Cómo hacer patatas gajo con romero al horno: receta e ingredientes
Hechas en el horno, conseguimos una guarnición sana y muy sabrosa para carnes o pescados
Patatas gajo con romero. | Gtres
Las patatas son la guarnición por excelencia, ya que pueden acompañar a casi cualquier plato. De hecho, no solo acompañan, si no que en algunas ocasiones hasta mejoran al elemento principal que vamos a degustar. El problema que tienen es que estamos ante un producto que, de normal, se suele consumir frito, con todo lo que ello conlleva. Para evitar las patatas fritas, hoy en THE OBJECTIVE te vamos a contar cómo hacer patatas gajo al horno.
Pero para darle un punto diferente a esta receta, las vamos a cocinar con romero. Romero que es mejor que sea fresco, pero que de no poder tenerlo así, podemos usar romero seco, una especia que podemos encontrar en cualquier supermercado. El romero le va a aportar un sabor espectacular a la patata durante el horneado. Y sí, hablo de horneado porque es ahí donde las vamos a hacer.
Estamos ante una receta muy similar a las patatas gajo especiadas que realizamos en freidora de aire, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en el romero. Su forma de hacer es tan sencilla que te va a sorprender lo rico que va a quedar el resultado final.
De hecho, si por lo que sea no te convence el sabor del romero, puedes usar orégano, tomillo, mejorana o incluso si quieres ir un paso más allá, hierbabuena o menta.
Tipo de patata ideal
En esta receta, la patata ideal es la roja. El motivo es que contiene menos almidón que la blanca, con lo que conseguiremos que quede más crujiente. Además, por su estructura, es más entera, por lo que es más difícil que se rompa y mantendrá sin problema la forma de gajo que buscamos.
El tercer punto a favor, es que estamos ante un tipo de patata, la roja, que absorbe muy bien los sabores. Por lo que es perfecto para que tenga ese toque de romero que pretendamos que tengan nuestros gajos.
Pasos para hacer patatas gajo en el horno
- Lo primero que tenemos que hacer es limpiar bien las patatas. Este paso es fundamental ya que queremos que los gajos tengan piel, por lo que deben estar perfectamente lavadas debajo del grifo. Posteriormente, las secamos y las cortamos en gajos. Ahora, con un cuchillo afilado y sobre una tabla procedemos con los cortes. Las troceamos a la mitad de forma horizontal (a lo largo) y obtenemos dos partes. Cortamos esas dos partes de la misma forma para obtener, en este caso, cuatro. Repetimos proceso hasta obtener unos 16 gajos de patatas.
- Una vez que tenemos todos los gajos que queremos cocinar, volvemos a enjuagarlas para retirar el exceso de almidón. Ahora, las ponemos en un escurridor, añadimos sal, removemos y dejamos durante unos 15-20 minutos en el frigorífico sobre un plato hondo. Con esto conseguimos que las patatas tengan menos agua, con lo que el resultado final será más crujientes.
- Precalentamos el horno a 200º y, mientras va cogiendo temperatura, secamos y limpiamos las patatas con papel de cocina. Cogemos una fuente para horno, la embadurnamos con un par de cucharadas de aceite, ponemos los gajos, removemos para que todos los lados de las patatas tengan aceite y disponemos encima el romero.
- Introducimos en el horno ya caliente y dejamos horneamos durante unos 15 minutos. Pasado ese tiempo, sacamos la bandeja, removemos las patatas y volvemos a introducir en el horno. Pasado unos diez minutos, nuestros gajos estarán listo.
Tienes que tener en cuenta que el romero no es para comer, ya que durante la cocción es normal que, por la temperatura, adquiera un sabor amargo.
