todas, es reseñable el caso de Castilla-La Mancha, pues como su viñedo es tan inmenso, aunque la chardonnay ocupa sólo en torno al 1,5% esto se traduce en más de dos mil hectáreas. 

Una vez en la copa, los chardonnay españoles tienen buena potencia aromática, grado y por ende volumen, amplitud y untuosidad, resultan carnosos y poseen mimbres para crecer en el tiempo y ganar en la botella. He aquí algunos de esos icónicos monovarietales convertidos en auténticos referentes. Una selección que quiero comenzar con la mención de Milmanda 2018, (63,50 €) de Familia Torres, porque es uno de los más emblemáticos, procedente de la denominación catalana Conca del Barberà, considerado por muchos el gran chardonnay español junto al navarro Chivite. Pero lo recomendamos a finales de diciembre para las mesas navideñas y es el motivo por el que para esta ocasión sumamos otras cinco etiquetas también reseñables.

Enate Chardonnay-234 2021 (8,95 €. Enate. DO Somontano). El blanco estrella de la casa, de los más demandados de la zona y sin duda el mejor en su margen de precio.  Estupenda puerta de entrada para conocer la chardonnay. Dicho esto, en la bodega tiene dos hermanos mayores, Enate Chardonnay Fermentado en barrica (17,90 €), muy recomendable, y después el top de la casa, Enate Uno Chardonnay, a precio de lujo (295 €). Pero el joven que nos ocupa hace las delicias de quien lo toma. Aromas de fruta madura, hinojo y recuerdos exóticos, con una boca grasa, fresca gracias a la acidez que mantiene y amable en el paso hasta un final con toques almibarados.

Chivite Colección 125 2019 (55 €. J. Chivite Family Estates. DO Navarra). El alma de la chardonnay y uno de sus máximos exponentes navarros. De uvas de una única parcela a 480 metros de altura y sobre suelos franco-arcillosos de la finca Legardeta, en el municipio de Villatuerta. Condicionantes físicos junto a un clima atlántico-continental que favorecen la maduración gradual de la chardonnay en favor de óptimos niveles de acidez y expresividad aromática. Fermentado en barricas, tiene una posterior crianza con sus lías que ronda el año. Este vino extrae la esencia de la variedad borgoñona; es intenso, complejo en aromas, elegante, fino, con equilibrio, frescura y largo recorrido. 

Dehesa del Carrizal Chardonnay 2019 (17,75€. Dehesa del Carrizal. DO Vino de Pago Dehesa del Carrizal). De los mejores en territorio manchego y una de las primeras bodegas que apostó por esta uva en Castilla-La Mancha. Este chardonnay está fermentado en barrica y ha tenido después una crianza de cinco meses sobre lías en roble francés. Muestra aromas de fruta blanca, pastelería, especias dulces y recuerdos de pomelo. Untuoso en la boca, sabroso, amplio, fino, fresco y con persistencia.

Jean Leon Vinya Gigi 2018 (21 €. Jean Leon. DO Penedès). De una viña plantadas en 1967 por Jean Leon y bautizada con el nombre de su hija, sobre suelo arcilloso-calcáreo muy compacto. Tiene una crianza sobre lías de unos 6 meses en roble francés, tras haber fermentado en barricas la mitad del vino y el resto entre fudres de 2.200 litros y acero inoxidable. El resultado, un vino con carácter, expresivo, varietal, donde aparecen notas de fruta madura y carnosa, lácticas, aromas humados y tostados que acompañan el toque tropical y carnoso de la chardonnay. Amplio, sabroso, con buena acidez y untuoso en el paso. 

Arínzano Gran Vino 2017 (82 €. Propiedad de Arínzano, DOP Pago de Arínzano).

Bodega navarra y pionera del norte de España en obtener la mención Vino de Pago y denominación propia. De las 355 hectáreas que ocupa la propiedad, 128 están dedicadas al cultivo de viñedos, principalmente tempranillo y chardonnay sobre suelos de diversa índole pero poca profundidad. Éste su Gran Vino blanco ha permanecido 11 meses con sus lías en barricas francesas. Complejo en nariz, intenso, con aromas tostados, notas de pan grillé, recuerdos cítricos y fondo mineral. Equilibrado, untuoso, con estructura, frescura, agradable sensación final cítrica y persistencia.

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