Este es el mejor momento del año para comer calabacines
Se trata de una hortaliza de verano con un sabor sutil pero repleto de propiedades y beneficios que lo convierten en un «superalimento» esencial
Aunque estamos acostumbrados a disponer de este «superalimento» durante todo el año, julio es el mes ideal para consumir calabacines, ya que son de temporada y ofrecen una amplia gama de nutrientes y propiedades beneficiosas para la salud.
Según una una teoría, el calabacín es fruto de un cruce genético ocurrido en algún huerto cerca de Milán a finales del siglo XVIII. Se trata de una hortaliza de verano con propiedades y beneficios saludables.
Cómo aprovechar el calabacín al máximo
Para aprovechar al máximo las propiedades del calabacín, es recomendable no pelarlos, especialmente si se trata de calabacines de cultivo biológico. La piel contiene una buena cantidad de vitaminas y nutrientes, por lo que es beneficioso consumirlos con ella.
Cuando se cueza el calabacín, es aconsejable no desechar el agua de cocción. Esta agua puede ser reutilizada para preparar sopas o cremas, ya que contiene una proporción significativa de las vitaminas que se disuelven en ella durante la cocción.
Una de las mejores formas de disfrutar del calabacín, especialmente si es tierno y de pequeño tamaño, es consumirlo crudo o darle un ligero golpe de vapor. Para ello, después de lavarlos, se pueden rallar finamente o pasarlos por un espiralizador para convertirlos en espaguetis vegetales, que son una opción saludable y deliciosa.
Cómo conservar el calabacín para que mantenga sus propiedades
Para conservar los calabacines en buen estado, es recomendable almacenarlos en el cajón de verduras del frigorífico. Allí se mantendrán frescos durante unos 3 o 4 días. Después de ese tiempo, es posible que su textura se vuelva un poco flácida, aunque seguirán siendo aptos para el consumo. En este caso, es mejor utilizarlos en la preparación de sopas, cremas o tortillas, donde su textura no será tan relevante.
Al guardarlos en el frigorífico, es importante mantener los calabacines separados de frutas y tomates. Esto se debe a que estas frutas desprenden una sustancia llamada etileno, que puede acelerar el deterioro del calabacín.
Si se desea conservar los calabacines por un período más largo, se puede optar por escaldarlos durante unos tres a cinco minutos. Este proceso ayuda a destruir las enzimas presentes en el calabacín que podrían alterarlo con el tiempo. Después de escaldarlos, se pueden colocar en el congelador para su conservación a largo plazo.