Aceites de oliva virgen extra de pago, otro extra añadido
Si bien las condiciones climáticas vuelven a pasar una enorme factura al olivar español, los premium no dejan de crecer
Dado el precio que está alcanzando el aceite de oliva virgen extra más ‘básico’, por ejemplo el de marca blanca de cualquier lineal, en la actualidad casi podemos decir que un AOVE premium es mejor inversión dado el plus de calidad que ofrece. Por supuesto productos uno y otro no al alcance de cualquier bolsillo y por lo que el aceite se está convirtiendo en un artículo de lujo… y eso que es un básico de nuestra alimentación.
Esta es la realidad actual. Pero también lo es el hecho de que los aceite de oliva virgen extra viven un momento de gloria pues, si no son los más consumidos, por razones obvias, aumentan en valor pues ha crecido su precio medio y con ello el gasto per cápita. Son productos de enorme reconocimiento por calidad y su consumo está además asociado a valores cada vez más aplaudidos por parte de los consumidores: naturales, sostenibles, ecológicos…
En este sentido lo explica Juan Vilar, voz de referencia en el sector oleico con una larga trayectoria profesional y fundador de Consultores Estratégicos. Desde esta consultoría para agricultura y agroalimentación, una de las más reputadas del planeta, con una experiencia internacional de más de 30 años, apunta que «la producción de AOVE va a más gracias a su valor añadido. Por un lado mediante la búsqueda de la eficiencia, para lo que han surgido olivares modernos que son muy eficientes y aseguran una alta producción de virgen extra con poco coste. Y después por ese propio incremento de valor que tienen este tipo de aceites y que logra convencer al usuario (de que tiene que pagar un poco más) mediante estrategias de diferenciación…».
Un argumento al que suma el hecho de que no todo el olivar es modernizable, «con lo que existen una serie de olivares de montaña, tradicionales, pequeños, de secano, que se favorecen de este argumento (por su valor añadido), esa diferenciación, y con ello los productores pueden obtener un incremento de renta neta que hace rentable estas explotaciones».
Los AOVE de pago
En lo que a calidad se refiere, suponen un paso más allá los que se conocen como aceites de oliva virgen extra de pago. Una etiqueta que identifica que esos aceites top proceden además de una parcela reconocida por determinadas características. Juan Vilar es la persona a la que recurrimos para que nos lo explique pues, a día de hoy, no hay ninguna clase de categorías dentro de la gama premium que ya representan los AOVE.
Vilar es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales; profesor en excedencia de la Universidad de Jaén; Director del MBA oleícola de este mismo centro universitario, miembro del Instituto Universitario de Investigación en Olivar y Aceites de Oliva, y del Aula universitaria Oleícola Innova de la UNIA (Universidad Internacional de Andalucía), entre otras muchas cosas más. Un currículum que lo ha convertido por méritos propios en una eminencia cuando de aceites se habla, y por lo que desde su consultoría dan soporte a entidades de tanta relevancia como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Consejo Oleícola Internacional (COI), la Comisión Europea o el Ministerio de Agricultura Español, entre un largo etcétera.
«Los oliva virgen de pago proceden de una finca de cierta sofisticación y prestigio, dotada de unas características destacadas, por las formas de trabajarlas, que hacen que estos aceites tengan una singularidad y rango de diferenciación que los sitúan por encima del resto de AOVE». Esta ‘superioridad’, por decirlo de algún modo, responde a circunstancias de carácter intrínseco, continúa Juan Vilar. «Por el modo de recolección, por la manera en que se cultiva la finca, por cómo se extrae el aceite de oliva de los frutos…factores que influyen en que se consideren productos de una mayor calidad respecto al resto de aceites de oliva extra».
Una argumentación que nos lleva a plantear si es que hay categorías de calidad en el AOVE. «Legalmente no pero desde la perspectiva de esta denominación permite que sean considerados con una singularidad superior. Por ejemplo, igual que están los ecológicos, biodinámicos, bioregenerativos, los heroicos procedentes de olivares vivos, pues tenemos los aceites de oliva virgen extra de pago que por todo lo apuntado hace que sean completamente diferentes. Un rango de diferenciación que, a priori, hace que sean mejores pero no dejan de ser oliva virgen extra, la única categoría legal existente», concluye nuestro interlocutor.
Y los pagos también se asocian
En este contexto, hace casi veinte años se fundó la asociación Grandes Pagos de Olivar que conforman siete productores de AOVE. Un colectivo que se caracteriza porque sus aceites, todos entre los más reconocidos del país, proceden de un olivar localizado en un terreno delimitado y favorecido por unas propiedades singulares, como venimos hablando. Es por esta razón que la asociación se puso en marcha para, entre todos, promover la excelencia de sus productos, y que está abierto a cualquier productor que se quiera sumar, dicen, siempre que reúnan el perfil y cumplan una serie de requisitos.
Por el momento, sus miembros son Abbae de Queiles (Navarra), Aubocassa (Mallorca), Casas de Hualdo (Toledo), Castillo de Canena (Jaén), Marqués de Griñón (Toledo), Marqués de Valdueza (Badajoz) y Masía El Altet (Alicante), y desde hace tres años sacan a la venta una caja de madera con sus siete productos como una iniciativa muy exclusiva de promoción (150 euros). Siete botellas en formato de 500 ml., procedentes de la más reciente campaña de cosecha (2023/2024), a la venta a través de su página web pero también cada uno de estos aceites, de manera individual, en la tiendas de cada productor y en espacios especializados y gourmet.